La Despolitización de las Altas Cortes también es la Paz

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Por: Eduardo Padilla Hernández, abogado, presidente de Redvigila.

La politiquería es una práctica que consiste en tratar de conseguir o mantener el poder mediante licencias, falsas promesas, regalos, “mermeladas” e intrigas.

Un ejemplo de politiquería es la vida chanfa (hacer poco y ganar mucho) que mantiene la mayoría de congresistas, y otros que se dedican a lesear (realizar acciones disparatadas con el fin de entretenerse o molestar).

Otro ángulo de la politiquería consiste en que, bajo la mirada impasible de la justicia, los medios de “comunicación” de la élite mienten con exageración (hipérbole) acerca del que piensa diferente, mientras que encubren las truculencias de sus mecenas.

La hipérbole es un recurso estilístico literario que consiste en la exageración de cantidades, cualidades y características. Es utilizado con frecuencia en el ámbito literario, en el lenguaje coloquial y en propaganda comercial y política, además de textos y bromas humorísticas. Un texto semita dice: “¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”.

Luego de leer rigurosamente la columna del colega y jurista José Gregorio Hernández, expresidente de la Corte Constitucional y exmagistrado de la misma, me permito resaltar el valor civil con que comenta algunos hechos que vienen ocurriendo en las Altas Cortes y en organismos de fiscalización del Estado.

Las Cortes, en su organización y en su interrelación tienen que ver mucho con el Congreso de la República.
Por ejemplo, los magistrados de la Corte Constitucional los define el Congreso.

Tanto el Consejo de Estado como la Corte Suprema tienen incidencia en el manejo del poder político: Llámese Contralor General, Auditor General, Defensor del Pueblo, Fiscal o Procurador.

Entonces, esto le da un tinte político al manejo del poder.

Estos funcionarios tienen muchas prebendas que ofrecer a los colombianos y a los que ayudan a elegirlos, y eso les quita autonomía, independencia, transparencia para el manejo de muchos temas del Estado.

Si examinamos en la Constitución Nacional, cómo son elegidos: El Contralor y el Procurador, de acuerdo a los Artículos pertinentes a cada caso, hay una clara incidencia política de los cargos.

Luego, los intercambios de favores se van a encontrar. Entonces, a la larga, de nada sirve denunciar, denunciar y denunciar.

Eso hace que la gente se canse, porque no se ve el resultado de las investigaciones, como lo anota el doctor José Gregorio Hernández.

La solución de todo ese fárrago político consiste en cambiar y buscar otro modelo, otro sistema y, de pronto, algo que propongo por segunda vez: Acudir a que tanto el Fiscal General, el Procurador y el Contralor, sean elegidos por el constituyente primario.

Mi propuesta, si fuese aprobada, serviría para darle independencia a los funcionarios de las Carteras citadas, para que ellos manejen con eficiencia y transparencia las investigaciones y las acciones del estamento burocrático que los acompaña.

Tengo la convicción de que con esta propuesta se mejoraría el camino, no sólo de los funcionarios, sino, además, a la sociedad colombiana.

Alguien me preguntó:
– ¿Por qué la élite sataniza todo el tema de la participación ciudadana, las acciones populares, los veedores, los gestores de ideas sociales, participantes activos, actores de la sociedad, por qué no tienen un reconocimiento económico justo por la labor social que hacen para el cumplimiento de la Constitución y la Ley?

Yo le respondí:
-La apropiación social del conocimiento, por parte de líderes sociales, ambientales, científicos, tecnólogos y profesionales, significa la integración de los diferentes sectores de la sociedad orientados a propiciar espacios de discusión y retroalimentación sobre los conocimientos políticos, científicos, tecnológicos, ambientales, mediante estrategias de difusión, divulgación, educación, formal o no, que busca la interiorización, para la construcción de la política incluyente de la verdad.

Este conocimiento social es una luz potente que penetra en las sombras de la élite.

En efecto, por este camino han marchado muchos líderes que ahora son mártires.

Pero en este momento histórico hay una especie de domo invisible que nos está guiando.

Lo insólito es que el imperio de las sombras no tiene la capacidad visual para percibir este misterio.

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Eduardo Padilla Hernández
Eduardo Padilla Hernández

Abogado, Columnista y Presidente Asored Nacional de Veedurías


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