Luego de destaparse el escándalo por el descubrimiento de una lista de 600 inversionistas colombianos del sistema Forex, se empiezan a conocer detalles relevantes sobre este caso, que es objeto de una investigación penal por parte de la Fiscalía General de la Nación.
El sistema Forex funciona en Estados Unidos y se dedica a la compra y venta de monedas, principalmente del Dólar, Yen o Libra Esterlina. Después de entrar en este mercado, tienen ganancias y pérdidas porque es un negocio de alto riesgo y especulativo, el cual depende de la flutuación (subida o bajada) de las divisas en el mundo. Forex es la abreviatura de “foreign exchange” o sea cambio de divisas, basada en la técnica conocida como «trading» o apuestas en el mercado bursátil, generalmente se opera mediante una plataforma por Internet.
Por ejemplo, si un cliente invierte 100 mil dólares a un determinado plazo y en ese tiempo esa moneda subió, ganó. Pero si otro invierte 150 mil dólares, pero la divisa bajó, perdió, y así sucesivamente. Las pérdidas o ganancias son para todos y dependen de los montos de las inversiones y obviamente de la volatilidad del mercado de divisas. Alguien puede durar mucho tiempo ganando dinero y recaudando dividendos mensualmente, pero si de un momento a otro, se desploman las monedas (por las caídas de las bolsas de valores), puede perder todos sus recursos.
En este caso, hay dos empresas vinculadas: una colombiana llamada Forex Investment Team S.A., dedicada a temas didácticos y seminarios sobre la plataforma Forex, que manejada por los empresarios Jairo Sánchez y Margarita Báez, y otra estadounidense, con sede en Miami, denominada Fit International Group Corp., también de los mismos dueños.
Los inversores colombianos contactaban a la firma de Sánchez y Báez, para que estos a su vez le recomendaran una empresa en la cual invertir su dinero. Los dos empresarios servían de puente para que esos acaudalados clientes hicieran un acuerdo comercial con Fit International Group Corp. Luego los inversionistas nacionales firmaban un contrato legal con esta empresa de Estados Unidos y les mandaban sus fondos que tenía fuera de Colombia, en paraísos fiscales como Panamá, Suiza o Islas Caimán, entre otros, para que los expertos en el manejo de finanzas (o Brokers) los manejaran.
Después de ese poder otorgado por los 600 clientes colombianos, Fit International Group Corp., entraba en el mercado Forex y comenzaba a trabajar moviendo esas gigantescas sumas de dineros.
Los participantes nacionales de nuestra historia, generalmente retiraban el 50% de sus ganancias, en un determinado tiempo, y el otro 50% iba para las arcas de la empresa Fit International Group y sus socios en Norteamerica. Además los colombianos seguían vinculados al jugoso negocio con el monto que dieron inicialmente u otra cantidad de dinero mayor o menor dependiendo su disponibilidad.
Durante cinco años los inversionistas colombianos estuvieron felices recibiendo ganancias, pero como nada es perfecto, el mercado Forex registró pérdidas y los nacionales perdieron parte de su dinero, porque la mayoría ya habían sacado casi el doble de lo invertido.
La Otra Cara tuvo acceso al expediente del tema en la Fiscalía y conoció un Informe Pericial de la misma Superintendencia Financiera de Colombia que entregó su concepto legal sobre las actuaciones de las empresas Fit International Group Corp. y Fit Forex Investment Team AG, que dirigían Sánchez y Báez, a quienes unos 120 de esos 600 inversores, ahora acusan de captación de dineros y de malversar sus fondos. Hay que aclarar que la empresa de Sánchez y Báez, Fit Forex Investment, aunque se creó en nuestro país, siempre operó en Estados Unidos y, según las investigaciones, a ellos los inversionistas nunca les dieron plata en efectivo o en cheque.
Es decir, parece que para algunos clientes, el sistema fue bueno y legal mientras ganaron, pero malo e ilegal, cuando perdieron.
La función principal de esta auditoría de la Superfinanciera fue hacer un cotejo de las pruebas recopiladas sobre la supuesta captación de dineros del público en forma masiva de las dos empresas en mención, delito que está contemplado en Colombia en el decreto 1981 de 1988.
Recordemos que Sánchez y Báez tenían estrechos nexos con la alta sociedad colombiana y estuvieron en innumerables reuniones personales, al calor de buenas comidas y unos vinos, con la mayoría de los inversionistas, que ahora se quejan de supuestos malos manejos, como Germán Zamora, hermano de la ex fiscal Martha Lucía Zamora, actual Secretaria de Gobierno de la Alcaldía de Bogotá y mano derecha del mandatario local Gustavo Petro.
Sin embargo, sobre ambas compañías, Fit Forex Investment y Fit International Group Corp, la Súper, en su estudio afirma tajantemente: «Esta comisión concluye que no se encuentran incursos en los siguientes supuestos de captación masiva y habitual de dineros del público». Uno de sus principales argumentos es que no hubo captación de recursos en el territorio colombiano, porque todas las operaciones se hicieron en el extranjero, ante lo cual no se afectó el sistema financiero nacional. Además que la empresa que recibió los dineros tiene su domicilio en Estados Unidos y no en el suelo patrio, por lo cual no se les puede aplicar la Ley para esos casos, que es el Decreto 1981 de 1988.
Informe de la Superfinanciera
Ese informe pericial fue realizado por los expertos Hernán Albarracín Araque y Diego Gutiérrez González y emitido por la Súper Financiera bajo la Resolución 1274 del 24 de junio de 2010.
