"Lo que pasa es que la tiene un ratero honrado, lo que pasa es que un honrado se la robó"... estrofa de la Custodia de Badillo de Rafael Escalona.
Esta es la increíble historia de cómo el exProcurador y exContralor General, Edgardo Maya Villazón, está envuelto en un monumental escándalo nada menos que por hurtar unas tierras en el departamento del Cesar que eran para hacer una importante autopista, lo cual le traería progreso a esa región caribeña.
En 1983, el Fondo del Ministerio de Obras Públicas y Transporte de la época le compró un predio a Rosa Emilia Villazón de Maya, madre de Edgardo Maya Villazón, con el fin de construir una Autopista que uniera a Valledupar con el municipio de La Paz. Tierras que nunca fueron entregadas al verdadero dueño: El Estado.
Dicha vía es fundamental para el desarrollo de la zona, porque representa la disminución del recorrido entre las dos localidades en unos 7.5 km. Catalogado como un proyecto visionario que tenían los políticos locales como Pepe Castro, desde el año 1978, por eso, en esa fecha lejana el propio Ministerio de Obras Públicas suscribió un contrato para el diseño y construcción de una estructura metálica que se necesitaba para hacer un puente sobre el Rio Cesar, que usaría esta nueva ruta en la zona. Según lo publicó el diario Pilon.com
Este proyecto de la citada Autopista, es considerado necesario porque el tradicional puente Salguero (que une a Valledupar con La Paz) fue construido en el año de 1936 para una capacidad de 13 toneladas, pero con el paso de los años se ha vuelto insuficiente por el alto tráfico vehicular. Con la nueva vía se descongestionaría El Salguero.
El tema duró un tiempo paralizado, pero en el año 2003, el Gobernador Guillermo Castro Daza, hijo de Pepe Castro, en repetidas oportunidades, definió esta obra como fundamental para el área metropolitana de Valledupar.
El trayecto comienza en el costado suroriental del Valle, tomando el ingreso al barrio Panamá en la glorieta Cacique Upar. Por allí, conectaría en una distancia de 9 km., en terreno semiplano, a la capital del Cesar con los municipios de La Paz, San Diego, Manaure y con el departamento de La Guajira.
El mencionado proyecto ya cuenta con un puente metálico que se llama Rafael Escalona, el cual tiene una longitud total de 92.96m y fue construido en dos etapas. Para la Gobernación de ese entonces se encontraba en un aparente buen estado. “Pese a la exposición la losa de concreto, está en buenas condiciones”, explicó el Gobernador Castro Daza en el informe que envió a la Asamblea del departamento, de acuerdo con ElPilón.com
El valor de este proyecto según el estudio entregado por la gobernación Castro Daza, fue de 21.940 millones de pesos de los cuales, ya se habían invertido 11.276 millones representados en estudios, diseños, planos, terrenos adquiridos por el Fondo Vial Nacional, y movimiento de tierra en el tramo La Paz – Río Cesar, así como cercas en alambre de púas y la construcción del denominado puente Rafael Escalona, afirma el diario vallenato.
En su crónica, El Pilón sostiene que la Asesora de Proyectos Especiales del Cesar, María Margarita Araujo, en el 2003, aclaró que para la construcción de la vía había un faltante y eran necesarios $9.786.950.649 y que para la interventoría otros $489 millones, para lo cual se planteó realizar un convenio entre INVIAS, la Gobernación local y las alcaldías de Valledupar y La Paz. El INVIAS aportaría los estudios, diseños, predios adquiridos y el puente.
Con ese asunto económico resuelto y listos para abrir la licitación, solo hacía falta adquirir 5.220 metros cuadrados, área que hace parte del predio llamado Galambao, de propiedad de Emilia Quintero de Villazón y para lo cual se iniciaron los trámites legales correspondientes, tal como lo permiten las leyes colombianas vigentes.
¡Oh Sorpresa! es la misma tierra que ya había sido adquirida por el Estado a los Maya Villazón, pero que este, como jefe del Clan familiar, nunca le había entregado a la Gobernación, a pesar de haber recibido el dinero.
