El último hecho ocurrido en la revista Charlie Hebdo en Francia es otra muestra de que no se puede seguir subestimando a una organización bruta y sanguinaria como se ha hecho es éstos últimos tiempos.

La sigilosa barbarie

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Hace varios años viene tomando mucha fuerza aunque de manera silenciosa un enemigo considerable para la democracia y la sociedad libre occidental: la yihad islámica. Ese grupo de dementes extremistas musulmanes que han sembrado terror a lo largo del mundo. Quizá con una gran cuota de negligencia se ha permitido que ésta secta a todas luces ciega y terrorista penetre en diferentes partes del mundo, camuflada entre los musulmanes de bien quienes viven su religión con todo el respeto  y discreción.

El último hecho ocurrido en la revista Charlie Hebdo en Francia es otra muestra de que no se puede seguir subestimando a una organización bruta y sanguinaria como se ha hecho es éstos últimos tiempos. Sus tentáculos terroristas han logrado abrazar la guerra en otras partes del mundo, sus brazos criminales han logrado calar con el grupo terrorista FARC por ejemplo donde son socios narcotraficantes con Al Qaeda.

Charlie Hebdo es la muestra de que el terrorismo islámico no entiende de democracias, de respeto a la libertad de expresión y de la misma vida, a partir de 2006 la satírica revista francesa fue puesta en la diana de los extremistas, por publicar una caricatura burlesca sobre Mahoma a la cual varias organizaciones islámicas respondieron con demandas. Allí no terminaría todo ya que en 2011 un coctél molotov estalló en las instalaciones de la revista que a la postre incendiaría parte de sus instalaciones. Pero el golpe final de éstos bárbaros se dio el 07 de Enero, donde presuntamente 3 irracionales ingresaron a la sede de Charlie y abrieron fuego asesinando a 12 personas entre ellas al director de la Revista Stephane Charbonnier mientras gritaban “Alahu akbar” (Alá es grande). Charlie ha pagado duramente su burla, pero de ninguna manera es inaceptable que se permita que a la crítica y la sátira se le silencie con terrorismo, aunque así han respondido siempre esos idiotas.

Los extremistas ya han desembarcado en Europa, ya llegaron a América, el terrorismo islamista está agazapado mirando hacia todo el mundo, trata de centrar la atención en oriente medio donde las fuerzas occidentales se enfrentan al Estado Islámico, pero mientras todo esto sucede ya han logrado infiltrarse y atacar desde otras partes del mundo, desde Londres hasta New York, por último en París la ciudad de la luz.

El mundo no debe seguir subestimando a éstos dementes, son golpes duros los que han propiciado en varios países y los líderes del mundo de manera tibia siguen permitiendo su avance, se cree que están muy lejos, que son inofensivos desde nuestros sillones donde miramos el noticiero, pero no es así, ya que por ejemplo en Colombia hay un grupo terrorista como las FARC que sigue vigente y comparte con el extremismo musulmán el narcotráfico, el anti occidentalismo y el poco respeto hacia la democracia. Es el botín que persiguen en su común cabeza demencial. No nos podemos dejar amedrentar por los violentos, ante el terrorismo firmeza.

¡Duele la libertad de expresión, duele Charlie!.

 Por Rafael Aristizábal

 

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