No saquen corriendo a los industriales

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 Una empresa incurre en una decisión de cierre cuando producir le sale más caro que no producir. Los ingresos marginales sobre la producción no compensan los costos marginales y la contribución o utilidad operacional marginal se vuelve negativa. Esta situación tiene dos componentes de explicación, que pueden ser temporales y cuando es más preocupante, a largo plazo, obligan a un cierre definitivo de la producción industrial. El primer componente obviamente es el precio, cuando el mercado tienen nuevos competidores con precio bajo que destruyen el ingreso de un sector volviendo industrias enteras no viables. Esto sucede por ejemplo con calzado, juguetes, ropa, elementos de utilería y otros suministros que vienen de fábricas de Asia. Países como China tienen niveles de producción gigantes que conducen a precios irrisorios de los productos, comparados con los precios de nuestros mercados pequeños.

El segundo efecto es obviamente el volumen. Cuando el mercado se satura de competidores, todos pueden tener buen precio pero las cantidades simplemente no dan para cubrir los costos fijos de operar. Cuando se sobrepasa el número de competidores óptimos para un mercado, todos pueden llegar a estar por debajo de su punto de equilibrio. Por lo general cuando hay disminución de cantidades vienen reducciones de personal y eliminación de gastos de mercadeo y ventas. A veces el impacto es tan fuerte que la decisión es parar las máquinas. Para ser precisos, el cierre viene cuando, sin producir, solamente se incurre en los costos fijos, el menos malo de todos los escenarios de producción.

Desde 2013 el exministro y consultor económico Rudolf Hommes viene pidiendo una reforma de choque a la política industrial. Debe tener una mezcla correcta de cierto número de sectores de nuevas exportaciones. Con la cantidad de tratados de libre comercio que hemos firmado se debe buscar un balance que no implique subsidiar más ni volver al mercado cerrado o proteccionista de décadas pasadas. En los últimos días se conoció del cierre de la planta de Chiclets Adams en Cali, y los industriales del país y sobre todo del Valle del Cauca recordaron algunos ejemplos de emblemáticas compañías que decidieron, por una suma de variables similares, cerrar sus plantas durante éste gobierno. Bayer cerró la planta de Cali para llevarla a Centroamérica después de más de 100 años de presencia en nuestro territorio. La filial de Michelin, Icollantas había cerrado hace dos años sus plantas de Cali y Chusacá (Cundinamarca) para operar desde otra región. Kraft también se había retirado por problemas estructurales con los no pagos del mercado de Venezuela.

Los pequeños industriales dicen estar reventados. El fuerte movimiento del dólar, las caídas en demanda de algunos sectores, el contrabando que viene de otros países, los productos de cuestionable calidad y bajos en precio que ingresan del mercado asiático y la rampante informalidad y piratería plantean un ambiente demasiado hostil para cualquier emprendedor que intenta montar una fábrica.

No hemos ni siquiera mencionado una línea del tema impositivo para no complicar mucho más el panorama. Si vuelven a inventarse otra reforma tributaria “estructural” debe ser para bajar el impuesto de renta, bajar el IVA y no subirlo como quieren a 18% y desaparecer impuestos regresivos como al 4 por mil y el CREE.

Un país que quiere progresar y volverse líder de la región debe ayudar a sus pequeños empresarios a surgir para aumentar la economía, y vía mayor tamaño del PIB recaudar por volumen y no por aumentos de tasas. Un reciente estudio presentado por la firma Corredores Asociados muestra un tremendo desequilibrio impositivo para aquel empresario industrial que quiera hacer las cosas legalmente. El porcentaje sobre las ventas sumando todos los impuestos es demencial. (Ver informe) Ojalá el gobierno deje de pensar sólo en cómo firmar la paz. Eso es importante, pero el país no se puede dar el lujo de ahuyentar a los industriales. Con estas condiciones cada vez más empresarios van a salir corriendo a montar los fierros en otro lado.

Ñapa: Increíble que después de la crisis financiera de 2008 ahora los bancos hayan manipulando información de tasas de interés para manipular el mercado mundial de divisas. Bien merecida la multa al JPMorgan, Citigroup, UBS, Royal Bank of Scotland y Barclays.

Por Jorge Hernán Peláez

Tomado de la República

 

 

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