El documento sostiene textualmente: «De los anterior se colige que no se presentó por parte de una sociedad legalmente constituida en Colombia la recepción de dinero, respecto a lo cual resulta inaplicable la normatividad vigente sobre la captación ilegal tales como el Decreto 1981 de 1988 y el artículo 6 del Decreto 4334 de 2008. A la sociedad extranjera que recibió los dineros fuera del territorio colombiano, en las cuentas que tiene abiertas en instituciones financieras del exterior, no le son aplicables tales normas por aplicación del principio de extraterritorialidad de la Ley».
Resulta que todo se basaba en un contrato de Prestación de Servicios (o un «contrato de mandato»), en el que los inversionistas autorizaban a la empresa de Estados Unidos, Fit Internacional Group Corp., a invertir sus recursos en el mercado Forex.
Por eso, el peritazgo también explica lo siguiente: «El objeto de los contratos suscritos entre los demandantes y Fit Forex, era el de invertir los dineros entregados por los inversionistas en operaciones de alto riesgo en mercados financieros en el exterior, diferentes al colombiano, comprometiéndose Fit Forex a reintegrar al menos el capital entregado en un plazo establecido en el contrato».
Finalmente aclara: «Los contratos suscritos por los afectados fueron celebrados con la sociedad Fit Internacional Group Cor., sociedad constituida legalmente en los Estados Unidos y domiciliada en ese país, por lo cual los actos realizados por dicha sociedad y que afecten a terceros, sean estos nacionales colombianos o de otra nacionalidad, deben ser resueltos por la justicia de los Estados Unidos, en el marco de la legislación vigente en ese país».
De esto surge una pregunta: ¿Si los supuestos damnificados sabían que esa era una empresa norteamericana y creen que sus recursos fueron dilapidados, por qué no interpusieron las respetivas demandas en Estados Unidos? ¿Será que le tienen miedo al fisco estadounidense?
El entonces Superintendente Financiero de Colombia Roberto Borrás Polanía, confirmó en su momento, que no hubo captación de dineros.
En una entrevista con La WRadio sobre el tema, Borras aseguró:
«Dos precisiones, la primera, insisto, la mayoría de las quejas que ha recibido la Superintendencia en relación con este tema de Fit Forex se refieren a una institución establecida en Estados Unidos, con domicilio en la ciudad de Nueva York que se llama Fit Internacional, con esa entidad muchos clientes tenían ya una relación de vieja data, y valga la pena precisar, que no había recibido la Superintendencia queja o noticia de esa relación de los inversionistas con esa institución, establecida en Estados Unidos, hasta que empiezan a presentar esas pérdidas. Insisto, con esa entidad, que no tiene oficina de representación autorizada en Colombia, y relaciones que ya databan de varios años. Ahora los recursos usualmente que se han invertido están radicados en el exterior».
«Recordemos que el régimen cambiario colombiano, le permite a los colombianos tener activos en el exterior, por ejemplo en cuentas, o incluso, llevarlos en un viaje. Con esos recursos un colombiano, abre una cuenta en el exterior algo que es legítimo, y comienza a mover esas cuentas por ejemplo en el mercado Forex. En la verificación permanente que le hemos dado, hasta el momento no hemos establecido ninguna captación. Igualmente quiero destacar el llamado que les hemos hecho de manera reiterada a los colombianos sobre la evaluación del riesgo de Forex«, explicó Borrás.
La actuación de los Zamora
Cuando se desplomó el mercado de Forex y todos los inversionistas perdieron, en ese momento, su dinero, Germán Zamora se dio a la tarea de contactar a varios de los afectados, así hubiesen ganado grandes cantidades en el pasado, mediante un Blog en la web que se llamaba «Qué pasa con Fit», el cual ahora está cerrado.
Les prometió asesoría para recuperar su plata y se vendía como el hermano de la poderosa Fiscal Martha Lucía Zamora, lo cual lo hacía atractivo para los supuestos damnificados. Es decir, aprovechó el gran prestigio de su pariente cercana en la entidad estatal para llegarle a los comprometidos.
Fue así como pusieron una denuncia ante la Fiscalía y allí se abrió un investigación penal en el año 2009 por el caso, el cual fue iniciado por el Fiscal 64 de Orden Económico y luego se lo trasladaron a la Fiscal 128 Nelsy Lulu Rodríguez Beltrán, mano derecha y amiga de alta confianza de Martha Lucía Zamora, que empezó a mover los hilos del proceso desde sus altos cargos, primero como Vicefiscal, y luego como Delegada ante la Corte Suprema.
Debido a la presión, la Fiscalía les imputó cargos y el 25 de mayo de 2014 fueron capturados por orden del ente acusador y les casa dio detención domiciliaria en su apartamento del norte de Bogotá mientras el proceso avanza, aunque Martha Lucía Zamora salió de la entidad estatal y su compañera la fiscal Nelsy Lulu Rodríguez, también.
La Otra Cara tiene conocimiento desde hace dos años de los detalles completos de este caso por varias denuncias ciudadanas que reposan en nuestra sede y por eso nuestra revista publicará en próximas ediciones otros aspectos relacionados con el mismo tema.
La conclusión de la Superintendencia Financiera en su informe dentro del expediente penal de la Fiscalía, dejaría sin piso las querellas de los denunciantes, pero la justicia colombiana será la que dirá la última palabra.