A los refugiados del Medio Oriente, que huyen de sus países por la violencia que ha desatado en la región el grupo terrorista Estado Islámico, les toca padecer toda clase de atropellos.
Ahora se conoció un conmovedor video en el que un integrante de la guardia costera griega, a bordo de un buque de vigilancia, intentó hundir la balsa en la que viajaban 58 refugiados que, finalmente, fueron rescatados por otro barco turco y por sus tripulantes.
Según las imágenes, los hechos se registraron el 12 de noviembre de 2015 cuando los refugiados a bordo de la balsa pedían auxilio. A cambio, el guardacostas intentó pinchar varias veces la balsa inflable con sevicia, utilizando una lanza de metal de grandes dimensiones. Los refugiados le gritaban y le suplicaban horrorizados, en medio de una histeria colectiva, que no lo hiciera, en la cual se destacan los llantos de los niños que estaban a bordo de la endeble y repleta embarcación.
Este es el video de YouTube, grabado por el barco turco:
De acuerdo con información de medios europeos, el buque griego se marchó y los refugiados sirios fueron asistidos por otro buque turco que sí los ayudó en un momento crítico, toda vez que la balsa se estaba hundiendo.
¿Qué hubiese pasado si el hombre logra su objetivo y los ancianos y niños se hubiesen ahogado en el caudaloso mar? ¿Si a una periodista la crucificaron mediáticamente en todo el mundo por ponerle zancadillas a un refugiado, que se puede decir de este marino? ¿Proteger una fronteras tiene más valor que la vida de personas inermes y en busca de ayuda? Ese es el drama que viven los desplazados por el terrorismo de ISIS.
