Por Pedro Amar.
Washington
Hay que comenzar aclarando lo siguiente: El Presidente de Colombia es Iván Duque, quien debería gobernar con una nómina de uribistas, pero no es así.
Duque no quiso hacer un corte de cuentas y mostrarle al país lo que recibió de la anterior administración, para evitar que lo vieran como revanchista, y muchos menos autorizó la salida del Gobierno de los funcionarios leales al exmandatario Juan Manuel Santos, quienes vivieron del Estado durante los ocho años de su gestión en la Casa de Nariño.
Santos sigue manejando el poder y tiene ojos y oídos en todas partes, pues su gente representa casi el 80 por ciento de la nómina del actual Gobierno. En en otras palabras, Duque mantuvo la continuidad de Santos, está trabajando con los hombres de confianza de aquel y hasta ha nombrado a más de un santista en altos cargos de la Presidencia. Muchos de ellos abiertamente enemigos u opositores del duquismo o del uribismo.
En el caso de la comprometedora grabación del Embajador en Washington (EE.UU.), Francisco Santos, y la nueva Canciller de Colombia, Claudia Blum, en la cual hablan en no muy buenos términos de la gestión del saliente Ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Holmes Trujillo, hay un tercero involucrado (sin duda un santista) quien habría captado el diálogo en un lugar público con su celular y luego este fue filtrado a los medios de comunciación.
Según el portal publimetro.com, Pacho Santos le dice a Blum que el «ExCanciller Carlos Holmes no hizo nada. No tenía estrategia», tras cuestionar duramente la gestión del ahora Ministro de Defensa. Y agregó: «No tengo un interlocutor en Defensa porque Botero no trabajaba».
Al ser preguntado sobre el tema, Santos le aseguró al mismo Publimetro que fue «un diálogo de alguien hablando con su jefe (Blum) sobre las relaciones entre Estados Unidos y Colombia». El propio embajador dio a entender que la charla fue grabada por un tercero «en un recinto cerrado», un lugar público, que sería el reservado de un hotel. Además reiteró que la cinta fue realizada de forma ilegal.
Inclusive, afirmó que no le preocupa la citada grabación porque no contiene nada grave: «No hay ninguna sorpresa, son temas que ya se sabían. No es nada grave ni complejo».
Queda claro que esta grabación habría sido realizada por un fiel seguidor de Santos que la difundió para hacer ver al gobierno de Duque como descoordinado, inepto, ineficiente y despelotado.
La intención es dañar la imagen de la administración a punta de publicidad negra y lo más seguro es que vendrán decenas de casos más.
Lo peor es que muchos de esos santistas trabajan con el mismo gobierno de Duque y solo están esperando la oportunidad, el error, para clavar la puñalada a la mano que les da comer…
Es inaudito que los contradictores del Doctor Juan Manuel Santos, salgan con el cuento de que son los santistas quienes grabaron la conversación. Quieren tapar lo verdaderamente importante que es la conversación entre dos funcionarios de Duque, hablando mal de sus compañeros y del jefe de pasada. Que horror de asesores tiene ese pobre presidente