Por: Eduardo Padilla Hernández, abogado profesor de derecho ambiental.
Los “expertos” en la vida de Petro, unos escépticos y otros malintencionados, que tanto lo criticaron diciendo que iba a convertir a Colombia en Venezuela, que iba a expropiar la propiedad privada y tantas otras palabras necias que expresaron, quedaron como una botella de vino: con un tapón en la boca, pues en lugar de hacer todo eso que la oposición dijo, en dos meses de gobierno ha hecho más cosas positivas que otras administraciones en cuatro años.
Veamos lo que ha iniciado, lo que adelantará y lo que consolidará:
-Impuesto predial para terrenos con más de 1.000 hectáreas fértiles, además de un tributo a las remesas.
-Eliminación de las exenciones tributarias que no son necesarias en el sistema y que no aportan a la economía.
-En el tema de pensiones, se va a mantener la edad en la que se accede a estos ingresos.
-Coexistencia de dos características en pensiones, la universalidad del sistema y la posibilidad del aporte voluntario.
-El concepto de salario mínimo se transforma por un salario real basado en el capital e ingresos.
-Reforma educativa basada en mejorar la calidad de la educación superior y en la primera infancia.
-El mayor cambio en salud consiste en eliminar las EPS para acabar con la intermediación financiera en el sector.
-La priorización del mercado interno que hace parte de la estrategia industrial.
-Transformación de la vocación extractiva a una productiva en la que haya un proceso de industrialización.
-No ha expropiado tierras, sino que firmó un convenio con Fedegan para comprar tres millones de hectáreas con títulos de deuda pública para modernizar el agro.
En está gran extensión territorial es fundamental para llevar a cabo la Reforma Agraria Integral.
Los campesinos gozarán de conocimientos y recursos, pues la universidad, el Sena, el banco agrario y las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Tic), serán componentes descentralizados para acoplarse al desarrollo agroindustrial que incluye mercado interno y exportaciones, temas puntuales en lo que serán capacitados los beneficiarios del proyecto.
Organizaciones de derechos humanos y representantes de la Cumbre Agraria, que nunca se habían podido reunir con mandatarios anteriores, lo hicieron con el presidente Gustavo Petro y le presentaron un Plan de Emergencia para proteger la vida de las comunidades, documento que fue recibido con beneplácito por el mandatario.
En suma, si con la Reforma Agraria Integral, no se acaba en Colombia el despojo de tierras, a sangre y fuego, al menos se minimiza esta práctica que ha sido disimulada por la cortina de humo de la impunidad.
El término despojo agrupa las prácticas de apropiación ilegal de tierras arrebatadas a sus dueños u ocupantes legítimos.
La violencia física, institucional y ambiental, presente en la transformación radical del paisaje y su composición botánica, forman el entramado que lo produce.
Ojalá nuestra patria no siga siendo “un país de belleza ensangrentada”, como dijo el presidente Gustavo Petro, en su discurso ante la ONU.
Hace 2 mil años, Jesús sabía que esto sucedería algún día.
Por eso él lo anunció en Lucas 11/31: “La reina del Sur (Suramérica) se levantará, juzgará a las naciones”. “Y desmenuzará toda arrogancia con palabras de hierro” (Apocalipsis 2:27).
Algo sin precedentes en la vida nacional, lo cual es un hecho asombroso, consistió en que el gobierno llamó a la oposición para iniciar la Reforma Agraria Integral.
Otro hecho admirable es que la oposición aceptó que ambos bandos estén juntos y unánimes en este gran desafío que beneficia a toda la sociedad colombiana.
Por esta razón felicito al presidente Gustavo Petro, a la ministra Cecilia López, al presidente de Fedegan, José Félix Lafaurie, a copartícipes ganaderos y a medio equipo de gobierno vinculado al proyecto.