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Bernardo Henao
Bernardo Henao Jaramillo

Termina la semana con difusión en la red el maltrato animal que cuatro soldados que prestaban servicio militar con crueldad matan una perrita al lanzarla al vacío desde una edificación en construcción; acto por completo rechazable que condenamos y debe ser objeto de sanción, pero no comprendemos al tiempo que se dio este hecho, el asesinato aleve de seis soldados profesionales  y ocho gravemente heridos en Puerto Lozada, zona rural de la Macarena (Meta), no haya sido tendencia ni generara una reacción y condena por acto execrable de lesa humanidad.

Trataron infructuosamente algunos medios de encontrar responsables donde no los había, queriendo dejar saber que había sido dados de baja en operaciones mal planificadas o que habían sido emboscados. No hay derecho que un acto criminal de esa barbarie, no sea previamente confirmado en las fuentes y que dieran real cuenta de lo ocurrido.

Los soldados profesionales: JUAN GABRIEL SEVILLANO GRUESO,  JUAN PABLO TITISTAR LÓPEZ, JHON MANUEL VALENCIA COSTÉS, YORLIN VALENCIA ANGULO,  YEISON DAVID VALENCIA VALENCIA y NICOLÁS VARGAS MEJÍA (Q,E,P.D.n), pertenecientes a la Fuerza de Tarea Vulcano,  luego de cumplir el pasado miércoles  17 de junio  una labor, contraria al claro precepto constitucional, desempeñaban labores de erradicación manual de matas de coca,  misión para la cual nunca se prepararon, ni es la razón de ser de los soldados profesionales, fueron a su descanso y en la profundidad de su sueño, en la plena oscuridad de la noche fueron atacados por columnas guerrilleras de las mal llamadas disidencias de las FARC, dirigidas por alias ‘Álvaro Boyaco’, con un desenlace fatal provocándoles su muerte, en un acto que es y será siempre un genocidio o crimen de lesa humanidad.

Embarga el alma presenciar el video cuando los cuerpos de los gloriosos soldados profesionales se embarcan en el avión que los llevará a su última morada que impone obligada reflexión a la sociedad civil colombiana del ¿porqué no alzamos un grito profundo de defensa de las FFMM y de rechazo contundente a las mal llamadas disidencias de las FARC que los sacrificaron?

La vida humana es invaluable, cegarla  con sevicia en medio del sueño es propio de cobardes; tanto les temían que por eso les sacrificaron a mansalva. Ellos, hoy mártires y héroes por siempre, seguro cuando partían a operaciones especiales para las cuales se preparaban siempre se encomendaban al Dios misericordioso y hacían suyas las palabras de todo soldado combatiente, más si es profesional, quienes juran defender la Patria y quienes siempre “suelen pedir a Dios antes de cada operación, dos cosas: la victoria y el regreso. Pero si sólo ha de concederles una, que sea la victoria, y la victoria es el Cielo”. Lo consiguieron, pero no en medio de operaciones militares sino por un ataque aleve y medroso.

El mando militar esta en mora de exigir respeto y acatamiento a puntual disposición constitucional (Art. 217 CN) que sin asomo de duda precisa el papel a desempeñar por las FFMM que nunca será erradicar cultivos ilícitos. El no cumplir claro mandato constitucional les hace a los altos mandos militares actuales y pasados, verles como “silenciosos cómplices” de esta desgracia y otras tantas que causan los narcotraficantes, que es en lo que realmente se volvieron los subversivos.  No se dude, los llamados a erradicar esos cultivos de coca, de no abrirse paso la aspersión aérea con Glifosato que tanto obstaculiza la Corte Constitucional, son los desmovilizados de las FARC que las sembraron y así se contempla en el Acuerdo de La Habana (Cuba) como estrategia de reparación a la par del desminado.

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Bernardo Henao Jaramillo
Bernardo Henao Jaramillo

Abogado e investigador


Un comentario

  1. En Colombia no se puede hablar de dolor de patria.Los gobernantes han regalado el pais a las transnacionales.Un jefe del ejército jamás permite que tropas extranjeras pisen no sólo la dignidad nacional, también pisotearon el honor( que no lo tienen porque son indignos).Un militar patrota le exige al presidente expulsión inmediata de tropas foráneas.Un militar co dignidad no es vasallo ni cipayo de mercenarios.En Colombia todos somos apatridas.

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