El señor Felipe Zuleta Lleras, quien dice ser periodista. En verdad, es un delfin de la casa Lleras, que encontró como hobbie decir vulgaridades por su emisora Blu Radio o en su columna de El Espectador, pertencientes a los grandes medios del país, lo que hace amparado en su libertad de expresión. Sus aportes día a día a esta linda profesión, que se basa en comunicar, son expresar por su boca toda clase de palabras grises, que él cree le lucen y por eso le pagan millones de pesos. Sin duda, es un consentido de la prensa poderosa. Eso sí, nunca ha denunciado, con pruebas, ningún tema importante para Colombia, él solamente pone el tinte grosero en Blu.
Este mismo personaje quiso invadir las redes sociales, como Twitter, pero el trino le salió por la culata. Se equivocó porque creyó que en la casa del pajarito azul le iban a aguantar sus sucios pronunciamientos.
Esta es la altura periodística de Felipe Zuleta en Twitter. Por eso, se volvió tendencia de rechazo por parte de la comunidad virtual.
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Al verse rechazado, Zuleta Lleras dijo que se retiraba de Twitter y cerró su cuenta voluntariamente. Su táctica es argumentar que las redes sociales son una «cloaca» y así desprestigiar este sistema de comunicación que cada día desplaza a los poderosos medios tradicionales.
Zuleta Lleras en su emisora es sinónimo de chambacanería y frases de mal gusto, pero porque lo hace un niño rico, todos los demás medios callan. Si eso, por ejemplo, lo hace cualquier político/a que no sea de la rosca de la prensa, le forman un escándalo. Esa es la tiranía de los grandes medios, como Blu Radio o el Espectador, que está llegando a su final con las redes sociales y los portales independientes, en donde el pueblo se puede expresar y rechazar lo que no le gusta.
Apelando a mi libertad de expresión, la misma que utiliza Felipe Zuleta en sus múltiples alocuciones soeces, le tengo que decir a este señor: bien ido de Twitter y si vuelve ojalá sea para aportar algo decente al periodismo.
Gracias a medios virtuales independientes, como La Otra Cara o La2Orillas, y las redes sociales podemos contar lo que pensamos de los opinadores y comentaristas vacíos (como Zuleta Lleras) que matonean a todo el mundo alardeando de su moral de periodistas, que en verdad no tienen, pero cuando alguien los toca salen corriendo, para la muestra un botón … ahora ellos son lo que están en la mira de los que nunca hemos tenido voz. No se corra Felipe.
Por Carmenza Mariño
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