La ética socrática, basada en los diálogos y enseñanzas de Sócrates (Atenas, Grecia, 470 a. C. -399 a. C.), ha tenido una profunda influencia en el pensamiento occidental.
Sus principios, que enfatizan el conocimiento de uno mismo, la virtud y la búsqueda de la verdad, siguen siendo relevantes en el mundo actual, a pesar de los 2.400 años que han pasado desde su época.
NOSCE TE IPSUM (EL CONOCIMIENTO DE UNO MISMO)
Se trata de una proverbial sentencia que se aplica a la moderación y al autoconocimiento de sí mismo.
A causa de la discusión asociada a este aforismo, Sócrates sostenía que la vida sin examen no vale la pena ser vivida.
Este apotegma se basa en la idea de que, para vivir una vida virtuosa y plena, primero debemos conocernos a nosotros mismos.
Esto implica comprender nuestras fortalezas y debilidades, nuestros valores y creencias, y nuestros objetivos en la vida.
En el mundo actual, donde estamos constantemente bombardeados con información y estímulos externos, es más importante tomarnos el tiempo para reflexionar sobre nosotros mismos.
El autoexamen nos puede ayudar a tomar mejores decisiones, construir relaciones más sólidas y vivir una vida más auténtica.
LA VIRTUD
Para Sócrates, la virtud era la cualidad más importante que un ser humano podía poseer.
La virtud se define como la excelencia moral, y se manifiesta en acciones como la justicia, la templanza, el coraje y la sabiduría.
En un mundo que a menudo parece estar obsesionado con el éxito material y la fama, el mensaje de Sócrates sobre la importancia de la virtud es más relevante que nunca.
La verdadera felicidad y satisfacción no provienen de las cosas externas, sino de cultivar un carácter noble y actuar de manera ética.
LA BÚSQUEDA DE LA VERDAD
Sócrates creía que la verdad era el objetivo más elevado de la filosofía.
Sostenía que, a través del diálogo y el debate racional, podemos llegar a una mejor comprensión del mundo que nos rodea y de nosotros mismos.
En la actualidad, donde la información falsa y la desinformación abundan, es indispensable ser críticos con la información que consumimos y buscar la verdad de manera activa.
La búsqueda de la verdad nos ayuda a tomar decisiones informadas, defender nuestras creencias y contribuir a una sociedad más justa y equitativa.
La ética socrática sigue siendo una fuente valiosa de guía en el mundo actual. Sus principios del conocimiento de uno mismo, la virtud y la búsqueda de la verdad nos pueden ayudar a vivir una vida más plena, significativa y ética.
EJEMPLOS DE LA APLICACIÓN DE LA ÉTICA SOCRÁTICA EN EL MUNDO ACTUAL
* En la educación: La ética socrática se puede utilizar para fomentar el pensamiento crítico, el debate y el aprendizaje activo en las aulas.
* En los negocios: Las empresas pueden utilizar la ética socrática para crear una cultura de ética, responsabilidad y toma de decisiones basada en principios.
* En la política: Los políticos pueden utilizar la ética socrática para promover el diálogo civil, el compromiso constructivo y la búsqueda del bien común.
La ética socrática no es un conjunto de reglas rígidas, sino una forma de pensar y actuar que puede adaptarse a diferentes contextos.
Al aplicar los principios socráticos en nuestras propias vidas, podemos contribuir a un mundo más justo, compasivo y racional.
TEMOR, PODER, BONDAD Y DOMINIO PROPIO
Un individuo que, por temor a estar envuelto en un escándalo, para protegerse inventa una mentira, no se imagina la enorme empresa fallida que ha iniciado, pues esta posición genera trastornos de ansiedad, que incluyen trastornos de pánico, trastornos de ansiedad generalizada, trastorno de ansiedad social y trastorno de estrés postraumático, unas condiciones que se caracterizan por un temor excesivo y persistente, por la evitación de situaciones que provocan temor.
Si un individuo así recurre a la verdad, a la virtud, a la bondad y al dominio propio, las cosas se resuelven de manera sencilla, sin necesidad de involucrar a la sociedad y al mundo en un tenebroso proyecto de corrupción.
LA RAZÓN
Para Sócrates, la razón fue la meta de su existencia y legó a la humanidad los principios científicos y filosóficos con base en los cuales el hombre, que busca superarse, pule sus defectos. Un individuo razonable es aquel que teniendo poder también posee bondad y dominio propio. El poder es como un caballo salvaje. La bondad y el dominio propio son la brida con que se amansa el corcel.
LA FELICIDAD
Para Sócrates la felicidad es el máximo bien del hombre y se logra con la práctica de la virtud. No se trata de la felicidad lograda de los placeres sensibles y fugaces, sino aquella serena y estable que proviene de la contemplación de la verdad y que se logra con la práctica de la virtud.
EL CONOCIMIENTO
El conocimiento, es una máxima que se le atribuye a Sócrates. Al pronunciarlo, el filósofo ateniense quería resaltar que el conocimiento de uno mismo sólo se alcanza si se conoce el fin que se persigue para poder elegir honestamente los medios para alcanzarlo.