Por: Eduardo Padilla Hernández, abogado, presidente de Redvigila.
Columnista de Opinión.
El 24 de julio de 2023, tuve el honor de recibir un doctorado Honoris Causa, de parte del Claustro Universal Doctoral por la Paz y los Derechos Humanos.
Este es un Centro de Investigación, Capacitación y Formación con Perspectiva de Género y Transversalidad, con sede en León, Guanajuato, México.
En el mismo acto protocolario de titulación, también recibieron el doctorado honoris causa el senador Julián Gallo Cubillos, el doctor Willington Martelo Alcalá y la experta en Mta. Karla Juliana Gorostieta González.
El senador Julián Gallo, fue acompañado de su jefe de prensa y mi amigo Willy martelo.
Tuve la oportunidad de compartir con Julián muchas horas en las cuales hablamos de diversos temas del país y del futuro de la paz en Colombia.
Debo destacar que después de dos días de viaje, me convencí de que el compromiso con la paz en Colombia es muy serio.
Conocí de cerca a Julián Gallo, un ser humano muy especial, distinto a lo que uno percibe por los medios de comunicación. Él es una persona con disciplina, formación intelectual e innegable compromiso por nuestra Nación.
Conocer a un personaje de cerca, como él, es muy importante. Hablar de sus principios políticos y de su formación dialéctica. Y viajar durante varios días con un excombatiente que duró 38 años en la guerra, y que hoy dirige la bancada de diez congresistas en el capitolio nacional, es un tema importante, por no decir que un privilegio.
Después de recorrer algunos sitios de México, para conocer aspectos culturales e históricos, como la comida tradicional, visitar monolitos y demás monumentos y pirámides, nos dirigimos a la ciudad de León, Estado Guanajuato, donde recibimos sendas distinciones internacionales.
Me causó curiosidad cuando el senador tomó la decisión de viajar por tierra, en autobús. Fue algo inusitado porque él, sin obviar el tema de seguridad, no vaciló en que nos trasladáramos en la Línea Azteca Primera Plus.
Cuando le pregunté que cómo se sentía, respondió: “Me siento muy bien, pues hace 38 años que no tenía la oportunidad de viajar tan tranquilo, de una metrópolis a otra”. Y agregó: “En Colombia, por temas de seguridad, no puedo andar sólo, y menos en transporte público”. “Pero durante este viaje a tierra mexicana me he sentido muy tranquilo”, así concluyó este hombre noble que dejó la guerra para pelear la buena batalla de la paz.
¿QUIÉN ES JULIÁN GALLO?
Julián Gallo Cubillos (Bogotá, 24 de marzo de 1961), también conocido con su seudónimo Carlos Antonio Lozada, es un político colombiano y excomandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo (FARC-EP). Militó en las filas de las FARC-EP por 39 años, y actualmente es integrante del Consejo Político Nacional de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común Farc, partido fundado tras la transformación de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Hoy Partido Comunes).
Fue nombrado responsable de las Comunicaciones del Partido. En julio de 2015 asumió desde la subcomisión técnica para el fin del conflicto, la tarea de conducir a la guerrilla al fin de la rebelión armada, a dar el paso definitivo a la vida política legal. Fue integrante del Secretariado de las FARC-EP desde el 2010 y de los Comandos Urbanos como la Red Urbana Antonio Nariño.
Conocer a una persona con el talante de Julián Gallo Cubillos, dedicado a la paz, es una experiencia fascinante, sobre todo cuando uno sabe que este tema es un propósito auténtico, una nueva política de vida mediante la cual se canalizarán recursos académicos, financieros, técnicos y científicos, para que al fin el pueblo colombiano sea el protagonista de su propio destino, sin tener que depender de 100 mil pesos cada cuatro años, en cada campaña política, una actividad fraudulenta donde los medios, los programas y los logaritmos oficiales, durante más de treinta años ha colocado en el poder a delincuentes que van a trabajar en contra de las comunidades que les dieron empleo en los diversos cargos oficiales.
Estoy muy agradecido con la hermana República de México por el título honorífico que me concedió a través del Claustro Universal Doctoral por la Paz y los Derechos Humanos, con sede en la ciudad de León, Estado Guanajuato. Este es un incentivo maravilloso para empujar a Colombia de la noche de la muerte hacia la madrugada de la vida. Dicho de otro modo, esto no sólo es un pergamino para colgarlo en la pared, sino un estímulo para continuar trabajando por la consolidación de la paz y la protección de los derechos humanos.
