“¿Servidores de Satanás?, Bill Gates y George Soros»
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P
rimera-. El presidente de la Universidad Católica de San Antonio (UCAM), en Murcia (España), José Luis Mendoza, se sumó a las teorías conspirativas en torno a la propagación del covid-19 a través de un discurso en el que ha llamado “esclavos y servidores de Satanás”, a Bill Gates y George Soros. Además, ha sostenido que la pandemia de coronavirus es obra de “las fuerzas del mal” y del “anticristo”. Durante un acto para celebrar la festividad del patrón de esta institución, aludió a los actuales “tiempos de coronavirus, de sufrimiento”, achacándolo a “las fuerzas oscuras del mal”, puesto que “en cada generación aparece el anticristo”, así como “aquellos que les sirven, con gran poder, queriendo usurpar el nombre de Dios”.
En este punto sostuvo que en la Olimpiada de Londres de 2012 se anunció el coronavirus con “imágenes de féretros”.
En esta misma línea, Mendoza señala al magnate estadounidense Bill Gates y al multimillonario de origen húngaro George Soros, preguntándose por qué ambos “anuncian desde hace años que se avecinaba el coronavirus“. “Y quieren también controlarnos cuando se encuentre la vacuna con un chip a cada uno de nosotros para controlar nuestra libertad. ¿Pero qué se han creído? Esclavos y servidores de satanás“, concluyó en referencia a los dos multimillonarios.
Segunda-. Fronteras en tensión. Pyongyang destruyó ayer por sorpresa un edificio situado en la zona desmilitarizada entre las dos Coreas, empleado para las conversaciones entre funcionarios de ambos países. La acción se produjo tras varios días de advertencias subidas de tono a Seúl por permitir el envío de panfletos de propaganda sobre su territorio.
La situación ha aumentado la tensión y amenaza con dinamitar el precario equilibrio que reina en la zona desde el acercamiento registrado hace dos años entre los dos vecinos. También ha subido la temperatura en otra zona complicada.
El martes, 20 soldados indios murieron tras combatir con tropas chinas en la disputada frontera del Himalaya, lo que ha despertado los temores sobre un posible enfrentamiento entre las dos potencias nucleares.
Tercera-. La tecnología también es racista. IBM, Amazon y Microsoft anunciaron la semana pasada la suspensión o restricción de sus sistemas de reconocimiento facial, que llevan mucho tiempo enfrentándose a malos resultados y a fallos discriminatorios por el color de la piel.
La cuestión es especialmente delicada en este momento de protestas antirracistas tras el asesinato de George Floyd puesto que todas estas compañías venden sus sistemas de reconocimiento facial a agencias policiales o de seguridad. La cuestión es que la tecnología no es infalible puesto que aprende de los datos que aportan los humanos, inseparables de sus sesgos personales.
Cuarta-. La policía francesa consiguió tomar ayer el control de la ciudad de Dijon, de 150.000 habitantes, después de cuatro noches de disturbios entre pandillas rivales. Un centenar de chechenos llegados de toda Francia, de Bélgica y de Alemania, se presentaron en la ciudad el viernes por la noche armados hasta los dientes.
Respondían a una convocatoria en redes sociales para luchar contra la comunidad magrebí de la ciudad en venganza por una supuesta agresión a un joven de origen checheno unos días antes. El Gobierno francés ha prometido firmeza tras los enfrentamientos con disparos, armas de asalto, barricadas y coches y contenedores incendiados.
Quinta-. Una investigación de la Universidad de Oxford indica que la dexametasona, un fármaco barato, accesible y muy conocido ha conseguido reducir un tercio las muertes en enfermos de
coronavirus con ventilación mecánica. La dexametasona es un esteroide que se emplea para la artritis reumatoide y el asma y los expertos consideran que el estudio en el que se basan estas conclusiones es bastante sólido.
Hasta ahora, la opción terapéutica más extendida para tratar el Covid era el remdesivir, caro y escaso, y que simplemente reducía el tiempo de recuperación en el hospital. La noticia ha sido recibida en todo el mundo con una mezcla de esperanza y prudencia.
ÑAPA
Pekín ordenó ayer el cierre de todos los colegios de la capital y de numerosos centros deportivos a causa del rebrote de coronavirus detectado en la ciudad la semana pasada, que deja ya más de un centenar de infectados. China teme que este brote sea más contagioso que el de Wuhan, donde se originó la pandemia.
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