Un Cuarto de Siglo de Total Impunidad

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Bernardo Henao

Por Bernardo Henao Jaramillo.

El próximo 2 de noviembre se conmemora el 25 aniversario de la muerte causada por el vil asesinato de uno de los hijos del expresidente de la República Dr. Laureano Gómez Castro, como fue el doctor Álvaro Gómez Hurtado (q.e.p.d.), abogado, humanista, destacado político conservador, periodista, columnista del Diario El Siglo, diplomático y artista amante del bello arte de la pintura y las artes plásticas. En tres ocasiones aspiró a ser Presidente de los colombianos (1974, 1986 y 1990), siempre quiso serlo buscando el voto del electorado. Es, sin dudarlo, uno de los más grandes pensadores políticos del siglo XX, que no sólo brilló en Colombia, sino que sus ideas conservadoras tuvieron alcance internacional, ayer, hoy y por siempre.

Hoy, es triste decirlo, después del largo tiempo trascurrido, es inconcebible que no se haya logrado judicializar el autor o autores determinadores o intelectuales de ese crimen atroz, declarado de lesa humanidad mediante auto proferido por la fiscalía colombiana en diciembre 18 de 2017.

Escuchando las intervenciones de los integrantes de la familia lideradas por el sobrino  valiente, el abogado Enrique Gómez Martínez, a quien tratan de sacar por cansancio en su persistencia de conseguir justicia,  dejan saber que han trabajado duro e incansablemente en descubrir los autores del homicidio en ese proceso que como bien lo dejan conocer, le distingue el que ha sido calculadamente dilatado  y en varias ocasiones incluso desviado de la línea central de investigación que, anticipan que se puede tratar de un crimen de estado, cometido en la administración del gobierno de Ernesto Samper Pizano. Aquella célebre frase lapidaria publicada desde su trinchera periodística en el Diario El Siglo le marcó, no se dude, su destino cuando editorializó que “Samper vivía una encrucijada: no se podía caer, pero tampoco podía quedarse”.

De 1995 a la fecha, se han desempeñado como fiscales generales Alfonso Valdivieso Sarmiento ( Agosto 1994 -1997); Alfonso Gómez Méndez (agosto 1997-2001); Luis Camilo Osorio Isaza (agosto 2001-2005); Mario Iguarán Arana (agosto 2005-2009); Guillermo Mendoza Diago,  fungió como encargado (agosto 2009- enero 2011); Viviane Morales  (enero 2011- marzo 2012)  quien por 23 días la reemplazó Martha Lucía Zamora; Luis Eduardo Montealegre Lynett (marzo 29 de 2012 28 de marzo de 2016); es reemplazado mediante encargo por su segundo Jorge Perdomo  desde el 29 de marzo al 31 de julio de 2016); Néstor Humberto Martínez (Agosto 1 de 2016 al 15 de mayo de 2019); Fabio Espitia (mayo 17 de 2019- 30 de enero de 2020) y Francisco Barbosa quien lo hace desde el 30 de enero de 2020 hasta la fecha.

Es de no creer, pero ocurrió, doce fiscales ya en propiedad o por encargo, en su desempeño en esos largos años pertenecientes a distintas corrientes y pensamientos que dirigieron la entidad no le cumplieron al país en conseguir justicia frente al magnicidio cometido. Es más, en algunos casos sus actuaciones son por completo controvertibles. En particular, la nefasta labor de los fiscales Gómez Méndez, Montealegre Lynett y Perdomo es deplorable y lamentable. Es tanta la actuación sospechosa que hoy nadie sabe ni da cuenta quien fue responsable de la perdida de valiosas pruebas materiales levantadas en la escena crimen ocurrido en las afueras de la Universidad Sergio Arboleda que, solo se pudieron sustraer o desaparecer por la intervención de funcionarios públicos o agentes de estado.

