Eduardo Padilla

¿Hay Una Política Ambiental Seria Para Colombia?

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Por Eduardo Padilla Hernández*

En cuanto a la riqueza biológica y el ecosistema, la naturaleza del sistema ambiental colombiano se caracteriza por su gran diversidad y complejidad biológica, geográfica, geológica, edáfica, climática, cultural, étnica, socioeconómica y ecosistémica.
Los elementos fundamentales que determinan estas condiciones son: su posición geográfica, su historia geológica y la presencia de los Andes que, al atravesar de Sur a Norte, el territorio nacional, propicia la formación de seis grandes unidades o regiones naturales: la región Andina, la Caribe, la Orinoquia, la Amazonia, los vales interandinos y la del Pacífico.

Colombia posee una amplia diversidad de especies animales y vegetales y ocupa el cuarto lugar en el mundo en disponibilidad de agua por unidad de superficie.
Toda esta riqueza de la biodiversidad colombiana debería de estar exenta de dificultades, pero sucede todo lo contrario.

Las dimensiones del problema llevan al país cada vez más a circunscribirse en el ámbito internacional. El medio ambiente se deteriora y las repetidas por no decir gastadas reuniones en que se discute el tema, pocos resultados producen.
Mientras tanto el desarrollo y el medio ambiente mantienen grandes diferencias entre sí, como la gacela que tiene poca posibilidad de escapar del tigre, pues el desarrollo se hace con enormes costos ambientales.

El medio ambiente está entre la espada de las relaciones sociales y la pared de la economía del país que hace uso extensivo de los recursos naturales.

Los sectores agropecuarios, de obras públicas, industrial, minero y energético, utilizan los recursos naturales y del ambiente en muchos casos sin considerar, o considerando parcialmente, la sostenibilidad de sus actividades.

Actualmente los científicos envían naves al espacio exterior con el propósito de detectar inteligencia extraterrestre, pero no estudian a los estultos humanos que adoptan tecnología y sistemas de producción inadecuados que son la causa principal del deterioro de la calidad del ambiente y la degradación de los abundantes recursos del país en materia ambiental.
Una tercera parte de la cobertura forestal del país ha sido ya eliminada, lo cual ha desencadenado las alteraciones de los sistemas hídricos.

La principal causa de contaminación de aguas continentales y oceánicas en Colombia son la descargas de residuos industriales y domésticos, los derrames de hidrocarburos, los residuos de la actividad agropecuaria y la erosión de los suelos ocasionada por la minería.
Los ecosistemas también se ven afectados por los derrames de petróleo del oleoducto Caño Limón-Coveñas.

El uso inadecuado de agroquímicos, no sólo afecta negativamente al ecosistema, sino que además genera graves enfermedades en los humanos.

Las minas de oro que vierten mercurio y toneladas de sólidos en los ríos, generan una catástrofe ambiental de grandes proporciones, pues contaminan el agua y afectan a las personas y a los peces.

La contaminación auditiva es otro de los terribles problemas que se sufre en el país. Los niveles altos de ruido están asociados con problemas auditivos, desórdenes fisiológicos y estrés. En áreas cercanas a instalaciones industriales, vías principales y aeropuertos, el ruido superan los niveles que se consideran permisibles.

Concluyo, pues, que los 10 problemas ambientales de Colombia son: Contaminación atmosférica, contaminación hídrica, destrucción del Chocó biogeográfico, elevada deforestación, minería ilegal, monocultivos y cultivos ilícitos, uso de palma africana en la generación de combustibles, basura, contaminación sónica, y salinización de los suelos.
Por un lado hay la esperanza de que los problemas ambientales tengan una solución venturosa, pero por otra parte se perciben claros conflictos y vacíos, y un gran distanciamiento entre el Ministerio del Medio Ambiente, los usuarios de los recursos naturales y los responsables de aplicar la compleja y contradictoria legislación ambiental en todo el territorio nacional, de tal manera que la ciudadanía observa la incoherencia y la incompatibilidad entre las tres instancias señaladas.

Magíster en Derecho Ambiental y profesor de la materia*.

Bibliografía:
1. Diario El Tiempo, archivo.
2. Medio ambiente y relaciones internacionales, Ernesto Guhl, Juan G. Tokatlian, Tercer mundo editores-Ediciones Uniandes.
3. Lifeder.com, Scarlet Fernández Estecche

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Eduardo Padilla Hernández
Eduardo Padilla Hernández

Abogado, Columnista y Presidente Asored Nacional de Veedurías


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