Es la mayor protegida del Contralor Edgardo Maya. Llegó al cargo, al parecer, como un pago de favores del Alto Funcionario a su hermano, el poderoso Consejero de Estado Danilo Rojas, por engavetarle el caso de la Leyenda Vallenata. Es acusada de abuso de autoridad y acoso contra sus dirigidos. “Yo soy la jefe”, aquí se hace lo que yo diga”, “yo soy la que mando”, “acuérdense de que son de libre nombramiento”, son los términos que utiliza esta mujer en su asedio constante.
Danilo Rojas Betancourth fue relator y magistrado auxiliar del Consejo de Estado, asesor de Maya Villazón en la Procuraduría General de la Nación, aspiró a la Corte Constitucional en el 2008 y finalmente a mediados del 2010, junto con Jaime Orlando Santofimio Gamboa, fue elegido por la Sala Plena presidida por Luis Fernando Alvarez Jaramillo, como consejero de Estado para la Sección Tercera por vencimiento de períodos.
Como buen hermano, Danilo no desamparó a su hermana Eddy Lucía Rojas, quien estuvo como abogada auxiliar en la Corte Constitucional y en el 2012 en la Contraloría General bajo la administración de Sandra Morelli, la ubicó primero como asesora y luego como contralora delegada dentro de los 30 que conformaban la planta para ejercer vigilancia fiscal a las inversiones efectuadas por los entes territoriales con recursos del recién creado Sistema General de Regalías-SGR
En el 2015, bajo la administración de Edgardo Maya Villazón, fue nombrada como Contralora Delegada Intersectorial para el ejercicio fiscal de los departamentos del Cesar y La Guajira, mediante la Resolución Ordinaria 246 del 15-02-2015, contando con el apoyo de un grupo de profesionales conformado por 6 del nivel central, un asesor de gestión y del nivel desconcentrado, 11 de la Gerencia del Cesar y 8 de la Gerencia de La Guajira, es decir, tenía a su cargo un total de 26 personas.
Los abusos de la contralora Rojas
El nombramiento le presentaba un nuevo rol a la abogada Eddy Lucía Rojas que dejaba de ser una profesional que resolvía casos asignados a ejercer control fiscal micro en los 2 departamentos a través de un grupo multidisciplinario que estaría a sus órdenes, lo que representó mayores responsabilidades y a la vez sería todo un reto.
El incesante deseo de la contralora Rojas de mostrar gestión ante su nominador, al poco tiempo comenzó a dejar entrever los excesos de autoridad hacia los profesionales a cargo, lo que demostraba no solo su desconocimiento en control fiscal sino la manera de impartir órdenes y directrices en el personal a cargo, a tal punto que los funcionarios empezaron a enfermarse por estrés por lo que pedían cambios y algunos presentaban renuncias producto de la desmesurada vigilancia, asedio, acoso permanente e injustificado, las expresiones denigrantes y descalificadoras como irresponsables y las amenazas de acudir a la Oficina de Control Interno Disciplinario; en las misivas dirigidas al Contralor General le resaltan frases expresadas por la contralora tales como: “yo soy la jefe”, aquí se hace lo que yo diga”, “yo soy la que mando”, “acuérdense de que son de libre nombramiento”.
La máxima tensión se dio en diciembre de 2016 y enero de 2017, con sendas comunicaciones (Ver Doc.1 y Doc.2) dirigidas por los funcionarios de la Gerencia del Cesar al Contralor General Maya Villazón, y a la Gerente de Talento Humano, Luisa Fernanda Morales Noriega, sin que estos hubiesen tomado alguna medida al respecto contra la Contralora Delegada Intersectorial Rojas, ni como mínimo les mereció un traslado disciplinario de la queja, ya fuera a la Oficina de Control Disciplinario de la propia Contraloría y menos a la Procuraduría General de la Nación, como era su deber legal, tal como lo dispone el Código Único Disciplinario.
Por el contrario, el pasado 10 de febrero de 2017, el Contralor Maya bajo el argumento de la falta de recursos para mantener la Planta de Regalías, redujo más de 100 cargos pertenecientes a profesionales especializados que verdaderamente le aportaban al control fiscal, mientras que contralores delegados como Eddy Lucía Rojas, que devengan altos salarios del orden de los $20 millones, no fueron tocados, afectando así la eficiencia del control fiscal y por ende una verdadera lucha contra el flagelo de la corrupción.
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Esta es la carta que le enviaron los propios empleados de la Contraloría a Eddy Lucía Rojas por su asedio constante contra la funcionaria Liliana Correa Miranda.
Un intercambio de favores?
La explicación por la cual Maya no ha tomado medidas en contra de la contralora Rojas puede estar en los intereses que el Contralor tiene en el Consejo de Estado.
Resulta que en ese alto Tribunal cursaban 4 demandas de nulidad electoral contra la elección de Maya como Contralor General y que fueran falladas a su favor precisamente bajo la presidencia de Danilo Rojas con una serie de irregularidades que están siendo investigadas, así mismo, de manera extraña se encuentra engavetada por resolver en segunda instancia, una acción popular cuyo fallo en primera instancia del Tribunal Administrativo del Cesar ordenó devolver al municipio de Valledupar el Parque de la Leyenda Vallenata a cargo de la Fundación del mismo nombre y que afectaría a los familiares del Contralor Maya, que han venido manejando el negocio desde hace mucho tiempo y cuyos cuestionamientos han sido reiterativos.
En el 2010, Maya estuvo en la posesión (ver la foto) de su hombre de confianza, Danilo, como Consejero de Estado ante el Presidente Juan Manuel Santos y en es mismo momento aprovechó para perfilarse como Contralor. Por eso, se puede decir que Rojas es el pupilo más aventajado de Maya a quien ahora el magistrado le paga el favor por haberlo nombrado en la Procuraduría y consentir a su hermana en la Contraloría, congelando en el Contencioso Administrativo la decisión sobre el caso de La Leyenda Vallenata, tema que nuestro portal tratará en próximas entregas.
Unidad Investigativa de LOC
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