Desde la muerte trágica que le dolió a todo el país sin distingo ni partido, sino por el contrario respeto y admiración por la pérdida del gran líder conservador inmolado, se han tejido muchas hipótesis investigativas, como son que lo hizo el Cartel del Valle, que su causa tiene origen y causa en la intentona de golpe de estado que en su momento le dejaron conocer algunos golpistas, que participaron algunos militares de entonces, otrora que la autoría fue de los paramilitares, y en fin, que se trata de un crimen de estado durante el Gobierno de Ernesto Samper.

El actual mandatario de los colombianos nos recordó en la conmemoración del centenario del nacimiento y en memoria del gran político conservador en celebración el pasado siete de mayo de 2019 destacó “hoy, cuando celebramos 100 años de su nacimiento tenemos que hacer sentir una voz, que se la puede manifestar con respeto pero con la misma contundencia que siento para rechazar la violencia, a la Corte Suprema de Justicia, pidiendo que el crimen de Álvaro Gómez Hurtado sea declarado crimen de lesa humanidad y que se encuentran los verdaderos autores materiales e intelectuales de ese crimen”.

Cuando la actual Fiscalía que adelanta la investigación se aprestaba a decidir acusar, sorprendió la particular confesión del senador del hoy movimiento FARC Julián Gallo Cubillos, conocido en el mundo criminal con el alias de “Carlos Antonio Lozada” o “Tornillo”  de indicar que él fue quien ejecutó la orden de asesinar al Doctor Álvaro Gómez Hurtado que la recibiera de parte del subversivo alias Mono Jojoy, señalamiento que al tiempo de escribir esta columna, el otro bandido y subversivo ciego de mentiras y falaz de profesión Jesús Santrich lo desmiente. Todo por tanta contradicción y mentira de estos bandidos ya deja conocer que es posible que quieran hacerle un favor al expresidente liberal Samper que se convierte también en posible y monumental presunto fraude procesal; pero para el público en general, es la confirmación de asistir a una mala función de circo con malos actores y payasos en el escenario.

No salimos del asombro que en tanto tiempo transcurrido siga infamemente la manipulación roja de ese liberalismo sectario permeado y demostrado entonces por el narcotráfico, como quedó registrado en el proceso 8000 cuando todos los colombianos constataron para la época que si vieron el elefante que le ingresó a la sala menos el habitante de ella que, ahora sus secuaces amigos pretenden que se  desvíe otra vez la investigación para no llegar a la verdad que ronda por años en la mente de los colombianos.

Es evidente que, si ante el magnicidio del destacado líder conservador no hay justicia, por más que cojee que, aquí más bien parece amputada, sencilla y claramente se impone que Colombia no tendrá paz sino tiene justicia ejemplar; un cuarto de siglo sin ella, demuestra lo lejos que esta esa verdadera posibilidad.

Al afanado e inmolado líder conservador Alvaro Gómez Hurtado, debemos tenerle presente muchas de sus frases célebres, pero en especial una que hoy no aplican y olvidan los políticos que refleja la gran estatura moral del líder fallecido: El político debe tener siempre una responsabilidad con la historia, más que con la codicia. El buen político no puede tener ni apegos materiales, ni puede ser esclavo del dinero o de la adulación”. Que maravilla de enseñanza y testamento perenne. La moralidad y Él como gran hombre que en su existencia la vivió, demostró y compartió, hoy sin duda, es ejemplo para pasadas, actuales y futuras generaciones.

Hoy, cuando distintos sectores políticos mencionan y recuerdan la importancia del Acuerdo sobre lo Fundamental, es necesario que se consiga que el crimen del destacado líder del partido azul, no quede en la impunidad y como al parecer en Colombia está por completo comprobado que un cuarto de siglo no se logra llegar a un resultado, se impone acudir a las instancias internacionales para conseguir algo de Justicia ejemplar. Desde donde se sabe se encuentra al lado de la Diestra de Nuestro señor Creador, le expresamos desde esta bella tierra siga descansando en paz, que nosotros acá firmes seguidores y defensores de su pensamiento y legado, seguiremos trabajando en que su crimen no quede impune.

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Bernardo Henao Jaramillo
Bernardo Henao Jaramillo

Abogado e investigador


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