Por: Eduardo Padilla Hernández, abogado, presidente de Redvigila.
En una entrevista reciente, el fiscal Andrés Marín reveló detalles impactantes sobre el desarrollo de un caso ligado al contrabando en Colombia.
Según explicó el funcionario, alias ‘Papá Pitufo’, conocido como el ‘Zar del Contrabando’, ya estaba al tanto de la investigación en su contra, la cual incluía audios y videos incriminatorios.
Más preocupante aún, el contrabandista tenía conocimiento de que el fiscal asignado al caso era el mismo Marín.
Cuando este último presentó las pruebas recopiladas a sus superiores, en lugar de avanzar con la causa, fue abruptamente retirado del caso.
Esto permitió que ‘Papá Pitufo’ aprovechara para huir a España, dejando un sabor amargo de impunidad.
CÓMPLICES EN LAS SOMBRAS
La trama se torna más oscura al conocerse que un fiscal y un juez están siendo investigados por presuntos vínculos con el controvertido contrabandista.
El fiscal Pablo Xavier Romero y el juez Jorge Eliécer Hernández Polo, habrían sostenido una reunión con ‘Papá Pitufo’ el 23 de agosto de 2024 en un hotel de Cartagena.
Desde la Comisión Nacional de Disciplina Judicial se ordenó investigar sus actuaciones, tras recolectar indicios que los implicarían en maniobras a favor de las redes criminales.
La tarea ahora es esclarecer si estos funcionarios facilitaron actividades ilícitas, una acusación que amenaza con erosionar aún más la confianza en el sistema judicial.
El fiscal Romero Julio es objeto de especial escrutinio, no sólo por esta acusación, sino también por su historial: enfrenta al menos cinco procesos adicionales en Bolívar.
Este patrón recurrente levanta serias dudas sobre la transparencia en sus decisiones.
UNA HERIDA ABIERTA
Colombia parece atrapada en un círculo vicioso donde las estructuras de poder se ven comprometidas por alianzas con redes ilegales.
Estos vínculos son un reflejo preocupante de la fragilidad institucional que dificulta la lucha contra la corrupción.
La sociedad espera respuestas contundentes ante estos hechos. Sin embargo, queda la inquietante posibilidad de que una vez más, los hilos invisibles del poder y la impunidad frenen cualquier avance hacia una justicia real.
UN FRENTE INTERNACIONAL: PETRO Y SÁNCHEZ
En septiembre de 2024, los presidentes Gustavo Petro, de Colombia, y Pedro Sánchez, de España, coordinaron esfuerzos para extraditar al ‘Zar del Contrabando’.
A pesar de haber sido imputado en su ausencia por las autoridades colombianas, alias ‘Papá Pitufo’ se encontraba en Portugal, atendiendo los llamados judiciales mientras gestionaba una solicitud de asilo que complicaba la extradición.
Gracias a la presión conjunta entre ambos mandatarios, se logró su recaptura en territorio portugués, marcando un importante avance en la cooperación internacional contra el delito organizado.
A pesar de este éxito parcial, persiste el reto de garantizar que este caso no termine como tantos otros: en el olvido o bajo el manto protector de sistemas incapaces o poco dispuestos a enfrentar a fondo la corrupción.
La lucha por una justicia imparcial y efectiva sigue siendo una deuda con la sociedad colombiana.
El contrabando representa un grave problema para el país, ya que no solo implica la evasión de impuestos, sino que también promueve la informalidad económica, perjudica a la industria nacional, incentiva el desempleo y genera una competencia desleal en el ámbito comercial.
En un breve pronunciamiento, el presidente Petro se refirió a la captura de ‘Papá Pitufo’ y le instó a revelar toda la verdad, enfatizando que el contrabando no sólo afecta negativamente la economía nacional, sino que también representa otra faceta del narcotráfico.