Palestina e Israel: Complejo Conflictual y Llamado Urgente a la Paz

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Por: Eduardo Padilla Hernández, Magíster en Derecho y  Profesor de Derecho Ambiental.

Los últimos días han estado marcados por la turbulencia devenida del ataque del grupo palestino Hamás en la frontera entre Israel y la Franja de Gaza, uno de las fracciones de los territorios palestinos. Para algunos es un conflicto alejado, para otros tantos es confuso, pero para el mundo entero debe consolidarse como una alerta para que se conjuguen esfuerzos e iniciativas que hagan un llamado a la paz, tras 75 años de muertes, zozobra y desesperanza.

Entender los conflictos de Medio Oriente, África y Asia, amerita remontarse a los procesos sociopolíticos de antes de Cristo. Empero, para efectos de brindar los puntos clave para entender de lo que está sucediendo, se ubicará como punto de partida la Primera Guerra Mundial, allí franceses, británicos y rusos convencieron a los pueblos bajo dominio del imperio Otomano que lucharan de su lado, haciendo la promesa que al finalizar la guerra serían libres para constituir sus Estados independientes.

No obstante, las promesas de guerra rápidamente se rompieron, especialmente para el Medio Oriente, pues esta estratégica región fue repartida entre franceses y británicos en el Acuerdo Sykes Picot de 1916. Con este precedente, la independencia solo llegaría para algunos, y tan solo en la post Segunda Guerra Mundial. Así, la región que hoy se disputan palestinos e israelíes quedó bajo el mandato británico, aquel que estuvo de acuerdo con la idea de establecer un estado judío en aquella zona, quedando esto plasmado en la Declaración Balfour de 1917. Posteriormente, fue la resolución 181 del 14 de mayo de 1948 de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, la que reorganizaría el territorio tras la salida inminente de los británicos ante la escalada de violencia de parte de árabes y judíos que reclamaban la posesión de las tierras.

El territorio se dividiría en tres partes: una de ellas se adjudicó a los judíos para que establecieran allí un hogar independiente; otra se ofreció a los palestinos árabes con el mismo objetivo; y la ciudad de Jerusalén quedaría provisionalmente fuera del reparto y pasaría a una administración internacional (Primor, 1998).

Los territorios palestinos quedaron fraccionados en la Franja de Gaza y Cisjordania, sin embargo, esta partición seguiría sufriendo fluctuaciones tras las sucesivas guerras que se desataron. En mayo de 1948 se dio una incursión armada de los países árabes Egipto, Siria, Jordania, Iraq y Líbano, siendo esta la primera guerra árabe-israelí. En 1956 Israel incursionó en el Sinaí como respuesta a la nacionalización del Canal del Suez, presionando su posterior reapertura. Subsiguientemente, en 1967 Israel demostraría su poderío con la “guerra de los 6 días”, en la que tomó parte de Jerusalén, los Altos del Golán pertenecientes a Siria, y la Península del Sinaí de Egipto.

TRASFORMACIONES DEL TERRITORIO

En 1973, la Guerra del Yom Kipur tomó por sorpresa a los israelíes en uno de sus días sagrados, pero prontamente se remontó para proteger los territorios que reclamaban sirios y egipcios. Fue hasta 1979 con la firma de los Acuerdos de Camp David que Israel retornó a Egipto la Península del Sinaí.

Posteriormente, en 1987, se dio la primera intifada, es decir, un levantamiento popular palestino en contra de Israel. En esta, los palestinos atacaron con piedras, palos y cócteles molotov, teniendo como saldo 1.162 bajas palestinas y 160 israelíes. En este mismo año nace el grupo Hamás en Gaza (Sala, 2023).

En 1994, la paz estuvo cerca con la firma de los Acuerdos de Oslo, en los que también, bajo el liderazgo de Yasser Arafat nace la Autoridad Palestina. Este acuerdo fracasó y en el año 2000 se dio la segunda intifada tras la visita del Primer Ministro Israelí Ariel Sharon a la zona árabe de Jerusalén, entendiéndose esto como una provocación. Esta vez el saldo fue de 5000 muertos palestinos y 1000 israelíes. La tercera intifada se dio en 2017, cuando el líder fundamentalista de Hamás instó al “viernes de furia” tras la decisión del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de declarar a Jerusalén como capital de Israel.

