La Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol), la compañía petrolera más grande del país, desde hace años ha venido contratando sus servicios de transporte áereo con dos reconcidas firmas de ese sector en el país, una HELISTAR, la otra HELICOL.
Resulta que HELICOL, una empresa con amplia trayectoria en el sector del transporte áereo, denuncia que Ecopetrol ha venido favoreciendo a su competidor HELISTAR desde el año 2011.
Según HELICOL, Ecopetrol ha establecido condiciones contractuales que exigen a las empresas ofertantes un irrazonable esfuerzo económico y logístico al tener que preparar las aeronaves para inspección con mucha anticipación, sin tener la certeza de ser el ganador del contrato.
HELICOL argumenta que estas condiciones han beneficiado a HELISTAR, que, al ser el operador actual del contrato, tiene una ventaja injusta. Sin embargo, un análisis riguroso de los hechos revela una paradoja en la posición de HELICOL.
En los últimos procesos de contratación Ecopetrol ha venido flexibilizando las condiciones para favorecer la participación de HELICOL. Ahora bien, respecto al último proceso de contratación, Ecopetrol terminó otorgándole a HELICOL un plazo mayor para la presentación de las aeronaves. Mientras HELISTAR debió iniciar operaciones el 1 de noviembre de 2024, HELICOL tiene como fecha límite el 3 de febrero de 2025 para la presentación de aeronaves.
A pesar de esta concesión, HELICOL ya avisó que no puede cumplir con el plazo establecido, solicitando una prórroga que muy seguramente le será otorgada por Ecopetrol, sin que dicha prórroga estuviera contemplada en los términos contractuales.
Hay que preguntarse si son ciertas ciertas las denuncias de Helicol. ¿Es realmente víctima de un trato discriminatorio por parte de Ecopetrol o se trata de una estrategia para justificar su incumplimiento contractual?
Se debe constatar si esta es la única vez que HELICOL incumple sus contratos.
También hay que analizar si la actuación de Ecopetrol es cuestionable, ya que al otorgar un plazo adicional a HELICOL, sin que este estuviera previsto en el contrato y en la licitación, la principal empresa petrolera del país, al parecer, vulneró los principios básicos de la contratación estatal como la transparencia y la igualdad.
La transparencia y el cumplimiento de la contratación establecida son pilares fundamentales para el correcto funcionamiento del sector empresarial colombiano y la confianza de la ciudadanía nacional.
Por eso las autoridades competentes deben investigar a fondo esta situación para determinar las responsabilidades de cada una de las partes involucradas en este caso.
