Por Carlos Andrés Gómez Rodas.
Doctor en Filosofía, docente e investigador académico.
Profesor de Filosofía Política.
Establece la Tercera Ley de Newton que, en el campo de la física, para cada acción hay una reacción igual en el sentido opuesto. Este principio, aunque propio del mundo de la naturaleza, perfectamente se puede extrapolar al universo de lo político, pues cada movimiento que se realiza en una contienda electoral tiene consecuencias en las justas venideras.
La prueba de lo anterior está en Antioquia. Así sucedió con Eugenio Prieto, cuando en una precipitada decisión, arriesgó todo su capital político y, luego de ser elegido en su curul al Senado, quizá en el mejor momento de su carrera política, renunció a los 5 meses de posesionado, para lanzarse a la Alcaldía de Medellín y no solo perdió su curul, sino la exitosa racha electoral de la que venía, teniendo que dimitir su aspiración en favor del entonces candidato local Federico “Fico” Gutiérrez, y terminando ausente del escrutinio en las urnas durante más de ocho años. Ahora vuelve a girar la ruleta para la Gobernación.
Como dice el gran maestro Rubén Blades en su magistral sonata: “♪ Decisiones, ¡Ave María!, cada día, alguien pierde, alguien gana ¡Ave María!, ¡oye capo! Decisiones, todo cuesta, salgan y hagan sus apuestas, ciudadanía ♫”.
Pero ejemplos como el de Prieto son muchos, pues, cada día, los políticos tienen que tomar decisiones de alto valor y son ellos los que, al mejor estilo de los juegos de casino, eligen cuándo poner todas las fichas de su caudal en una casilla y jugarse el todo por el todo.
Así sucede, por ejemplo, hoy, con Federico Gutiérrez, quien está entre los tres antioqueños más votados en la historia electoral de Colombia y comparte este podio con renombradas figuras de la historia política nacional, como se ve a continuación:
Hoy “Fico” debe decidir entre seguir haciendo historia en Colombia o regresar a la provincia a pelear por la menuda electoral. Algunos le quieren vender el cuento de “salvador” de Medellín, pero, de otro lado, están quienes le demandan una acción de estadista que encabece la oposición y que enfrente, en las próximas elecciones, a los que liderarán el proyecto de continuidad del actual gobierno de izquierda, entre ellos, a Daniel Quintero, actual mandatario de Medellín que a nadie le oculta sus deseos de portar la banda presidencial.
De hecho, el primer interesado en que Fico sea candidato regional es Quintero, porque, en ese caso, este último ganaría con cara y con sello, pues si Fico se lanza a las elecciones regionales y gana, Quintero tendría un duro rival menos y, además, un gran “sparring” en su campaña. En caso de que Gutiérrez pierda (recordemos que, en política, nada está escrito), saldría completamente de la escena política, pues se puede intentar la presidencia de Colombia tres o cuatro veces ( Como Belisario Betancur, Ernesto Samper, El propio Andrés Pastrana, Juan Manuel Santos o los 3 intentos de Gustavo Petro) siendo una figura nacional, pero, si sale quemado con menos de 300 mil votos en una elección local, jamás volvería a ser una opción viable en la contienda electoral por la presidencia.
¡Vaya decisión le toca tomar al gran Fico! ¡Con tanto en juego, hasta yo me mortifico!
Lo único cierto es que son muchos los que están a la espera de esa jugada y, en las tertulias, cada vez que se especula más sobre el tema y salta siempre la misma pregunta: si Fico le apuesta a la Alcaldía de Medellín, ¿le despejará el camino a la Casa de Nariño a Daniel Quintero? Quién me puede responder eso, ¡escucho sus apuestas, ciudadanía!
