Hace unos días, el representante de Aviatur, Jean Claude Bessudo, uno de los actores más influyentes dentro del mercado del turismo, me compartió las cifras de su compañía, así como de la industria. Con la impresionante devaluación de nuestra moneda en 2015, el registro total de viajeros internacionales desde Colombia hacia otros destinos, solamente se vio impactado marginalmente en 1% negativo, considerando cifras oficiales de Migración Colombia de 2015 frente a 2014.
El turismo del exterior hacia Colombia creció significativamente, especialmente en ciertos destinos, lo que era bastante previsible por el nuevo dólar y, por ende, la industria total observó un comportamiento de reactivación y buena salud. Las porciones terrestres y número de viajes aéreos tuvieron comportamientos mucho mejores de los esperados, y los porcentajes de ocupación hotelera se mantuvieron con tendencias importantes, aunque con diferencias al hacer el análisis región a región. La conclusión macro es que el viajero sigue viajando, así tenga que modificar algunos detalles y reducir gastos.
Naturalmente, hubo cambio de mezcla en los destinos favoritos de los colombianos. Se combinaron varios factores que alteraron los comportamientos. El principal efecto lo dio la eliminación de visado hacia un gran número de países europeos, junto con la posibilidad de conseguir euros mucho más baratos que dólares en las casas de cambio. Al abrir este panorama aparecieron nuevos destinos más económicos que Norteamérica, que incidieron en el reacomodo natural del gasto de los viajeros.
En el caso de viajes nacionales, el pareto sigue siendo Bogotá, al incluir viajes de turismo y turismo de negocios. Cartagena y Medellín son los dos destinos que siguen en volumen de viajeros. La capital tiene un comportamiento inverso, o antiestacional, a nivel de semanas y temporadas de vacaciones, pero en promedio cuenta con una ocupación hotelera importante que supera 57%, del cual entre semana alcanza a ser más de 70%. Más de la mitad de los viajeros que ingresan al país lo hacen por la capital. De los 9 millones de turistas totales que llegan, 1,5 millones son extranjeros y el resto nacionales, lo que convierte a Bogotá en el octavo destino turístico a nivel de América Latina, comparada con las históricas capitales como México D.F., Panamá, Buenos Aires o Lima.
Según cifras de Cotelco Bogotá, la ciudad cuenta con 400 hoteles inscritos en el Registro Nacional de Turismo que albergan una capacidad de 20.000 habitaciones, y tienen tarifas promedio de $170.000 por noche. Al llevar esto a dólares es una muy buena ciudad para el viajero de Norteamérica y Europa. La nueva directora del Instituto Distrital de Turismo, Adriana Marcela Gutiérrez, me explicó el megaproyecto que se va a desarrollar para recuperar zonas, vías, señalización, puntos de movilidad, mejorar seguridad, crear acceso a mayor infraestructura, ya que la administración que comienza quiere apostarle a fortalecer mucho más la conciencia del ciudadano para que Bogotá supere rápidamente ese octavo lugar.
El miércoles pasado el presidente Juan Manuel Santos sorprendió a los asistentes de la XXXV versión de Anato en Corferias con la noticia de la eliminación de IVA para turistas extranjeros en nuestro país. Este anuncio destapó la euforia de un evento que por lo general atrae miles de millones de pesos en negocios del sector. El efecto tributario favorable para los hoteleros colombianos será sin duda significativo, y el mensaje del Gobierno es que los grandes destinos deben seguir construyendo herramientas y campañas turísticas muy atractivas ya que competimos de tú a tú con países históricos que muchas veces ofrecen algunas comodidades que a nuestras ciudades les falta por implementar. Falta ver el mecanismo de la exención o devolución del IVA que desarrolle la Dian, pero sin duda Santos logró cambiar el tema de la agenda del sector con ese guiño inesperado. Ojalá no se equivoquen en la implementación.
Por Jorge Hernán Peláez
