‘Ocaso del conservatismo’ (Segunda parte)

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Por: mario arias gómez.
L
as prácticas clientelistas, corrupción, de los mal llamados ‘dirigentes’, llevaron al Partido a la irreversible, lúgubre condición de minusválido, que debe capotear su indomable Presidente, Omar Yepes, mediante colosal, desgastante, titánico esfuerzo.  Trivial empeño, (digno de mejor causa) que intenta contrarrestar, insuflándole renovado aliento, a objeto de sacarlo del estado cataléptico en que lo dejaron sus antecesores.
Obstinada brega de tan insomne, ilustre luchador -a ultranza-, quien después de triunfar políticamente en Caldas, de alcanzar el reconocimiento nacional de imbatible capitán, sin avaricia puso su notoriedad al servicio del Partido, en un fútil intento por recobrar su nombradía, su embolatada vocación de poder, “razón de ser” de cualquier agrupación con hambre de grandeza.
Amigo de excepción, que privilegia el que el Partido presente en todas las posiciones de representación popular -ejecutivo, legislativo-, candidatos de su propia cantera. Porfía interferida por pusilánimes, indecibles tránsfugas -domesticados ‘uribistas’ de segunda- que, aún medran con las migajas de la otrora excelsitud del glorioso Partido, que data de 1848, cuando el caucano, Julio Arboleda -asesinado en Berruecos- proclamó su constitución en la Cámara de Representantes; programa publicado un año después -jueves 4 de octubre/1849- en el periódico ‘La Civilización’, por los legendarios, Mariano Ospina Rodríguez y José Eusebio Caro.
Partido, actualmente arrinconado en un chiribitil, sin ningún peso, mayor significado, importancia.
Nadie, con dos dedos de luz desconoce la accesoria, irrelevante, marginal presencia en el aparente Gobierno -que hace agua-, copada por la mediática, renegada vicepresidenta -remedo de ‘Juana de Arco’ criolla-, siempre dispuesta a venderle el alma al diablo, quien selectivamente utiliza al conservatismo, como avanzada de sus prohibitivos afanes electorales, olvidando que fue su desleal candidata, por cuenta y obra del dadivoso Yepes Alzate, que la impuso en su antepenúltima presidencia, lo que obligó el retiro de un importante grupo de convencionistas -entre los que me conté- para verla desertar con el traidor Pastrana y Camilo Gómez -cortijero-, para engrosar las arcas -con la reposición económica de los votos- y la cauda electoral del CD.
Así pada el diablo…
Fracasada aspirante a Canciller, que se vende como ‘experimentada’ reserva que suplirá el desgobierno. Conste que no lanzo conjeturas conspirativas, ni aventuro suposiciones temerarias, sensacionalistas; me ciño a las evidencias conclusivas, luego de advertir, detenidamente, el curso de los acontecimientos, colindantes con los perdularios trapicheos; felonías, pretorianos idilios, onerosos adeudos con su jefe -Uribe-; manipulable, despectivo comodín, ‘Caballo de Troya’, encargada de asaltar el chiringuito azul.
Cortoplacista, indignante, politiquero sometimiento, que choca con el tradicional instinto de conservación del conservatismo, que se ha preciado de baluarte de los valores sociales; defensor del patriotismo constitucional, permitiéndose traspasar la línea roja de la profanación de los unitivos, irrenunciables principios morales, defendidos sin fatiga ni desmayo, hasta el desfallecimiento, antes que los ahora impensados ujieres del régimen, lo convirtieron, a conveniencia, en manoseada, devaluada moneda de cambio, lista para ser lanzada a la fundición del olvido.
Expresaba Hernando Yepes, cuando fungía de corrosivo, mordaz crítico de Uribe: “El fenómeno Uribe empujó al partido hasta el punto de postración más profundo en toda su historia, porque al sumársele, al reducir sus líneas programáticas, a una apreciación muy sumaria y grosera de lo que es su vocación al orden, optó por una visión carcelaria y penitenciaria del mismo, y no por aquella creativa que nos hizo grandes en la historia nacional, como autores de la Constitución/86. Uribe, realmente arrasó, arrastró su identidad doctrinaria
Concluyo con el premonitorio rugido (último) de ‘monstruo’ LAUREANO: «Sacado de mi soledad por una incitación inútil, actuando en estos momentos con una mortal repugnancia, no puedo menos de comunicar a los viejos soldados, a los combatientes con quienes realicé la dura brega, a la juventud que es la esperanza de la Patria y en quien mis mejores ilusiones han venido fundándose, que en la profunda desviación doctrinaria que ahora se intenta está la caída.»
¡Ay del partido conservador si olvidando la doctrina se envenena con los personalismos! ¡Ay del partido conservador si rompiendo sus tradiciones y disciplinas se deja invadir por las estériles agitaciones politiqueras! ¡Ay del partido conservador si entrega su destino a las mentes equidistantes que, sin fe ni amor al ideal, en los momentos de peligro, se repliegan al fiel de la balanza como trinchera de quietud y sosiego! ¡Y ay del país, ay de la República cristiana, ay de la libertad, ay de la tranquilidad de la vida, si el partido conservador no sabe estar a la altura de su deber!». C’est fini.
06/02/2020
http://articulosmarioariasgomez.blogspot.com.co/30

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mario arias gómez
mario arias gómez

Abogado, periodista y escritor


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