
Invadido por la tristeza y los recuerdos, registro compungido la dolorosa partida de nuestro fraterno coterráneo y amigo, de todos los tiempos, SILVIO ZULUAGA BOTERO, un ser humano excepcional, un gran hombre, un caballero a carta cabal, por su manera de ser y actuar en los sinnúmeros escenarios que compartimos. Pensilvañeno sin par. Su nombre permanecerá entre nosotros, como la ‘Llama Eterna’ que perpetuará su nombre.
Nos hará mucha falta sus imperecederas: voz, desbordada generosidad, sonrisa transparente, sus múltiples apuntes; festivos recuerdos; caritativa y permanente solidaridad con los paisanos -sin distingos-; poder de convocatoria, pasado y gestos que todos llevamos en la memoria.











