Una Consulta con Armando Martí: Diálogos con la vida

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Eliseo y Gloria son una pareja buscadora de respuestas. Ambos son terapeutas y han recorrido el mundo aprendiendo técnicas y métodos de reprogramación mental, sanación física, emocional y espiritual. Al final de una conferencia que dicté hace 12 años sobre Desarrollo Personal, Logoterapia y PNL (Programación Neurolingüística) para un nutrido grupo de psicólogos, psicoterapeutas y consultores en recursos humanos, fui abordado por ellos y entablamos un diálogo interior acerca de la vida, la existencia y otros temas que a continuación les comparto:

Armando: Eliseo y Gloria, gracias por hacerme parte de esta conversación para compartir sus inquietudes e intereses intelectuales. Con gusto los escucho.

Eliseo: Armando, me atrae el conocimiento, pues todo lo que aprenda siempre me va a enriquecer. Hablemos un poco sobre nuestra sociedad actual, ¿cuál es su visión?

A: Estamos en un momento de transición y cambios hacia una “vida mejor”, pero esto no es cierto. Actualmente en la era de la información y la conectividad producto de las redes sociales, hay una sobre estimulación y un creciente deseo de consumo inmediato. Hemos pasado del orden y la armonía, al desorden y la agresión, inclinándonos hacia la enfermedad, la confusión y el caos. Las necesidades básicas humanas son físicas, emocionales, mentales y espirituales, pero muchas personas tienen desorientada su escala de valores y por eso no saben realmente lo que necesitan.

Algunos piensan que la meta en la vida es poseer dinero, bienes materiales y prestigio social, cuando en realidad se están desconectando de su parte espiritual agotando la posibilidad de encontrar paz y sosiego mental, pues permanecen agobiados por la ansiedad de convertirse en lo que los demás esperan de ellos. De allí la importancia de buscar espacios de soledad y calma, para saber quiénes somos y lo que en realidad queremos, sólo así lograremos integrarnos como células sociales decididas y conscientes.

Debemos aprender a manejar el equilibrio interior, basándonos en cuatro estados: el trabajo y la recreación, el amor y la espiritualidad, alcanzando una trascendencia hacia el desarrollo integral del ser. La unión siempre hace la fuerza. Como decía Teilhard de Chardin, religioso jesuita y filósofo francés: “nadie es libre por su propia cuenta, sino en virtud de una mano que lo libera”.

Gloria: Armando tengo muchas inquietudes en torno a la espiritualidad ¿es Dios ilimitado?

A: Si Gloria, Dios es ilimitado pero en su sabiduría pone sus propios límites al volverse creador de una humanidad imperfecta. Somos almas eternas, condicionadas para un constante aprendizaje y adaptación a los eventos de la vida. Adaptación significa: movimiento para el equilibrio. Cuando se acaban los movimientos, se tiende a desadaptarse y lógicamente a desequilibrarse. La falta de motivación para alcanzar la mejoría, puede verse reflejada en la aparición de una fuerza contraria que nos induce a hacernos daño.

E: ¿Se puede tener como apoyo las “muletas“ emocionales causadas por la dependencia hacia los demás?

A: Has dicho la palabra correcta: “muletas”. Siempre existe la posibilidad de que algún día “milagrosamente” podamos botarlas y caminar con nuestras propias piernas, pero nos acostumbramos a ellas y las convertimos en un apoyo incondicional. El ser humano está diseñado para evolucionar desde la concepción, desarrollando sus pensamientos, emociones e ideas integralmente, con el paso del tiempo. Esto nos salva y a la vez nos condena, pues somos la única especie en el planeta, con capacidad de crear diversas realidades gracias a la imaginación que habilita la autosugestión en positivo o en negativo, resistiéndonos muchas veces a los dones y talentos de la vida, los cuales fueron otorgados a nosotros como un derecho natural y de forma abundante por el Creador.

G: ¿Es tan poderosa nuestra mente Armando?

A: Los pensamientos tienen el poder de afectar nuestra realidad física y mental. Todo lo que uno se imagina sucede. ¿Por qué? La imaginación es el espejo del alma, pero a veces esta misma imaginación puede llevarnos a la crisis. La palabra crisis se deriva del griego: “crisos”, que significa: “único espacio para discernir”. Durante o después de una crisis, cada uno puede encontrarse a sí mismo.

Desde que nacemos hasta que morimos, estamos en constante indagación acerca de nuestra auténtica esencia, por eso no debemos temer a los problemas de la vida, ya que, fuimos diseñados para superarlos. Indudablemente nuestro cerebro continua siendo en gran parte un misterio y en el futuro la neurociencia determinará la ruta a seguir, resolviendo las preguntas más increíbles que podamos hacernos. Por ahora no hagamos resistencia ni tampoco nos quejemos de las situaciones del día a día, pues la vida no se puede mirar como un constante obstáculo por resolver, sino como un misterio para explorar y una experiencia para gozar.

