
Veintitrés años de impunidad

Por Alfredo José Jones Sánchez
Ese terrible dos de noviembre, hace veintitrés años asesinaron a Álvaro Gómez Hurtado, ese día murió quizás la mente más brillante que tuvo nuestro país, murió el padre de lo fundamental, el gran constituyente, el político de las buenas prácticas, el defensor del derecho, el demócrata, el que para muchos no fue presidente de Colombia, porque este es un país, que está acostumbrado al odio y las prácticas comunes de la politiquería, pudo más él revanchismo. El país no estaba preparado para una líder de su calidad intelectual, moral y humana.
Gómez Hurtado, vivió con la estigmatizacion sistemática de sus contradictores por ser hijo de Laureano Gómez, sobrevivió al secuestro del M19 pero no pudo superar el odio de las personas que seguían al régimen, el que tanto criticaba.
Álvaro Gómez Hurtado propuso el desarrollo del Río Magdalena que todavía se pide a gritos, una reforma equitativa a la justicia, fue primero en tocar temas como el excesivo intervencionismo del estado, la eleccion popular de alcaldes, fue promotor de figuras como la accion de tutela, el control fiscal y la autonomía del Banco de la República. Pensamientos propositivos que en actualidad hacen mucha falta.
Son veintitrés años de impunidad, vientitres años que manos criminales lo asesinaron mientras salía de dictar su cátedra de Historia de la Civilización Universal, en la Universidad Sergio Arboleda, de la cual él fue su fundador, ese magnicidio no puede quedar en la impunidad, a Colombia le quitaron una luz y una esperanza.
Como el lo escribió en el último capítulo de su libro, soy libre “debemos buscar, en lo más recóndito del alma nacional, los rasgos que nos ayuden a transitar ese camino hacia la luz”.




