Dicen que el exsecretario de Hacienda de Bogotá, Ricardo Bonilla González, ya ronda las instalaciones de la Financiera de Desarrollo Territorial S.A (Findeter) como si fuera el Presidente del organismo financiero, pero todavía no ha sido nombrado en propiedad y legalmente no puede ocupar ese cargo porque estaría inhabilitado, según las propias normas de esa entidad estatal.
Bonilla se postuló para ese puesto pero tenía en contra una sanción de la Contraloría General de la República como presunto responsable fiscal por los malos manejos de los recursos públicos cuando fue Secretario de Hacienda de la Alcaldía de la Capital, en época de Gustavo Petro Urrego, actual Presidente de Colombia.
Sin embargo, logró que la Contraloría sorpresivamente, en menos de un mes le quitara dicha sanción. Un caso poco visto en esa clase procesos en el país. Con esto pensó que tendría el camino libre para seguir aspirando como jefe de Findeter.
No tiene la experiencia exigida
Pero Bonilla, al parecer, no contaba en sus aspiraciones con las trabas que le impone el propio Manual de Funciones de Findeter, en el cual se específica los años de experiencia que debe tener una persona para aspirar al cargo de Presidente: Son más de 10 años en cargos directivos. No aplica su experiencia como docente.
Solo le sirve la experiencia como Secretario de Hacienda, pero allí solo duró tres años y 4 meses. Es decir, no cumple con ese requisito.
También tenía un proceso judicial de La Previsora en su contra. Para ser Presidente de la entidad no puede tener ningún tipo de proceso con el Estado. Además en la empresa Casa Talentos que está haciendo la evaluación de los aspirantes a ocupar el cargo, Bonilla fue el peor calificado. No fue habilitado para el cargo, pero al parecer, lo quiere tomar de «hecho».
Hasta dicen que habría fuerzas oscuras que quieren obligar a la Casa Talentos para que cambien el informe. Rumoran que a la señora Liliana Zapata, directora encargada de Findeter, le ofrecieron un cargo para que se pueda quedar siempre y cuando apoye a Bonilla.
Además se dice que presuntamente el señor Ricardo Russi, secretario general del Ministerio de Hacienda, fue colocado por el mismo Bonilla allí, para hacer una labor a favor de él. Supuestamente con el fin de cuadrar la Junta de la entidad para que Bonilla llegue al poder.
Así las cosas, la Junta Directiva de Findeter eligió a Ricardo Bonilla, pero prevaricó porque lo hizo sin el lleno de los requisitos exigidos por las normas para ser Presidente de la entidad y cualquier abogado puede interponer una demanda y tumbarlo del cargo.
Se quitó la inhabilidad en tiempo récord
Ahora, los medios de comunicación han informado de la gran capacidad de Bonilla para limpiar su hoja de Vida y habilitarse a marchas forzadas para poder ser nombrado allá, acá o acullá. No pudo ser Ministro de Hacienda como quería, tampoco director de la DIAN, y esto porque las inhabidades reportadas en Contraloría y en Procuraduría, lo eliminaban como opción.
No obstante, milagrosamente logró en tiempo récord remover sus antecedentes en esas dos importantes entidades de control, y ahora también, por arte de magia La Previsora desiste de la acción promovida en su contra desde 2019, y que aún cursa ante el Juzgado 44 Civil del Circuito de Bogotá.
El memorial con el que se pretende sospechósamente terminar el proceso, data del mismo 18 de octubre de 2022, o sea la misma fecha en que sesionó la Junta en la cual fue nombrado Bonilla. ¿Casualidad de casualidades? se preguntan muchas personas que conocen el caso.
Lo grave es que para entonces el proceso de la Caza Telentos, ya había terminado, es decir ese documento, además de no certificar la terminación del proceso adelantado en su contra, es extemporáneo.
Nadie entiende cómo este personaje, se quita con tanta rapidez procesos en entidades como tribunales, la Contraloría o la Procuraduría. Hay que preguntarse: ¿Así también son eficientes esas entidades con el ciudadano de a pie?…
