Ecuador se Salvó

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Por Ariel Peña.

El triunfo en Ecuador de Guillermo Lasso, candidato demócrata, miembro del  movimiento CREO y católico practicante, es un golpe contundente al  castrochavismo o socialismo del siglo XXl, que representaba el expresidente  Rafael Correa  con su candidato Andrés Arauz, y además constituye un respiro para las  democracias Latinoamericanas que se encuentran asediadas por el engendro  marxista leninista, que usa diferentes emblemas para engañar a la ciudadanía incauta.

Aunque Lasso había perdido en la primera vuelta con una diferencia de casi 13 puntos porcentuales frente a Arauz,  los  votos de los otros candidatos que no entraron en el balotaje fueron determinantes para el triunfo de Lasso, comenzando por los del candidato   indígena y ambientalista Yaku Perez, quien al no entrar por escasos votos a la segunda vuelta  alegó fraude, destacándose que aunque pidió  a sus seguidores anular el voto, sin embargo su postura anticorreista, pudo ayudar electoramente a Lasso  con los indígenas que dividieron el voto, entre las  opciones de anularlo o apoyar al candidato triunfador.

El estilo totalitario marxista de Rafael Correa, durante los  10 años que estuvo en el poder, fue la principal   causa de la derrota de su candidato, dado que persiguió a los partidos tradicionales, arrinconó a la prensa y ridiculizó a los ambientalistas encabezados por los líderes indígenas, además de usar la treta de la corrupción para señalar a sus enemigos, sin ningún fundamento.

La crisis sanitaria que vive el Ecuador, con el Covid-19 o peste china, unida  a la crisis económica y a  las dificultades en la gobernabilidad son retos para el nuevo gobierno, a lo que se le debe agregar que no tendrá mayoría en el   Congreso, por lo que  el presidente Lasso necesariamente deberá hacer una negociación política con otras fuerzas,  para no tener contratiempos en su gestión, especialmente  con las movilizaciones sociales que se dan en Ecuador de manera masiva y beligerante.

Indudablemente que  fue una sorpresa el triunfo de Guillermo Lasso en el vecino país,  en vista de que la llamada izquierda en  Latinoamérica se esta recomponiendo y  ha tenido triunfos  significativos en México y Bolivia de la mano de la internacional comunista del Foro de Sao Paulo con su apéndice del Grupo de Puebla, de ahí que las fuerzas democráticas en la presente situación deben en la región desarrollar tareas ideológicas y organizativas, para contrarrestar los embates del comunismo totalitario, que camuflándose en diferentes remoquetes busca  empobrecer al máximo a las masas, como lo ha hecho en Venezuela, para llevar a nuestros pueblos a una condición de postración que le permitan  a las dictaduras totalitarias convertir a los ciudadanos en despojos humanos, y así consolidar el despotismo.

Ecuador se salvó el 11 de abril de caer nuevamente en la garras del totalitarismo marxista que representa  Rafael Correa, debido a que el pueblo ecuatoriano supo  reaccionar para salvar al país vecino  y no  permitir una calamidad similar a la que se vive en las naciones que se encuentran soportando el yugo comunista, por lo que los partidos demócratas latinoamericanos frente a la arremetida totalitaria, tienen que prepararse para cerrarle el  paso a las conspiraciones extremistas, que buscan por todos los medios envilecer a la población.

El ejemplo electoral en Ecuador debe servirle al pueblo colombiano de  lección democrática, para evitar que en las elecciones de 2022, partidos y movimientos con  atuendos de progresistas o alternativos, lleguen al gobierno para  montar una tiranía    que exterminaría a  la libertad y cuya victima principal serán las masas empobrecidas, que es donde el comunismo  ejerce con toda rigurosidad su dictadura, puesto que las personas acaudaladas no tienen problema ya que se marcharan del país, y los más humildes serán los que  aguantarán  el  látigo liberticida, para que una camarilla oprobiosa consolide su dictadura,  ello, si la ciudadanía no reacciona a  tiempo ante el peligro que se cierne sobre  Colombia.

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Ariel Peña
Ariel Peña

Columnista, Escritor. Presidente de la federación Sindical UTRECOL


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