Por: Eduardo Padilla Hernández, abogado, presidente de la Asociación Colombiana de Veedurías Ciudadanas (ASORED).
Estoy unánime con la agenda de la historia en que luego de más de cincuenta años de conflicto armado con las FARC, el Acuerdo de Paz tiene como objetivo principal poner fin a la violencia con esa guerrilla, la más grande en Colombia.
El Acuerdo buscaba impedir que hubiera más víctimas y concentrar todos los esfuerzos en construir una paz estable y duradera. Por la vía del Acuerdo de Paz, las FARC se comprometieron a:
. Entregar todas sus armas a las Naciones Unidas, a no incurrir en delitos como el secuestro, la extorsión o el reclutamiento de menores, a romper sus vínculos con el narcotráfico y a cesar los ataques a la Fuerza Pública y a la población civil.
. Que habría verdad, justicia y reparación para las víctimas. El Acuerdo se proponía lograr que, a partir de su aprobación, las FARC hicieran política sin armas. El Acuerdo incluía un plan de desarrollo agrario integral con acceso a tierras y servicios y una estrategia de sustitución sostenible de cultivos ilícitos.
El Acuerdo Final de Paz fue refrendado el 30 de noviembre de 2016.
¿QUÉ ESPERÁBAMOS LOS COLOMBIANOS CON ESTE ACUERDO?
* El fin de las FARC como movimiento armado: entregaron todas sus armas y se reincorporaron a la vida civil.
* El fin del secuestro, la extorsión y las hostilidades contra la población y la fuerza pública por parte de este grupo.
* Satisfacción de los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación.
* El fortalecimiento de la democracia y de las instituciones del Estado en el territorio nacional.
* Una lucha más eficaz contra las organizaciones criminales y el narcotráfico, con énfasis en sus eslabones más fuertes.
* Un campo en paz con oportunidades legales y reales de desarrollo económico, sin narcotráfico.
ENTREGA DE TIERRAS A CAMPESINOS DEL CATATUMBO
Con relación a este último punto del acuerdo, según la Agencia Nacional de Tierras (ANT), las tierras adquiridas para la Reforma Agraria en los dos primeros años del gobierno del presidente Gustavo Petro –entre 2022 y 2024– ya alcanzan las 166 mil hectáreas. 100 resoluciones de formalización de la propiedad rural a familias campesinas de siete municipios de Norte de Santander, entre los cuales se encuentran cinco de la región del Catatumbo, que representan 1.282 hectáreas de tierra apta para la agricultura. Cincuenta de las 100 propiedades se encuentran ubicadas en el municipio de Ábrego, y las restantes están distribuidas en San Calixto, La Playa de Belén, Hacarí, Ocaña, La Esperanza y Cáchira. El director de la ANT, Felipe Harman, destacó que el acto de entrega de tierras que se realizó en el Colegio Integrado Santa Bárbara, en el municipio de Ábrego, hace parte del Plan Catatumbo, que busca proteger las tierras de las comunidades que han sido desplazadas y asegurar un retorno con garantías.
“El Plan Catatumbo avanza a buen ritmo, hemos desplegado en los territorios equipos conformados por topógrafos que verifican la calidad del suelo para garantizar que sean tierras productivas, y abogados que analizan que estas se encuentren cumpliendo las normas legales para su optima comercialización o compra”, dijo Harman.
“La ANT tiene como prioridad —en tiempos de la declaración de Conmoción Interior— titular cuanto antes a la mayor parte de la población campesina del Catatumbo”, escribió el Presidente de la República, Gustavo Petro Urrego.
Estos resultados se suman a la serie de acciones conjuntas del Decreto de Conmoción Interior, que se puso en marcha por parte del Gobierno nacional para responder a la crisis humanitaria en el Catatumbo.
EL MERCADO DE LA GUERRA DIVIDE A COLOMBIA Y REZAGA LA PROSPERIDAD
Terminar un conflicto de 30 años requiere un acuerdo que garantice que la violencia pare y que traiga nuevas oportunidades para los colombianos, en particular a los que más han sufrido el conflicto. Durante estos años de negociaciones en La Habana se ha construido un acuerdo integral que busca poner fin al conflicto armado que ha dividido a Colombia y ha rezagado a buena parte del país por cuenta de la violencia. El Acuerdo Final contiene elementos que se relacionan entre sí y que buscan como un todo garantizar la posibilidad de poner fin al conflicto y poder construir una paz estable y duradera.
