
La Soledad del exPresidente Santos: «Ahí lleva la Plata que se Robó de Colombia», le gritan

El exPresidente de Colombia, Juan Manuel Santos, es sin duda uno de los hombres más odiados del país por la mayoría de la población nacional. Así ha quedadó demostrado muchas veces. En esta oportunidad, una ciudadana espontánea se lo encontró solo en un avión en Estados Unidos, en donde está viviendo (o vacacionando) el polémico exmandatario y de inmediato le recordó que fue «quien arruinó el pueblo, arruinó a todo el mundo. El de la Falsa Paz… ninguna paz hay en Colombia».
«Que satisfacción, tenía unas ganas de encontrarmelo, porque decía el día que me encuentre al Presidente Santos, por Dios que le digo su poco de m…», agregó la mujer con acento caribeño, quien grabó tres videos en su encuentro casual con Santos.
El caso soprendió a los otros pasajeros de la aeronave y algunos hasta intentaron silenciar a la dama colombiana, quien alegó que no callaba porque tenía todo el derecho de hablar, especialmente como una de las electoras defraudadas por Santos.
La mujer luego se bajó del avión y volvió a coincidir con Santos dentro del terminal aéreo, donde se recogen las maletas y se piden los taxi. Otra vez lo enfrenta y el mandatario permanece callado.
«Míralo ahí debe llevar la plata de Colombia, la que se robó… ladrón», le grita la colombiana a Santos.
Finalmente, cuando ya Santos sale del aeropuerto estadounidense y aborda su taxi para irse a su destino, la dama nacional lo vuelve a criticar.
«Andaaa, nadie lo quiere… Déjalo por allá en Bronx (uno de los sitios de más alta peligrosidad en Nueva York) para que lo roben», le insinúa la mujer al taxista que transporta al solitario Santos.
Los tres videos de la enfurecida dama se hicieron virales en las redes sociales.
Al parecer, Santos tendrá que seguir aguantando, durante toda su vida, los insultos de los colombianos, la mayoría de ellos por parte de quienes lo elegieron, debido a su mala gestión en todos los sectores y a su entrega total a las Farc, mediante el fallido Acuerdo de Paz de 2016, en La Habana (Cuba), porque los miembros de esa guerrilla nunca entregaron la totalidad de las armas, ni a los niños reclutados, no entregaron sus bienes, no indeminzaron a sus millares de víctimas y nunca pagaron un sólo día de cárcel por su crímenes.




