Alemania anunció que destinará 100.000 millones de euros a un fondo especial para sus fuerzas armadas

Primera-. La Asamblea General de la ONU abrió ayer (lunes) una sesión especial sobre Ucrania, reunión muy poco habitual, en medio de llamamiento por parte de los principales dirigentes de la organización a un alto el fuego inmediato. Se trata de la undécima sesión especial de emergencia que celebra la Asamblea General en toda su historia, cuya convocatoria fue demandada el domingo por el Consejo de Seguridad como respuesta al veto por parte de Rusia de un documento para denunciar la guerra.

En la Asamblea, donde no hay poder de veto, los 193 Estados miembros de Naciones Unidas discutieron la situación en Ucrania y una resolución sobre el asunto, se espera sea votada en los próximos días, probablemente mañana (miércoles). El texto, que no tiene carácter vinculante, condenaría la invasión por parte de Rusia y exigiría la retirada de sus tropas.

El presidente de la Asamblea, Abdulla Shahid, abrió la reunión subrayando que la ofensiva militar rusa “es una violación de la integridad y la soberanía de Ucrania y es inconsistente con la Carta de Naciones Unidas”. “Hoy, renuevo mi llamamiento a un alto el fuego inmediato, a todas las partes a ejercer máxima moderación y por un retorno completo a la diplomacia y el diálogo”, dijo.

Segunda-. El Kremlin ha ordenado redoblar la ofensiva ante la feroz e inesperada resistencia de Ucrania y está golpeando infraestructuras estratégicas de gas y petróleo.

En esta guerra, las diferencias entre los ejércitos de ambos países son abismales. Los 196.000 efectivos de Kiev frente a los 900.000 soldados de Moscú son sólo un ejemplo de la brecha en este ataque, pero, hasta el momento, y en el quinto día de ofensiva, Moscú no ha conseguido hacerse con el control de ninguna ciudad importante.

El Ejército ruso anunció que había entrado en Járkov, la tercera ciudad del país, pero las autoridades aseguran haber repelido el ataque. Los soldados de Ucrania siguen resistiendo el asedio a Kiev, donde el Gobierno mantiene confinada a la población ante la posibilidad de que los ataques lleguen al centro de la ciudad. A última hora, la capital quedó sitiada por las tropas rusas, así que la evacuación de los civiles ha quedado suspendida.

Tercera-. Este es el escenario en el que Putin, ante la presión de Estados Unidos y la UE, ordenó ayer poner «en estado de alerta» las fuerzas de disuasión de Rusia, que incluyen sus armas nucleares. Putin reaccionó así ante lo que considera declaraciones agresivas de los principales países de la OTAN sobre la invasión de Ucrania y las sanciones de Occidente. Rusia posee el arsenal nuclear más importante del mundo y los analistas no creen que Putin vaya a pulsar el botón nuclear, pero sí que esté utilizando la amenaza para desalentar el apoyo de la Alianza Atlántica a Ucrania.

 

Pese a todo, Kiev y Moscú retomaron el diálogo -sin ningún acuerdo- en una ciudad bielorrusia cercana a la frontera ucraniana, a pesar de que el presidente Lukashenko es el aliado internacional más cercano a Putin. La prensa suiza avanza que las conversaciones podrían trasladarse a su territorio.

Cuarta-. Los aliados occidentales amplían su ofensiva económica contra Moscú. Europa envía ayuda a Ucrania, cierra su espacio aéreo y bloquea los canales rusos de propaganda en la UE. EE.UU. y Europa acordaron expulsar a los bancos rusos de SWIFT, el sistema financiero mundial que permite la comunicación entre cuentas bancarias de todo el mundo.

Aunque se trata de la sanción económica más dura de las impuestas hasta ahora a Rusia por su agresión a Ucrania, la desconexión será sólo parcial puesto que afectará sólo a algunos bancos rusos y porque seguirá permitiendo el pago del gas y el petróleo mediante este sistema. La medida se une a la congelación de los activos del banco central de Rusia para impedir que sirvan para financiar la guerra y a la prohibición de que los hiperoligarcas rusos utilicen sus activos financieros en los mercados internacionales.

Quinta: Además, la UE aprobó el envío de material bélico a Ucrania. Es la primera vez en su historia que los 27 apoyan con armas a un país en conflicto. Varios de los socios europeos habían anunciado ya el envío de material de guerra para apoyar al Ejército de Zelensky, incluida Alemania, que el sábado dio un giro de 180 grados a su política de no suministrar armas a países en guerra.

España envió 20.000 kilos de material sanitario y de protección, mientras prepara también cien camas en hospitales de Madrid y Zaragoza en caso de que sea necesario atender a sus heridos. De momento, no está previsto que el Gobierno español suministre armamento a Kiev.  Y, por último, la UE decidió también cerrar su espacio aéreo a los aviones rusos y cortar las emisiones de la cadena Russia Today y la agencia de noticias Sputnik, a las que considera instrumentos de propaganda del régimen.

Ñapa

Alemania, un día después de anunciar el envío de ayuda militar a Ucrania, el canciller confirmó que su Gobierno destinará 100.000 millones de euros a un fondo especial para sus fuerzas armadas, aumentando su gasto en defensa por encima del 2% del PIB.

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