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Este artículo lo escribo en homenaje a un hombre que lucha por la humanidad, el pintor Antonio Camaró, por su aporte al mundo.

Eduardo Padilla Hernández

Abogado/ Presidente Red Colombiana de Veedurías.

El ser humano por medio de la nave de su imaginación va creando sus sueños y proyectos presentes y futuros , buscando su equilibrio para ser libre y feliz, pero para ser feliz tiene que atreverse aventurarse al misterio de su propia mente, de su propio autoconocimiento e ir quitándose de sus caminos sus propias piedras y zarzas para conseguir caminos serenos y libres, de cielos brillantes y hermosas estrellas, donde hayan oasis y paisajes frondosos para todos, sabiendo que su vida esta por encima de cualquier circunstancia por muy malas que sean estas , porque las circunstancias pasan como las olas del mar que no siempre están arriba ni siempre están abajo pero para ello tenemos que tener coraje y valentía para adentrarnos en lugares que nadie ha mirado antes o se atrevido a entrar y esos lugares son nuestra propia mente, ser y corazón e incluso teniendo miedo que es común a todos los seres humanos no nos debe impedir a actuar para el bien común y profundizar en el misterio de nuestra propia mente y esa es la diferencia entre un ser que busca sus potencias, habilidades e ingenios para el bien común de la humanidad y otro que ni siquiera es consciente de su propia existencia.

Es la mayor aventura que el ser humano puede tener, el viaje a su interior, desvelando sus secretos de su propia existencia sabiendo que somos co-creadores de nuestra vida y que tenemos una gran capacidad de resiliencia para reinventarnos y crear un buen tejido social y como decía Platón para ello debemos conocer nuestras propias técnicas o también como decía el aforismo de la antigüedad griega” conócete a ti mismo” para conseguir un buen equilibrio entre el entorno y todos los seres humanos.

Pero vivimos en un mundo de superficialidad donde los planteamientos profundos han hecho “mutis”. Lamentablemente hoy “la mayoría de personas solo pedimos algo que consumir”.

Hoy vivimos tiempos de crisis y siento decir que son tiempos benditos, si gracias a ellos conseguimos cambiar nuestro mapa, nuestra hoja de ruta y sobretodo conseguimos serenarnos y así re-pensarnos y re-sentirnos.

Más que nunca necesitamos un cambio de rumbo sentido desde nuestro interior. Y para ello, hemos de sentir, hemos de afectarnos, hemos de vibrar. Y es aquí donde el arte o el artista entran en acción. Como decía María Zambrano “el objeto artístico nos ayuda a percibir la realidad de un modo sentido”. Y es cuando sientes, cuando te conmueves, cuando se inicia la acción.

Quiero ser el pintor que vuelva a la vida y a la vida en abundancia en una época que nos ha llevado a todos a este desequilibrio como bien bautizo el filosofo Gilles Lipovetsky “ la era del vacío” una sociedad marcada por un neoindividualismo excesivo y un narcisismo radical y a la vez un capitalismo voraz y desproporcionado.

Quizás es momento de primaveras silenciosas para crear bellas sinfonías que hagan saber que la humanidad es una y que tenemos que trabajar todos unidos para el bien común de todos y de todo el mundo, mirado a la persona como un todo , como un ser completo que debemos cuidar, mimar, respetar y amar tenemos que tener en cuenta puntos de vista y recoger movimientos como el de la Antipsiquiatría o ecologistas o el de la no violencia o nuevas terapias para el crecimiento personal como la Gestalt, bionergética etc, etc… e incluso conocer valientes que nadaron en contra corriente y que quisieron crear un mundo mejor en contra de todas las adversidades o circunstancias negativas como por ejemplo Viktor Frankl, Carl Gustav Jung o incluso místicas como Hildegard Von Bingen o escritores como Aldous Huxley.

Quizás como he dicho anteriormente sea el momento y la ocasión de crear con nuestra poderosa imaginación un mundo mejor habitable y equilibrado respetando a nuestra propia naturaleza y el entorno.

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Eduardo Padilla Hernández
Eduardo Padilla Hernández

Abogado, Columnista y Presidente Asored Nacional de Veedurías


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