E: ¿Alguna vez podremos llenar nuestros vacíos interiores?

A: Eliseo, no puedes preguntarle a un feto cómo va ser la experiencia cuando nazca, obligatoriamente el feto tiene que vivir el nacimiento, volverse un hombre y cambiar de dimensión. Sin embargo, cada alma es única y subjetivamente tarde o temprano llegará a niveles multidimensionales sin barrera alguna. Por ejemplo, la muerte no es un fin en sí misma, sino un puente para seguir avanzando y transformando nuestra consciencia en superconsciencia.

El ser humano durante toda su vida arma un rompecabezas gigantesco y con esto se siente bien, regular o mal física y psicológicamente, pero en el fondo no sabe lo que está armando, solo intuye que necesita de la fe, la esperanza, el amor y el optimismo, para continuar construyendo hacia el bienestar y el crecimiento interior. Una persona lúcida, comienza a cimentar algo coherente, pues es consciente que está edificando su misión y labor en este mundo. Muchas veces se piensa que al conocer el gurú de moda o leer un libro de autoayuda, se ha encontrado la respuesta a todo, lo cual es imposible. Nosotros somos seres fraccionados, que nos vamos integrando con el fin de encontrar la verdad dentro de cada uno. Vivimos en un proceso de conocer a Dios diariamente y a nosotros mismos hora tras hora.

G: Armando ¿cuál cree usted que son los pasos que debemos seguir para alcanzar un camino transpersonal?

A: Como decía el filósofo griego Sócrates: “conócete a ti mismo y conocerás al universo”, pero también es fundamental trabajar en la confianza y en la entrega de nuestra voluntad al cuidado de un Poder Superior. Todo proceso contiene pasos, no debemos saltarnos ninguno de ellos, pues esto nos traería desconcierto y confusión. Al ser influenciados por la religión y las estructuras científicas occidentales, creemos que nuestra vida es un paradigma lineal, es decir, todo es blanco o todo es negro, lo que no es completamente cierto, debido a que el verdadero equilibrio se logra al mezclar ambos colores, produciendo un tono gris, que sería el paradigma emergente.

De esta manera, podemos flexibilizarnos para mejorar nuestra percepción del mundo y amar al Creador, que sería nuestro amigo y no un juez o verdugo espiritual. Dios se pone feliz cuando le entregamos nuestra confianza, mostrándonos tal y como somos, sin sentir miedo, culpa o vergüenza, porque definitivamente Él no es castigador y por lo tanto, le entristece la hipocresía, la manipulación y la falsa moral. En resumidas cuentas, los sistemas religiosos y las instituciones, están hechas para controlar y manejar a sus miembros, a través de la premisa del premio o el castigo.

E: En mi vida Armando he buscado las respuestas en muchas religiones y tendencias espirituales ¿eso quiere decir que soy un hombre inseguro, que golpea todas las puertas para encontrar el entendimiento a mi realidad?

A: La curiosidad junto con la insatisfacción, son móviles durante la búsqueda espiritual. Existen circunstancias de dolor en nuestras vidas, así como también, de mucho gozo y alegría, por lo que es necesario, construir una actitud para soportar con paciencia y estoicismo los malos momentos, aprendiendo a disfrutar aquellos instantes que el universo nos regala para nuestra felicidad. Ninguna persona durante su existencia se va a “llenar” completamente, ni muchos menos va a encontrar todas las explicaciones que busca. En ocasiones la muerte es la única respuesta a tantas inquietudes y la apertura a otro nivel para discernir la verdad.

G: ¿Cómo hago para distinguir entonces entre el bien y el mal, cuando al parecer el mal esta enmascarado en el bien y muchas veces el bien es una mentira del mal?

A: Para entenderlo les comparto este aforismo: ni Dios ni el diablo pueden entrar en mi vida si yo no lo deseo, es decir, a mí el demonio no me incita al mal ni Jesús u otros maestros espirituales me iluminan, a menos de que yo, desde mi voluntad lo permita.

Dios está golpeando delicadamente y con gran respeto a mi puerta interior, mientras el demonio con sus tentaciones la está empujando con ansiedad y afán queriendo derribarla, pero ninguno de los dos puede ingresar hasta que yo decida abrir. Es en estas circunstancias de la vida, donde se debe aprender el valor y el poder que tenemos al decir: «si» o «no»Ese libre albedrío, es la gracia de nuestra alma.

Por: Armando Martí, Life Coach y Mental Trainer 

http://www.armandomarti.com

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Armando Marti
Armando Marti

Periodista, Escritor y Coach de Vida


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