Por Roberto Trobajo Hernández.
La presencia de espías rusos, cubanos, chinos, quienes vienen haciendo espionaje en Colombia, más allá de hacerle contrapeso a la embajada norteamericana en Bogotá –una de las más grandes del mundo- busca darle tranquilidad al régimen de Maduro, a partir del 2022.
En Inteligencia hay una premisa, ineludible: “confía en las fuentes, pero comprueba”.
El G2 cubano es el que manda a los espías venezolanos.
La Inteligencia cubana ha venido acercándose, influyendo, en las fuerzas de izquierda colombianas; pero saben que necesitaran miles de millones de pesos para el financiamiento de acciones contra la Derecha en Colombia.
Cuba no tiene dinero para eso y Venezuela menos, pero la que sí puede poner la plata es Rusia.
Los rusos andan viendo adónde invertirán al hacer injerencias de cara a las elecciones del 2022.
Es que Rusia, Cuba, China, necesitan hacer subir a un presidente colombiano y congresistas “progres”, de “centro”, que les bajen presión a Venezuela, porque para los rusos, cubanos, chinos, se vienen afectando sus intereses geopolíticos-económicos en Venezuela.
Los rusos, cubanos, chinos, anhelan que en Colombia suba al poder un gobierno distinto a los que hasta ahora han regido a los colombianos: un eventual gobierno de “centro”, “demócrata” al estilo de Joe Biden le sería idóneo para seguir explotando a Venezuela.
Un nuevo gobierno colombiano, a la medida de Rusia-Cuba-China, restablecería relaciones con el régimen venezolano: así Maduro la tendría fácil,
Cuba viviría de Colombia por carambola, mientras Rusia y China explotan más a Venezuela, sin ruidos.
Las autoridades colombianas son “demasiado diplomáticas”, cada vez que descubren a espías cubanos, venezolanos, rusos, les expulsan del país y ya.
En Rusia, Cuba, China, USA, a los espías los meten presos, les condenan por espionaje, y hasta los utilizan para negociar extraditarles a cambio de canjes o dólares.
Así las cosas, no es descartable pensar que en la medida en que se acerquen las próximas elecciones en Colombia, aumentarán los espías foráneos quienes intensificarán espionajes.
Maduro andará feliz porque le bajarán presión, gracias a sus “aliados” Rusia, Cuba, China, potencias en hacer espionaje y experimentadas en injerencias políticas para satisfacer sus intereses hegemónicos.