Según El Pilón, Luis Orozco Córdoba, quien fue Jefe de Asuntos Jurídicos de la Gobernación, en esas épocas, sostiene que el Fondo Vial del Ministerio, adquirió el derecho de ocupar permanentemente las áreas necesarias para la construcción de la ruta 80 tramo 04. Hecho por el cual se indemnizó a Marco Aurelio Gutiérrez Araujo, Víctor Manuel Hinojosa Daza, propietario del predio El Carmen; Rosa Emilia Villazón de Maya, titular de la finca Los Guamos; Silvio Alejandro Pérez Mieles y Rafael Enrique Calderón Abdalá, propietarios de un predio suburbano de este lado de la nueva vía.
Además de los predios adquiridos también estaban los terrenos que María Clara Castro de Quintero, María Clara Quintero de Daza, Hernando Quintero Molina y la Sociedad Inversiones Rodríguez Fuentes Ltda, cedieron gratuitamente al departamento del Cesar, permitiendo su ocupación permanente inmediata del área requerida para la construcción de esta ruta.
El Pilón conoció un documento emitido por el Ministerio de Transporte, mediante el cual se confirma que se compró un total de 10 predios. En esta importante prueba se menciona a Edgardo Maya Villazón como uno de los negociantes de 68.250 metros cuadrados en el mes de agosto del año 1993, compra que reposa en el comprobante de pago del Fondo Vial.
Maya falló a favor propio en la Procuraduría
Cuando el vallenato Edgardo Maya se convirtió en Procurador General de la Nación, de inmediato, torpedeo el proceso y le quitó ritmo a la obra que avanzaba exitosamente.
Según la Procuraduría General de Maya, la Autopista Valledupar – La Paz no se podía hacer porque no tenía la licencia ambiental otorgada por el Ministerio del Medio Ambiente.
Además que no se habían adquirido los predios necesarios por lo que la obra quedaría inconclusa, incluyendo las tierras de Rosa Emilia Maya de Villazón, la madre del propio Procurador. Cuando en verdad, sí se le había comprado el terreno.
La Procuraduría también aseguró que la construcción de esta vía no se encontraba en los planes de Ordenamiento Territorial de Valledupar o La Paz y que en la actualización de los estudios y diseños faltaba incluir la evaluación de impacto ambiental con su correspondiente plan de manejo.
El Pilón indicó que entre otros argumentos para ponerle freno a esta ruta, la Procuraduría dijo que construir la nueva vía empalmándola con la glorieta frente a la Terminal de Transporte de Valledupar implica incrementar el TPD actual afectando el nivel de servicio de la intersección lo que causaría un problema en el flujo de vehículos. Hay que recordar que en noviembre del 2001 el TPD en ese cruce estaba en 12 mil 831 vehículos según un estudio hecho por la Universidad Nacional de Colombia. Todo fueron trabas para no entregar la tierra a la Gobernación.
Estas son algunas de las inquietudes que tiene el pueblo vallenato sobre la actuación irregular de Maya:
¿La Procuraduría le sirvió a Maya para favorecerse junto con su familia?
¿Es esto un claro detrimento patrimonial de los recursos del Estado?
Lo cierto es que en los ocho años de Maya en la Procuraduría, sancionó a miles de funcionarios por casos menos graves que el suyo. Pues él y su familia se apoderaron de los recursos del Estado y no fueron penalizados.
Maya ratificó que no se podría construir la vía porque no tenía licencia ambiental, cuando en verdad lo que pretendía era dilatar el caso para terminar quedándose con las tierras del Estado, como hasta el final ha sucedido.
También debe decirse que Maya cuando fue Contralor General calló el caso y este permaneció engavetado u oculto por su gran poder de manejo de los medios de comunicación.
Con esa decisión paralizó el progreso en el Cesar por más de una década y media. Por ejemplo, ahora que se piensa construir la Sede de la Universidad Nacional en el Cesar esta carretera es de vital importancia para la movilidad de los estudiantes en la región.
Hay que señalar que la familia de Maya Villazón, puntualmente su señora madre Rosa Emilia Villazón, aún tiene el dominio total de estas tierras y se lucra de la misma, pues la usa para la cría de ganados.
Para algunos juristas como Evelio Daza y otros, el tema puede interpretarse como un peculado por apropiación, ya que Maya hurtó los bienes del Estado y los utiliza en su propio beneficio.
Existen versiones que indican que esas tierras en la actualidad tienen un costo de miles de millones de pesos, pero que Maya al verse acosado por los denunciadores de estos irregulares, ha comentado que estaría dispuesto a devolver la misma plata que le entregaron en 1983, algo insólito.
¿Será esto corrupción por parte del señor Edgardo Maya?