El Sistema de Salud Colombiano, un Cáncer que se debe Extirpar

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El sistema de salud en Colombia se encuentra en un estado de languidez y sufrimiento, los usuarios sobreviven en un depravado régimen de zozobras en la lucha por mantener su existencia en un mundo que, la vil corrupción ha hecho cada vez más laberíntica, los malos manejos y el oscuro camino que han tomado los recursos destinados para la salud de los colombianos son, el origen de la crisis en la que hoy estamos inmersos.

A muchos de nosotros nos ha pasado que cuando llegamos a una cita médica vemos que el consultorio tiene más aspecto de droguería que otra cosa; vemos publicidad de medicamentos por todos lados y lo aun más indignante es que nuestro diagnóstico subrepticiamente lleva un rumbo sin tropiezos hacia alguno de los productos publicitados en el consultorio, recomendado con la primera y última sonrisa del chequeo. Esta es una de las tantas prácticas corruptas que juegan con la vida de miles de personas a diario.

Con muy buenos ojos debemos ver la radicación en el Congreso de la República de un proyecto de ley que busca acabar las distintas mañas que a diario cobran vidas, un proyecto de ley que busca cortar el hilo conductor en las malas prácticas de contratación en el sector salud, iniciativa del partido Centro Democrático, en cabeza del Senado Álvaro Uribe Vélez, Antonio correa, entre otros congresistas de la bancada, buscan acabar las dádivas que reciben los médicos de los laboratorios y distribuidores de medicamentos por meternos sigilosamente por los ojos, o por la receta, sus productos. Se busca también desnudar el estado económico de las entidades prestadoras del servicio, abriendo una ventana de análisis a la actualidad de sus carteras.

Como lo mencioné en mi anterior columna donde hago un llamado al Gobierno Nacional que basados en una “orquesta investigativa” busca reducir el sistema de atención en las ciudades, justificándolo con “la poca concurrencia en algunos centros asistenciales”, pues, el proyecto en mención busca aumentar la cantidad de recursos directos a los hospitales de menor rango, una medida coherente que va en contra de la medida facilista que presenta el Gobierno que, indirectamente no es más que un abre bocas a la estrangulación por el sector privado, desamparando a los usuarios más necesitados, el presidente Santos ha querido manejar todos los sectores como si el acuerdo en La Habana automáticamente concediera una gratitud general de los colombianos, aunque estén consumidos por los estragos de la reforma tributaria, las oleadas de inseguridad, el precario estado de la educación y el desesperante ciclo suicida del sistema salud, craso error.

Con el ojo crítico y el análisis pesimista se debe hacer el seguimiento  ya que estos buenos proyectos incoherentemente son los que no prosperan en nuestro honorable congreso, -no deberíamos quejarnos porque somos directamente responsables de todo lo que se cocina en ese recinto- a vuelo de pájaro podemos recordar proyectos como el del ausentismo, el que reducía las semanas para pensión, etc. Una lista extensa que deja muchos sin sabores, para nadie es un secreto que las grandes industrias y marcas comerciales manejan una fuerte estructura ligada a lo económico para velar por sus intereses y que sin duda buscará condicionar muchos sectores para no salir “perjudicados” esperemos que gane la cordura, ya es hora de poner freno. ¡Con la salud no se juega!

Por Andy Romero Calderón

@Andy_RomeroC

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