UN SUB-ESTADO MÁS PELIGROSO QUE LA GUERRILLA
* Las FARC dejaron las armas y cesaron los enfrentamientos.
* Se constituyó un sistema de justicia (JEP) para que los responsables contaran la verdad, repararan a sus víctimas y fueran sancionados. Las sanciones incluían restricciones efectivas de la libertad. Si no reconocían su responsabilidad, irían a la cárcel ordinaria hasta por 20 años.
* El acuerdo busca romper el abismo que existe entre el campo y la ciudad, y así acabar con la pobreza en que viven millones de colombianos quienes por el abandono y la falta de oportunidades se han visto atrapados entre el conflicto y la ilegalidad. Se acordó un plan de inversiones para el campo con programas de acceso a tierras, a bienes, a servicios productivos y a infraestructura para darles a los campesinos oportunidades reales de desarrollo y calidad de vida.
* El Estado ha fortalecido su acción contra todas las formas multicrimen que amenazan a los colombianos, en particular contra las organizaciones fundadoras del paramilitarismo dedicadas al contrabando y al narcotráfico.
A propósito del punto anterior, dentro del Estado coexiste un Sub-Estado peor que la guerrilla, el cual ha socavado todas las esferas sociales de la Nación. Este Sub-Estado se ha aferrado a la promoción y al fomento de la guerra como bandera electoral para permanecer en el poder, usando canales mediáticos para la mentira y la infamia, lo cual pone un velo en los ojos del entendimiento de un gran sector del pueblo colombiano.
LA JEP PESCA UNO QUE OTRO ALEVÍN Y NO ATRAPA PECES GRANDES
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) es un componente judicial que busca administrar justicia por las violaciones a los derechos humanos cometidas durante el conflicto armado en Colombia.
OBJETIVOS DE LA JEP
• Investigar, juzgar y sancionar a los responsables de los crímenes más graves.
• Garantizar los derechos de las víctimas
• Contribuir a la reparación y no repetición
• Consolidar la paz y restaurar el tejido social
CÓMO FUNCIONA LA JEP
• La JEP fue creada por el Acuerdo Final de Paz entre el Gobierno y las Farc-EP.
• La JEP inició labores el 15 de marzo de 2018.
• Las víctimas pueden presentar sus denuncias y pruebas a través de sus organizaciones.
• La JEP analiza los informes de las víctimas para identificar a los responsables de los crímenes.
• La JEP reconoce a las víctimas para que participen en el proceso y reclamen sus derechos.
EL CONFLICTO ARMADO ES UNA FACETA DEL NARCOTRÁFICO
A pesar de que ante la JEP ha rendido testimonio un sinnúmero de paramilitares, me parece que presuntamente esas evidencias han sido vertidas en sacos rotos, porque como dice la sabiduría popular: “Sólo meten traseros de payasos a la cárcel, mientras los dueños del circo andan libres en campaña política con el fin de seguir atornillados al poder”. Ellos son: Alias Pez Globo, alias Pez Tigre, alias Pez Rape y alias Pez Piedra. Estos cuatro son considerados los peces más peligrosos del submundo acuático de la política. Si ese es el submundo, ¿cómo será el mundo superior? Si esa es la cola, ¿cómo será la cabeza? Una cosa si es segura: ¡No tienen límites éticos!
CAPOS Y CAMPESINOS
El Estado ya no persigue al campesino sembrador sino al capo distribuidor. “El Ministerio de Defensa colombiano dio a conocer en las últimas horas que las incautaciones de sustancias psicoactivas ilícitas han llegado a un punto histórico en Colombia. Señalan un aumento sustancial en las diferentes categorías de droga. Califican esta estrategia como una de las más contundentes en contra de las economías ilegales y las estructuras dedicadas al narcotráfico”. Estos decomisos representan una disminución significativa del “emprendimiento traqueto”, lo que significa que el submundo del pitufeo perderá el año en el 2026.
Mi narrativa es optimista, pero sé que “el palo no está para cucharas». Esto simboliza, oh, Pueblo Soberano, que no es prudente descuidarse. ¡No te duermas en los laureles!