Por Óscar Ricardo Colorado Barriga
Columnista de Opinión
La amenaza de convocar una Asamblea Nacional Constituyente, hecha por el patrón de las bolsas, si no le aprueban las reformas presentadas por él y su recua de ministros (rodeado de primeras líneas, cultivadores de droga y bandidos de todo pelambre a quienes pagó su asistencia), si bien es cierto es totalmente absurda, CONSTITUYE un campanazo de alerta para las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, como últimos garantes de la Democracia.
Este petardo, atrincherado en su odio, consumido por sus vicios y alentado por los extremistas que lo rodean, ya perdió cualquier norte, él sabe que su sola presencia causa repulsión y alienta a la traición y corrupción a su círculo más cercano; por más enajenado que esté, ya entendió que nadie le cree, sabe a ciencia cierta que está lejos de ser un estadista y en la comunidad internacional solo causa risa.
Su ego herido y mitomanía maniaca, lo impulsa a destruir lo que sea, este ser oscuro no escucha consejo alguno y ya sabe que en Colombia la separación de poderes, aun funciona. Ve como última esperanza las medidas dictatoriales adoptadas por Chaves, quien luego de dilapidar las arcas del país más rico de Suramérica, acudió a una constituyente que lo embistiera de poderes omnímodos para así poder disponer de los recursos de la salud, los ahorros pensionales, centralización de empresas, manejo de la prensa y control de la Justicia.
Petro sabe que Chaves, JAMÁS hubiese alcanzado sus reformas, sin el apoyo de una Fuerza Pública corrupta y maleable, PERO OLVIDA, que esa misma Fuerza Pública lo veía como su igual, salido de sus entrañas, caso contrario en Colombia, donde hemos gozado de unas estructuras Militares y Policiales fuertes, capaces de adoptar posturas Democráticas ajustadas a derecho.
No hay en Colombia un solo Soldado, Policía, Infante de Marina, Oficial o Suboficial, que no sepa a ciencia cierta quien es Gustavo Petro, los vejámenes que cometió siendo guerrillero del M19, su obsesión malsana de destruir la institucionalidad y el daño irreparable que significa tener un desmovilizado en el solio de Bolívar, rodeado de incapaces que ayer violaban, reclutaban, extorsionaban y asesinaban a cualquiera que no sirviera a sus intereses.
Es evidente para Soldados y Policías que este gobiernito y sus lacayos son fiel reflejo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, mientras el país se incendiaba, ellos se dedicaban a robar sin límite alguno, firmando contratos por valores superiores a los cien mil millones, amparados en el decreto de emergencia social de Petro, que facultaba a Olmedo para hacer lo que se le diera la gana, mientras se abrazaban y se tomaban fotos con su eslogan de DECENTES.
Como soldado no desconozco la infiltración que han sufrido las instituciones castrenses y sé que hoy hay más de un sargento Chalá en sus filas, en todos los grados, pero también tengo certeza que estos descastados no representan un número significativo y en su momento serán aplastados por el honor y la lealtad de los verdaderos patriotas que engalanan estas instituciones y NO serán ajenos al llamado de su pueblo, cuando la situación así lo amerite.
(R) OSCAR RICARDO COLORADO BARRIGA
Twitter: @ricacoloradodo