‘País de Jauja’ (III)

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Por: mario arias gómez.

 

L

iberado de las opresivas cadenas de la alienación política, explotada por una variopinta de vividores, asumí, con claridad luminosa, rigor ético; libre de ataduras, posturas moralistas, suposiciones, compromisos partidistas; la inaplazable tarea de opinar, sin ambages, tapujos, cálculos, rodeos, según mi leal, modesto saber y entender; la palpitante situación (socio-política) del país -y por qué no-, del mundo, con la mira en las imperiosas: dignidad de la persona humana; salud pública; bien común.

La defensa -además- de la credibilidad (nuestro mayor activo), por encima de tentaciones, del corrupto «do ut des» (te doy para que me des), básico para escudriñar -hocicar si se quiere-  el insoportable, convulso, horripilante infierno (constatable) que padecemos los colombianos, producto del desgobierno; la inseguridad;  el desempleo; falta de oportunidades, etcétera, transmutado -por arte de birlibirloque- en fantasioso edén, exhibido en el edulcorado, desfigurado balance revelado al finalizar el 2019, por el novicio Presidente, que dista leguas de la cruda realidad, verdad.

Entelequia convertida por el precitado ‘mago’, mediante inadvertido pase mágico, en el ‘país de las maravillas’, que en lo único que se semeja, es en su inexistencia, según Lewis Carroll, su creador.

Impostura que es una vuelta más de tuerca al proceso de desplome inevitable del moribundo régimen, en estado terminal que, mientras ‘Colombia se incendia’, el embelesado, impasible, parsimonioso Nerón criollo, se divierte con la creencia de poder gobernar bajo la égida -exclusiva- del fragmentado CD, amparado en el fachendoso, sofista eslogan: “El futuro es de todos y juntos lo vamos a construir”; lema que dependiendo del escenario, audiencia, sutilmente parafrasea -como en el Encuentro Empresarial y Gremial de la Cámara de Comercio de Medellín-: “Juntos Hacemos Empresa y Construimos País”.

Añadió el muy guapetón: “Que la tengan bien clara los corruptos: aquí hay un Presidente honesto y comprometido con la defensa de los principios; a mí no me intimida ningún corrupto, porque como no tengo rabo de baja, me arrimo a cualquier candela”. Replicó un espíritu burlón: ¡Dime de qué alardeas y te diré de lo que adoleces!

Banal, burdo, estridente, insulso blablablá patriotero, sobrecargado de eufemismos, lugares comunes, comparable con la calenturienta, canallesca, desafiante, oprobiosa catilinaria vomitada en la posesión, por un medieval, parroquial, pusilánime, venenoso sujeto -ignorante supino-, motivada -dizque- en la dantesca herencia recibida al demonizado, injuriado, prostituido, ‘juampa’, milagrosamente recompuesta por el ufano, ensimismado, Presidente, prematuramente desgastado. Recuperación apalancada, potencializada por las inéditas: pujanza, versatilidad que le acomodan sus vergonzosos alzafuelles.

Resarcimiento anunciado con bombos y platillos y luces de bengala, en el memorable, ‘histórico’ fin de año.

Feroz diatriba del aguafiestas Macías, aullada en el lugar equivocado que, resultó tácitamente avalada -al no rectificarla-, ante la presencia de la comunidad internacional presente, que además de los improperios, soportaron el infernal chubasco, afrenta que deslegitimó el trufado llamado a la unión; oferta de construir sobre lo construido, al no uso del espejo retrovisor, notificados como indeclinables. Enmarañada, farragosa, fastidiosa retórica que, en vez de iluminar, ensombreció la velada para el olvido.

Y sobre la promesa de priorizar el proceso de paz, ha demostrado lo contrario, al dedicarse a torpedearla, mediante la inacción, falta de ejecución, inobservancia de los compromisos adquiridos por el Estado, conejo unánime, mundialmente censurado.

Leyenda negra, negacionista, coincidente con los perdigones de odio lanzados a diario, por el indómito pope y el hipnotizado, encandilado rebaño de esbirros, reforzados ahora por la ‘bodeguita’ destapada, implícita, explícitamente asentidos por el prescindible, sometido subalterno, con su ruidoso silencio cómplice.

Pruebas al canto:  El 57 % de las normas urgidas para la implementación, siguen sin trámite en el Congreso. Redujo el presupuesto (2020): 19 %, Agencia Nacional de Tierras; 13 %, Agencia para el Desarrollo Rural; 10 %, Agencia de Renovación Territorial; 7 %, Agencia para la Reincorporación. El 83 % de los reincorporados siguen sin hacer parte de ningún proyecto productivo. La verificación internacional en entredicho. Para culminar el proceso de reparación, tomaría más de 62 años, según el paso de tortuga imprimido.

Desesperanza avivada por el asesinato sistemático -a cuentagotas- de dirigentes indígenas, líderes sociales, desmovilizados, que sobrepasan los 250, en lo que va del cuadripléjico, insensible Gobierno, al que no se le movió ningún músculo de la cara, para exculpar, lamentar, condenar, expresar un sentimiento de pesar, dar las condolencias a los desconsolados padres, de los ocho niños ultimados en el encubierto bombardeo del Caquetá.

Como apéndice, agrego que, al tratar de influenciar con apriorísticas opiniones, la justicia, prejuzga, igual que cuando pregona la bondad, inocencia (anticipada) de Uribe, en un claro irrespeto a la independencia de poderes; peca -igualmente- al impulsar la ley Arias -con nombre propio-, sin parar mientes en los efectos colaterales que, de aprobarse, abriría la mítica ‘caja de Pandora’, en grave perjuicio institucional, presupuestal.

26/02/2020 – Continúa

http://articulosmarioariasgomez.blogspot.com.co/30

PD. «Noblesse oblige». Agradezco al consagrado investigador, LUIS MEJÍA, su alentador, vivificante mensaje: “Por dios hombre mario, somos colegas y obreros en el mismo duro oficio de abrir las mentes de nuestros contemporáneos y ayudarles a familiarizarse con ideas y enfoques diferentes a los que están acostumbrados. Cordial saludo de amigo”.

 

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mario arias gómez
mario arias gómez

Abogado, periodista y escritor


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