Hamás llegó al poder de Gaza en el año 2000 en un contexto de frustración del pueblo ante los sucesivos fracasos bélicos. Por su parte, en Cisjordania la Organización para la Liberación Palestina es la que tienen el control político y su brazo político-armado, Fatah, se ha enfrentado al grupo Hamás. Esta última ha sido declarada como una organización terrorista por la Unión Europea, Estados Unidos e Israel por los ataques suicidas, los misiles lanzados y los ataques a este último declarándose anti sionistas (el sionismo es una ideología y movimiento político nacionalista que defiende la idea de la existencia de Israel en esos territorios).

A la fecha, según el centro de estudios “El Orden Mundial” (2023) desde la primera Intifada van 11.652 palestinos muertos y 1.766 israelíes muertos, coste humano que no para de crecer, en especial en estos momentos en los que Israel ordenó desalojar Gaza después de los ataques en la frontera.

Decir que alguno de los dos tiene la razón absoluta es una falacia, son tres temas cruciales los que deben negociarse: el estatus de Jerusalén que ambas partes quieren como capital, el regreso de los refugiados palestinos y la legalidad de los asentamientos judíos en los territorios palestinos que se han ido mermando ante esta estrategia. Las muertes, los horrores y la tragedia no iniciaron el fin de semana pasado, y tampoco son solo los ciudadanos de un país los que sufren, inocentes civiles al lado y lado de la frontera están muriendo.

Debemos hacer claridad en que rechazamos contundentemente el ataque vil de Hamás a civiles, entre los que se encontraban dos colombianos. No obstante, todos tenemos la obligación de hacer un llamado para que se respete la vida, nos hemos vuelto tan indolentes que celebramos unas muertes y lamentamos otras, siendo incoherentes, cayendo en un juego en el que la vida NO se valora, en especial en un país como el nuestro, en el que nos volvimos indiferentes a estas realidades pues a diario convivimos con noticias de muerte y destrucción, normalizando algo que debe ser objeto de todo tipo de condenas. Tanto palestinos como israelíes tienen el derecho a existir, son décadas de la lucha palestina por ser reconocidos y porque se respeten las fronteras, ni siquiera las impuestas en 1948, sino las de 1967, peor los esfuerzos han sido infructuosos.

Antes de finalizar es menester aclarar que palestino no es sinónimo ni de terrorista ni de Hamás, afirmarlo, sería lo mismo que decir que todos los colombianos somos narcotraficantes. Invitamos a entender la complejidad del conflicto antes de tomar posturas radicales, pues este conflicto va mucho más allá de izquierdas, derechas, occidente y oriente, musulmanes y judíos, esto se trata de solidaridad y de entender que millones de vidas no pueden ser exterminadas por una bandera.

Referencias

Marín, J. (9 de Octubre de 2023). El Orden Mundial. Obtenido de Los muertos en el conflicto entre Israel y Palestina desde 1988: https://elordenmundial.com/mapas-y-graficos/muertos-conflicto-israel-palestina-desde-1988-intifada-hamas/

Primor, A. (1998). La realización incompleta del sueño sionista. Política Exterior, 91-103.

Sala, A. (13 de Octubre de 2023). Historia National Geographic . Obtenido de el largo conflicto palestino-israelí en 10 fechas clave: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/largo-conflicto-palestino-israeli-10-fechas-clave_20318

Telesur. (01 de Diciembre de 2015). Palestina, un Estado que necesita la solidaridad mundial. Obtenido de https://www.telesurtv.net/news/Por-que-el-mundo-debe-solidarizarse-con-Palestina-20151129-0014.html

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Eduardo Padilla Hernández
Eduardo Padilla Hernández

Abogado, Columnista y Presidente Asored Nacional de Veedurías


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