La comunicadora Luz Milagros Meneses denunció ante la Fiscalía en Bogotá a Andrés Miguel Pérez Smith, hijo del exgobernador de La Guajira, Jorge Pérez, con quien sostenía una relación sentimental, por exhibir un video sexual de ambos en las redes sociales para indimidarla. Un caso de violencia psicológica contra las mujeres.
Quiero contarles una historia, el silencio NO es una opción. Lucharé y alzaré mi voz… #NiConElPetalo
Soy Luz Milagros Meneses Maestre, nacida y criada en la ciudad de Riohacha dpto. de La Guajira, Comunicadora Social egresada de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB), tengo 24 años y he sido víctima de uno de los peores y más graves atropellos que se pueden ejecutar hacía una persona: abuso psicológico, matoneo y exposición social negativa, propinados por el hombre al que amaba, el cual era mi pareja desde hace tres años, en el que confíe y creí ciegamente, ese hombre responde al nombre de Andrés Miguel Pérez Smith.
Todos hemos experimentado un amor en la vida que nos hace una campaña de halagos, que muestra una desesperación por estar con nosotros, que nos llena de vivencias intensas, nos hace creer que somos la pareja perfecta y que jamás nos hará daño. Con esta introducción procedo a exponerles mi historia: El pasado lunes 11 de septiembre de 2017, por una habitual escena de celos de mi expareja el señor Pérez, tuvimos una discusión vía telefónica, donde su principal misión era difamarme y eventualmente dañarme psicológicamente, empezó con acusaciones falsas e insultos descalificadores, luego con el envío de notas de voz intimidantes en las que expresaba frases como: «le vas a arrepentir de haberme conocido Luz Milagros» o yo no voy a quedar como ningún marica», frases que retumbaron en mi cabeza y por tal motivo consideré que lo mejor era bloquearlo, mientras intentaba pensar con cabeza fría, para que mi decisión definitiva no fuese tomada bajo los efectos de sentimientos de rabia y dolor temporales.
Posterior a esto, el día 12 de septiembre de 2017, decidí terminar de raíz con una relación de 3 años que no tenía manera de ser una relación medianamente normal, la cual intente «salvar» en múltiples ocasiones perdonando y exculpando celos premeditados e ignorando las intenciones claras que él tenía de asesinar mi personalidad, expresando frases como: ¿por qué no te quedaste en mi mundo? Hoy te respondo a ti y a todas las relaciones que están basadas en el engaño disfrazado de protección, que se traduce a que la mujer sea sometida a vivir bajo el mandato y las reglas del «mundo» que lleva el hombre el cual ella escoge como su compañero de vida. No les mentiré, a veces no como mujeres si no como seres humanos que somos, nos sentimos vulnerables y desprotegidos, pues la vida nos va dando a conocer las partes más oscuras de ella y en ocasiones salimos indelebles, es entonces cuando aparece esa o ese al que le das el titulo de: «esa persona», esa persona que te llena de fuerza, esa persona que te llena de fe, que te alegra la vida, que te hace sentir que mejor sies posible, ahora les diré algo: que «esa persona» te hiera de la manera en que lo he padecido yo, es una falta de respeto al amor y a ese Dios que alguna vez esa misma persona te profesó.
Ese mismo día en las horas de la noche recibí un vídeo de nuestra intimidad desde su número de celular por whatsapp a mi Tablet {en la que no había sido bloqueado su número de celular). Lo primero que pensé fue que él seguía intimidándome por mi decisión de no seguir en una relación destructiva y mi reacción fue alertar a mi familia de lo que estaba sucediendo, pero para mi sorpresa a ellos también les había llegado el vídeo.
El 13 de septiembre de 2017, como resultado de mi desesperación y con el objetivo de ponerle fin a sus amedrentamientos, fue la última vez que accedí a que me llamara vía celular, llamada en la cual me expresó «Ya el vídeo es viral y se lo envié a todos mis contactos de Whatsapp, yo te lo dije, por qué no te quedaste en mi mundo», en ese instante mi ser se devastó, entré en un estado de confusión, dolor y temor, sin embargo empecé a recibir infinidades de mensajes y llamadas de familiares, amigos, y conocidos con voz de apoyo y solidaridad, consternados por el acto tan bajo y ruin que este hombre había realizado contra mí.
Con sus palabras de apoyo me llené de fuerzas y tomé la determinación de denunciar públicamente a este personaje, esto que hace parte de mi vida al igual que la de muchas mujeres en el mundo, que prefieren guardar silencio y esperar el olvido, pero elmiedo no debe ser la opción de mujeres y hombres víctimas de abuso psicológico, difamación, injuria, violencia de género, pues el silencio lo único que logra es que sujetos como estos sigan cometiendo este tipo de conductas y queden en la impunidad, cubiertos por el manto del abuso de poder político o económico que los hace ver y creer intocables, que llegan a pasar por encima del buen nombre y la honra sin mediar razón alguna, sin justificación, el placer de sentirse superiores y hacer daño sin medir a quien.
Esto no lo hago por venganza sino por el ímpetu de ayudar a quienes hayan pasado o estén pasando por esta misma situación, mi llamado es a que no se queden callados, a que denuncien este tipo de actos injustificables. Hoy soy yo quien estoy pasando por este trago amargo, no deseo que quizás sea mañana algunos de ustedes que me están leyendo. Lucharé y alzaré mi voz. ningún ser merece ser violentado ni física ni psicológicamente, ni con el pétalo de una rosa.
Luz Milagros Meneses Maestre