En el libro de historia de nuestra patria, la violencia ocupa un sinnúmero de páginas. No soy historiadora, pero recuerdo las clases de historia de ideas políticas en la facultad de derecho donde se nos enseñó que esa violencia a la que terminamos acostumbrándonos en el país emerge de diferentes causas políticas, económicas y sociales y no exclusivamente de la existencia de guerrillas como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo (FARC_EP).
El Presidente Juan Manual Santos realizo una negociación de paz a su sentir y beneficio con la FARC-EP para poner fin al conflicto armado interno con dicho grupo terrorista. Negociación que denomino equivocadamente proceso de Paz en Colombia, porque hoy la Paz en Colombia no existe.
La Paz en Colombia está en construcción actualmente, la llamada PAZ de Santos no existe, simplemente fue una fase de construcción de esa página de nuestra historia. Fase permeada por muchos errores que hoy tienen sus consecuencias negativas en la vida política, social y económica de la Patria como muy bien lo sintetizo el Doctor Juan Carlos Pinzón Bueno en su Twitter: “Colombia post-acuerdo: -Más polarización -Más narcotráfico y minería ilícita -Más grupos y varias Farc -FFAA debilitadas -Crece violencia territorial -Oligarquía Farc con beneficios bases no -Impunidad -Víctimas sin nada.”
Sumado esa fase de construcción nos dejó una afectación burocrática llamada Justica Especial para la Paz muy mal estructurada desviando su importante y verdadera finalidad: satisfacer los derechos de las víctimas a la justicia, ofrecerles verdad y contribuir a su reparación, con el propósito de construir una paz estable y duradera.
Retomando las causas de la violencia, el fin del conflicto armado con la FARC no corresponde a lograr la PAZ para nuestro país. Se requiere, retomando una frase de Isaac Newton, la construcción de muchos puentes para llegar a ella y no muros como los que nacieron de dicha negociación mal constituida y que estamos a tiempo de corregir. Hoy todos los Colombianos tenemos un deber, aportar para construir la Paz y reconciliación con justicia sin impunidad y con cambios estructurales en la política económica, social y ambiental dirigidos a la equidad e inclusión social.
No debemos seguir hablando y hablando de Paz, si existe o no existe, es hora de trabajar en ella, pero con respeto a la voluntad del pueblo. Y el pueblo viene aclamando reformas políticas, sociales y económicas, el pueblo ambiciona menos corrupción, más inversión social, respeto por las víctimas de la narcoguerrilla, un estado más austero, menos burocracia, menos impunidad.
Es hora de acudir nuevamente a la voluntad del constituyente primario expresión de nuestra democracia y respetar reiteramos dicha voluntad. Los 13 puntos propuestos por el doctor Álvaro Uribe Vélez para un referendo expresan opiniones presentadas por diferentes sectores políticos tanto de izquierda, derecha, centro o llamados independiente. Debe ser analizado en conjunto pensando en el bienestar general. Esta propuesta de referendo es un llamado al consenso político para lograr una Paz social, no una paz bajo intereses particulares o conveniencias de un grupo o una persona.
Hoy esta propuesta de Referendo es una convocatoria a una verdadera y sincera participación ciudadana, no la impulsada por el populismo dañino y mentiroso que tanto perjuicio acarrea a nuestra sociedad en especial a los jóvenes. Dejo en esta columna los 13 puntos propuestos para el Referendo para conocimiento y análisis con responsabilidad del lector pensando en la realidad de nuestro País.
1.- Reforma a la rama judicial, una o dos altas cortes, y pronta justicia
2.- Creación de una comisión especial Legislativa
3.- Crear un tribunal de aforados con independencia en el juzgamiento de los congresistas y de los magistrados
4.- Derogatoria o reforma de la JEP, que no permita impunidad
5.- Garantías judiciales a los integrantes de las Fuerzas Armadas creando un tribunal para su juzgamiento.
6.- Protección de líderes sociales, con más penas duras para sus homicidas.
7.- Exclusión del congreso de responsables de delitos de lesa humanidad.
8.- Decomiso de sustancias ilegales por parte del Estado, sin criminalizar consumo.
9.- Austeridad en funcionamiento estatal para mayor inversión social.
10.- Disminución del número de congresistas y congelamiento del salario.
11.- Avance hacia la equidad social, ingreso solidario y bono pensional.
12.- Gratuidad educativa según el nivel de ingresos con probabilidad de elegir institución pública, privada o mixta, sin monopolio ni adoctrinamiento.
13.- Protección remunerada de los ecosistemas estratégicos como la Amazonia.
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