Durante la pasada campaña presidencial el candidato Gustavo Petro manifestó que todo gasto estatal debía «enmarcarse en el uso adecuado y eficiente de los recursos públicos». La vieja frase que reza: » La mujer del César no solo debe serlo sino también parecerlo » cobra entonces relevancia el día de hoy con las recientes actuaciones de la vicepresidente, la ministra de Minas, el nuevo presidente de Ecopetrol y aún el propio presidente Petro y la comitiva con la que viajó a España. Sus actos recientes rayan con tipos penales previstos en el Código. Así, es imposible que Petro sea y aparezca como líder de la transparencia, del deber ser del gobierno y, menos aún, de la austeridad.
El despilfarro de la vicepresidente en cuanto al uso y abuso de bienes públicos es notorio y no tiene antecedente. Lo peor, el engaño de ésta cuando en la época preelectoral criticaba los viajes de los funcionarios públicos, para ahora, no sólo hacerlo ella sino por conocer el cinismo con que responde a los cuestionamientos: «De malas». La burla deja ver tanto de ineptitud como de falta de pulcritud.
Venir de menos a más ha significado para ella como para tantos otros, odio y resentimiento. Esto es visible en sus discursos vociferantes y en sus actitudes provocadoras. Es claro la aplicación para ella de aquel dicho de los mayores: “El que no ha visto a Dios cuando lo ve se espanta”.
Ahora viaja al África, a la cabeza de una comitiva excesivamente grande, lo que resulta abusivo y dilapidador. Este viaje que se hace contra el presupuesto de la Nación cuesta cerca de tres mil millones de pesos y no se cree que haya mucho para consolidar. El intercambio comercial con ese lejano continente es de poca monta, como se puede constatar en los informes periódicos que entrega Analdex.
El componente transporte repercute bastante en las exportaciones de nuestros productos sea por vía aérea o marina. Lo lógico es aprovechar las ventajas comparativas y las cercanías de los mercados y en ese orden de ideas los mercados por ampliar serían Estados Unidos y Venezuela.
En cuanto a Irene Vélez, ministra de minas, ya es tristemente célebre por su conducta prepotente, arrogante, soberbia, que parece calcada de la del presidente Petro. El de ella también es o parece un caso de odio, odio al petróleo y al gas que tanto sirven a los colombianos.
Sin medir los impactos de sus declaraciones, las que igualmente expresó el nuevo presidente de Ecopetrol, ha manifestado reiterativamente que no habrá más contratos de exploración en el país. Y pretendía importar gas del vecino Venezuela, aunque por el momento el proyecto se le vino abajo.
Nunca consideró el efecto que podrían tener en los mercados sus altisonantes palabras, hechos como, por ejemplo, cegar un pozo de gas recién descubierto y cosas tan increíbles como entregar a la prensa y al país informaciones erradas o falsas.
Ambos funcionarios van claramente en contravía de los intereses nacionales.
El destacado analista internacional Alberto Bernal, en reciente entrevista a la Revista Semana, indicó que Ecopetrol, desde que asumió Petro, ha perdido el 37% de su valor mientras que Exón ha ganado un 25%. Y sin titubear señala que los mensajes de la ministra Vélez y del nuevo gerente de Ecopetrol, Ricardo Roa, son los causantes. Pues al terminar el gobierno Duque Ecopetrol valía U$28.300 millones y hoy vale U$$17.800.
La pérdida es astronómica. No se alcanza a cubrir con 2 reformas tributarias. ¿Quién debe responder? ¿Estamos o no frente a un caso macro de detrimento patrimonial?
No es asunto fácil de resolver, pero los accionistas merecen que a la empresa se le imprima un manejo sano. Y ante la persistencia en señalar lo que provoca la caída los organismos de control están llamados a intervenir con celeridad.
Ahora bien, las irresponsables declaraciones de estos funcionarios pueden ser una nueva forma de ver y analizar que por su causa se pierde el valor de la empresa, de contera se perjudica a los accionistas y a la postre se da un inmenso detrimento patrimonial causado por una conducta negligente que perjudica a miles de accionistas que buscaron sustento en la empresa líder de los colombianos.
Importante traer a colación lo dicho por el Consejo de Estado por la responsabilidad del hecho del legislador… si se aplica para el congreso que es el depositario directo de la voluntad popular, con mayor razón para la rama ejecutiva que está más que cualquier otra atada al principio de legalidad.
Pildorita. Gracias a las reservas activas y de veteranos de la FFMM y de Policía que marcharon pacíficamente, en forma ejemplar y patriótica. Los colombianos sabemos que una vez juramos bandera, lo es para siempre, por la defensa de las instituciones y democracias colombiana.