El Ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, confirmó a la opinión pública, aunque a regañadientes, que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) tiene secuestrados a los tres periodistas Salud Hernández, Diego D’ Pablos y Carlos Melo en la violenta región del Catatumbo, en Norte Santander.
Aunque el Ministro no lo calificó de secuestro y sí de retención, lo cierto es que ese grupo guerrillero tiene en contra de su voluntad a Hernández y a los dos comunicadores de RCN Televisión, desde el pasado sábado 21 de mayo de 2016.
La columnista colombo española fue raptada cerca al Tarra, cuando pretendía hacer un reportaje sobre cultivos ilícitos y algunas personas plagiadas por la subversión en la zona. A su turno, D’ Pablos y Melo fueron apresados porque se internaron en la convulsiva región tras el rastro de Hernández, pues estos pretendían saber que había pasado con su colega y, al parecer también fueron secuestrados por el mismo frente que se la llevó a ella.
El propio Presidente Juan Manuel Santos había dicho a los colombianos que no tenía certeza sobre el secuestro de Hernández, ya que unos contactos de alta credibilidad en la Casa de Nariño le habían asegurado que la comunicadora, al parecer, estaba con el ELN por su propia voluntad, realizando un trabajo periodístico.
Aunque el Gobierno Nacional pretenda minimizar el caso y poner este secuestro como una simple retención, para no entorpecer unas futuras negociaciones de paz con el ELN, hay que decir que se trata de un rotundo plagio.
La administración Santos cuando vio que no podía ocultar más el caso a la ciudadanía emitió este corto comunicado rechazando es acción violatoria de la ley por parte del grupo subversivo.
Comunicado de prensa de los negociadores con el ELN y las FARC
«Ante la confirmación, por parte del Ministerio de Defensa, del secuestro de los tres periodistas Salud Hernández-Mora, Diego de Pablos y Carlos Melo, por el ELN, las delegaciones de Gobierno en los diálogos con el ELN y las FARC rechazamos enérgicamente este hecho y exigimos la liberación inmediata de los periodistas y de todos los secuestrados.
De igual forma, nos solidarizamos con las familias frente a la dolorosa situación que están viviendo.
El respeto por la libertad individual y de prensa es una de las bases de una democracia plena y garantía de la paz. En un país, que hoy transita hacia la construcción de una paz estable y duradera, es inaceptable que sigan ocurriendo atentados de este tipo contra la sociedad».