Según dirigentes de las comunidades indígenas que padecen ésta incursión violenta, desde el mes de enero de 2016 se han presentado incrementos de los actores del conflicto armado en el sector del Bajo Atrato.
Las comunidades indígenas de Río Sucio en el Chocó han denunciado desde el pasado 21 de abril, la incursión del ELN y Las Bacrim, quienes se están disputando estos territorios en los cuales se encuentran asentadas comunidades indígenas comoEmberá Dobida y Katío de Isleta, resguardo indígena Salaquí, Pavarandó,quienes se encuentran detenidos en sus propios resguardos dados los fuertes enfrentamientos, que no sólo los han aislado y los mantiene en riesgo, sino que ya comienzan a tener escases de alimentos, como también personas que necesitan de atención médica las cuales no han podido salir por tal problemática.
Son más de 650 habitantes que están censadas dentro de las poblaciones indígenas que se encuentran atrapadas en el conflicto en Rio Sucio. La llegada de unos 300 paramilitares, y el constante conflicto por este territorio chocoano, tienen contra la espada y la pared a las comunidades indígenas de esta zona en disputa. Helfer Andrade Consejero Mayor de ASOREWA, indicó: “las comunidades se resisten a salir de sus territorios, ya que las autoridades se mantienen en su posición y en quienes tienen que desalojar los territorios son los actores armados y no ellos”.El Ejército nacional ya hace presencia en esta zona afectada por el conflicto, así lo indicó varias organizaciones indígenas de Rio Sucio. Los pobladores señalan que dada la incursión militar que pretende retomar la soberanía del territorio, ha hecho que se viva un temor generalizado por los constantes enfrentamientos y aunque los retenes militares se encuentran situados en las entradas y salidas del afluente del Rio Atrato, según los habitantes, los grupos armados se encuentran situados en intermediaciones del mismo, en donde aún persiste los combates.Por Leonardo LópezTomado del periódico indígena El Konuco & Chagras