Nuevas pruebas en los casos Uribe Vélez

Compártelo:

Por: Juan David Escobar Cubides

Twitter: @JuanDaEscobarC

Recientemente, se conocieron nuevos elementos de prueba en el caso de los hermanos Uribe Vélez.

En primer término, sobre el caso de Santiago Uribe (hermano del senador y expresidente) donde se conoció el testimonio de un exparamilitar que, resulta sumamente útil, conducente y pertinente para determinar dos aspectos: el primero, su posible inocencia en un proceso que se le adelanta por supuestos vínculos con grupos paramilitares y, el segundo, el miserable entramado del que también ha sido víctima por parte del cartel de falsos testigos.

La prueba a la que hacemos mención es el testimonio tajante del exparamilitar alias ‘Monoleche’ en la que afirmó de manera clara, detallada y contundente ante un estrado judicial que, durante los 15 años que integró aquel grupo ilegal, bajo ninguna circunstancia escuchó tema alguno sobre los hermanos Uribe Vélez, ni personal ni patrimonial, ni por sus propiedades ‘Las Guacharacas’ y ‘La Carolina’. Asimismo, fue enfático en afirmar bajo gravedad de juramento que, durante el tiempo en el que estuvo en prisión, Pablo Hernán Sierra, conocido con el alias de ‘Alberto Pipintá’ le habría ofrecido beneficios económicos y jurídicos a él, y a los paramilitares alias el ‘Alemán’, alias ‘Hasbún’ y alias ‘Ernesto Báez’, dizque en nombre del Senador comunista, Iván Cepeda, para que “envainaran” a los hermanos Uribe Vélez. Lo cual, cobra sentida relevancia, pues es sabido que el Senador Iván Cepeda es un declarado enemigo político del expresidente Uribe y haría cualquier cosa para acabarlo moral y políticamente, haciendo uso de todas las formas de lucha.

Además, es cuento de vieja data que, el Senador comunista, Iván Cepeda, se ha paseado por todas las cárceles habidas en Colombia, bajo la excusa de preservar los derechos humanos de los reos con el único fin de recolectar falsos testigos para encochinar a sus adversarios a cambio de beneficios. Tema que, la justicia debería revisar con seriedad y prontitud porque la gravedad del asunto acarrea graves consecuencias jurídico-penales para ese sujeto.

En segundo término, sobre el caso del expresidente Uribe, en el que la corte suprema de justicia de manera arbitraria desestimó importantes elementos de prueba, como el testimonio determinante de Enrique Pardo y unas entrevistas a unos testigos aportadas por su defensa. Lo cual, no tiene presentación alguna.

Sin embargo, recientemente apareció un elemento de prueba determinante que sí debe valorarse de manera oportuna, toda vez que se trata de una carta del exparamilitar Juan Carlos Ramírez Sierra, conocido con el alias del ‘Tuso Sierra’, en la que manifestó que, estando recluido en la prisión federal de ‘Washington Correctional Treament Facility’, recibió la visita oficial de los señores Iván Cepeda, Piedad Córdoba y Rodrigo Lara, quienes según él, le pidieron que rindiera una declaración contra el senador Álvaro Uribe Vélez, dizque “por los presuntos vínculos de este, con grupos al margen de la ley”. Lo cual también reviste una gravedad exorbitante por la trascendencia del asunto, en la medida en que, si a Uribe lo citaron a indagatoria careciendo de unos elementos probatorios sólidos para hacerlo, mínimamente, deberían hacer lo mismo con los visitantes anteriormente mencionados por el ‘Tuso Sierra’, pues se trata de un testimonio sumamente grave que, tiene como probarse, ya que relaciona a tres sujetos- dos de ellos congresistas- que viajaron hacia Estados Unidos para concertar un burdo entramado criminal.

Ante dichas situaciones la corte suprema debe obrar de conformidad y atender la situación con diligencia. Así podría más o menos, reivindicarse; de no hacerlo por su pasividad y preferencia, resultaría prudente que, la defensa del expresidente Uribe acudiera a la CIDH, pues por ningún motivo puede permitirse semejante vulneración al debido proceso. Además, a estas alturas el sesgo judicial no tiene parangón. Por ello, es menester agotar todos los recursos posibles para evitar la consumación de una vulgar infamia.

Compártelo:
Juan David Escobar Cubides
Juan David Escobar Cubides

Columnista


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *