Por mario arias gómez*
Bogotá, D. C. 24 de enero de 2019
P
rimera-. Crónica de una revuelta anunciada. Principio del fin, pareciera ser el título apropiado para referirse a las multitudinarias manifestaciones que se dieron ayer, en los 23 estados de Venezuela y el Distrito Capital; frente a la OEA; la sede europea de Naciones Unidas en Ginebra, en todas, portando pancartas de repudio al dictador Nicolás Maduro, ‘Maburro’, en otras de apoyo a «Guaidó presidente»; manifestaciones replicadas en el mundo entero, reforzadas por la creciente presión de más de 60 gobiernos, que por diferentes medios le han hecho saber -de frente- al usurpador ‘Maburro’, que no lo reconocen como presidente, por haber obtenido su reelección, en unos comicios tildados de espurios, fraudulentos, en los que no pudieron participar sus principales adversarios y competidores.
Gran parte de la comunidad de bien internacional, que considera ilegítimos los resultados de las elecciones, en las que, el artero pícaro, el iletrado estafador de marras, revalidó su presidencia venezolana, sin la presencia de la oposición, jubilosa celebró ayer, el que la oposición, dividida hasta hace bien poco, haya conseguido por fin, aglutinarse, reagruparse, rearmarse, para levantarse como un solo hombre, contra el malandro en cuestión.
Segunda-. La salida militar, es -para mí- la única salida. No hay otra, la cual se entrevé, en el pedido hecho por el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, para que ‘Maburro’ abandone el poder, ya, según lo expresó en un artículo de opinión, que publicó en el diario, Wall Street Journal, del que extraigo esta clara y perentoria advertencia: «Como le dije al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, el presidente (Donald) Trump y los Estados Unidos, apoyan con determinación al pueblo venezolano en la búsqueda por recuperar su libertad frente al dictador«. A su vez, un alto funcionario del Gobierno, que no quiso ser identificado, advirtió enfáticamente, que el Gobierno mantiene «todas las opciones sobre la mesa, si ‘Maburro’ responde con violencia, al anuncio del prometedor jefe del Parlamento venezolano, de que asume la Presidencia en encargo de Venezuela”. Más claro no canta un gallo.
Tercera-. Por otra parte, ‘el señor del peluquín’, Donald Trump, expresó su respaldo al Guaidó, pocos minutos después de que éste se declarara en Caracas «presidente encargado de Venezuela» para buscar la salida del poder de Maduro, ante una inmensa multitud de seguidores del constitucional acto. Anunció -a renglón seguido- que lo reconoce “como presidente legítimo ‘interino’ del país”, con lo que aumenta la presión sobre el sátrapa en cuestión. Reiteró, que continuará «usando todo el peso del poder económico y diplomático de Estados Unidos, para presionar por la restauración de la democracia venezolana«. “El pueblo de Venezuela se ha pronunciado valientemente contra el régimen y ha exigido libertad y Estado de derecho«, añadió en un comunicado. Instó a otros gobiernos de la región, a que reconozcan también a Guaidó, en el marco de la aguda crisis que vive Venezuela. Concluyó citando una frase que atribuyó al presidente de la AN: «La violencia es el arma del usurpador; solo tenemos una acción clara: permanecer unidos y firmes por una Venezuela libre y democrática«.
‘Maburro’ replicó de inmediato (qué miedo) con el anuncio de la ruptura de relaciones diplomáticas con Washington, y el pedido al Ejército “para que se mantenga fiel al régimen”. Gran parte de lo que ocurra a partir de la fecha dependerá del lado del que se pongan los militares. Las protestas de esta noche dejan al menos 14 muertos y más de 200 detenidos.
Quinta-. El locuaz presidente de Estados Unidos, anunció, con el hígado revuelto, es decir, ‘berraco’ o ‘verraco’, (recuérdese que en Colombia la diferencia entre una ‘b’ y otra ‘v’, puede provocar una guerra civil), que no pronunciará el acostumbrado discurso anual en el Congreso sobre el Estado de la Unión, debido al cierre parcial de la Administración, que cumple ya 34 días. La presidenta de la Cámara, la demócrata Nancy Pelosi, retiraba esta semana la invitación que cursó a Trump a principios de mes, para que interviniera en el Congreso, el próximo 29 de enero. Argumentó falta de seguridad por el cierre de la Administración. El airado presidente respondió, descontrolado, que mantendría su cita “en tiempo, fecha y lugar”, pero anoche se ’mamó’, al anunciar que esperará a que se resuelva el contencioso que mantiene con el Congreso, que se niega a proporcionar el dinero que requiere para construir el maldito e incivilizado muro.
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