Por: José Félix Lafaurie Rivera
“Yo soy Cabal”, así tituló María Fernanda, mi esposa y compañera de 40 años de ideas y propósitos, el libro que lanzó con un éxito que, la verdad, no me sorprendió, pero sí me emocionó sentir el entusiasmo de tantas personas queriendo conocer más de ella, de su vida y sus ideas.
Cabal es su apellido, pero lo que ha querido expresar María Fernanda en su libro, donde se filtra por todos lados su pasión por la historia y su amor por Colombia, y donde desentraña sus orígenes, su pasado, sus éxitos y frustraciones, sus alegrías y agobios, y también sus expectativas frente a un país que no resiste más violencia y corrupción…, más desorden, es que ella no es Cabal solamente de apellido, sino que, por formación y convicción, se ha propuesto serlo de principios; “cabal” en los significados del diccionario: integridad, honradez, rectitud…; “cabal” por su determinación frente a los retos y su coherencia sin concesiones.
Dirán mis lectores – y es cierto, porque “yo también soy Cabal”, ¿cómo no serlo? – que son palabras surgidas de la mutua admiración que sostiene nuestra relación de pareja, admiración que hemos confesado públicamente, como nuestras naturales diferencias, más en lo político que en lo personal, aunque ella se haya adentrado en ese campo que defendemos como privado, pero que dice mucho de lo que realmente somos.
Sin embargo, el país sabe que, desde su aparición en el ambiente público y enrarecido de la política, María Fernanda ha demostrado que otra forma de hacerla en Colombia es posible. No en vano su libro comienza relatando su ruptura con “lo políticamente correcto”, que suele ser sinónimo de lo éticamente incorrecto.
Invito a mis lectores a conocer a esa persona descomplicada que se esconde detrás de una imagen adusta y aguerrida –que lo es–, y además estigmatizada por las narrativas de la izquierda, en un libro que se mueve entre un tono intimista en sus recuerdos, reflexivo en sus preocupaciones por Colombia y vertical en la defensa de sus convicciones.
En ellas me quiero detener, porque se han ido amojonando a lo largo de un camino que hemos transitado juntos y nos ha llevado a un espacio político –la derecha– en el que ella hoy es precandidata presidencial por el partido Centro Democrático.
¿Qué es la derecha para “La Cabal”? Es la expresión de los lemas que adornan nuestro escudo, pero muy poco la realidad del país. Es la Libertad y el Orden, pero, sin pretender cambiar el escudo, es el Orden primero, porque la libertad sin orden es libertinaje y caos.
De ahí una de sus consignas: “Voy a poner orden en la casa”; a llamar las cosas por su nombre y a ponerlas en su sitio. No más embajadas, consejerías y ministerios innecesarios, ni más activistas en cargos estratégicos. El Estado debe volver al tamaño necesario y la meritocracia a un lugar de privilegio.
El Orden es hijo de la Seguridad, y esta lo es de una Fuerza Pública que persiga al delincuente y una justicia que lo castigue. No más diálogos, dizque “de paz”, con criminales confesos y reincidentes. La paz la construimos entre todos cuando la autoridad, la justicia, y un gobierno decente restituyan el orden.
Sí. El Orden primero, como único camino hacia la verdadera Libertad: libertad de pensar y expresarse; de emprender y generar riqueza individual y social…; libertad de ser en un entorno de respeto por la libertad de los demás.
“Yo soy Cabal”, un libro que recoge la historia de la vida y las ideas de una mujer que no promete…, que se compromete con Colombia.
@jflafaurie










