Hernando Deluque Freyle llegó al poder en La Guajira posando como un hombre humilde que iba a ayudar a combatir el hambre y la pobreza, especialmente de los niños wayúu, para eso, prometió mejorar en todos los aspectos la crisis social de la región, sin embargo, hizo todo lo contrario, ya que el bienestar lo logró él y sus familiares cercanos. Su administración como Gobernador de este sufrido departamento pasó sin pena ni gloria y ahora está condenando en última instancia por corrupción.
Hernando, conocido como «Nando», es el padre del actual Presidente de la Cámara de Representantes, Alfredo Deluque, y acaba de ser condenado por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia a 9 años de prisión por los delitos de contrato sin cumplimiento de requisitos legales y peculado por apropiación, además deberá pagar una multa de $142.211.833 a favor del Consejo Superior de la Judicatura.
El peculado por apropiación es cuando un funcionario público una persona se apropia o se queda con los dineros oficiales que debía administrar. Este delito es al que popularmente se le llama corrupción.
En el mismo fallo de la Corte, también fue condenado a siete años de prisión el abogado Alex Enrique Coronado Felizolla, quien fue funcionario cuando Deluque era gobernador entre los años 2000 y 2003. Es decir, una administración dedicada a la corrupción.
Respecto a la condena, el exgobernador guajiro aseguró que «lamentablemente fallaron en mi contra y creo que fue muy incidente la lupa con qué se está viendo al departamento de La Guajira» y agregó que acatará la decisión, pero que tiene su conciencia tranquila.
«Nando», no es recordado por su anunciada propuesta social, pero sí es celebre porque hacer grandes parrandas vallenatas con los grandes juglares como Los Hermanos Zuleta, Jorge Oñate o Los Betos, para el público guajiro, amante a morir de su música. Como se dice, darle al pueblo el entretenimiento que les gusta para que se olvide de sus verdaderos problemas.
Falta conocer si Deluque pagará su pena en la cárcel municipal de Riohacha, la capital de La Guajira, o cuál será su sitio de reclusión.
La jugada de lanzar a su hijo Alfredo
Este político regional en un gran jugada, cuando tuvo el poder, preparó a su hijo Alfredo para lanzarlo al ruedo político, y así lo hizo, porque años después su heredero logró una curul en el Congreso de Colombia. La clave era mantener el control político con su primogénito, lo cual ponía un poco a cubierto en el ámbito judicial y cierto manejo en materia de contrataciones.
Cabe preguntarse: ¿Será que parte de los dineros que se perdieron en la Gobernación de «Nando» Deluque, por el peculado por apropiación, sirvieron para financiar la campaña política de su hijo Alfredo?
Lo cierto es que los Deluque siguieron manejando, por su poder burocrático, grandes entidades oficiales en La Guajira, que tienen presupuestos de miles de millones. Una de ellas es el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), que entrega los contratos para la alimentación de los niños wayúu pobres. Recordemos que en el citado departamento han muerto más de 4000 menores indígenas por desnutrición.
En conclusión, durante la gestión de «Nando» Deluque, mientras los niños nativos fallecían por física hambre en La Guajira, hechos que Colombia no conocía porque la prensa nunca fue alertada, este dirigente político, no digno de imitar, se apropiaba de los recursos que eran para su alimentación.