Por Hernán Baquero Bracho.
La música como expresión artística del hombre está sometida a la capacidad de creación, innovación y enseñanza. Los esquemas musicales del vallenato tradicional tienen una nueva expresión en el acordeón de este valor musical. El acordeón de Andrés “El Turco” Gil, orgullosamente nacido en Villanueva, suena diferente al de los demás músicos, con los pitos, bajos y tonos se hace singular. El mundo vallenato todavía recuerda composiciones de su autoría como “La Cachaquita”, “La Guaty”, “Por Mi Bien”, “A Mi Mujer Buena” y “¡Oiga, Compa!”. Es creador, interprete, arreglista, director y maestro, condiciones difíciles de encontrar en una sola persona.
El turco Gil, es autor de innovaciones musicales que van desde la adaptación de ritmos diferentes para interpretarlos luego en acordeón, hasta la invención de un nuevo ritmo que tuvo el vallenato: El Paturky, donde se unieron, en una mezcla armónica, cumbias, vallenatos y expresiones tropicales caribeñas. Marcó de esa manera Andrés Gil, rupturas contra el tradicionalismo y costumbrismo musical. El maestro y orientador para las generaciones musicales nuevas, también lo encarna “El Turco” Gil. Por sus manos han pasado gran número de acordeoneros, cajeros, guacharaqueros, pianistas, bajistas, guitarristas, tumbadores, entre otros; quienes aprendieron el arte musical con la visión de su academia. Combate de esta manera la ignorancia del pentagrama, condición generalizada en los músicos vallenatos, y abre la posibilidad de que el conocimiento de este arte, genere en un futuro cercano, el enriquecimiento de la expresión musical conocida hoy como vallenato y ya se está viendo. Andrés “El Turco” Gil hoy es reconocido como un maestro de maestros y no es difícil verlo enseñando en su escuela, viajando por el mundo con sus “Niños del Vallenato” irrumpiendo en la Casa Blanca de la presidencia de los Estados Unidos, en Europa, en América del Sur y por supuesto en su Colombia del alma.
Haciendo historia, la última grabación de Andrés Gil Torres, “El Turco”, la realizó con el joven Juan Carlos “El Paki” Cotes, cuya característica principal de su voz es el tono alto y fuerte, quien con su estilo sigue la línea musical de un grande de la música vallenata como es “Poncho” Zuleta, y en su primera grabación “Maestro Acordeón” sobresalió la canción “El Buena Vida”, de la autoría de Wiston Muegues. Antes había grabado con Plinio Rico y Jhilly Ospina, una cantante cienaguera y tuvo por título “Panturky”. Se presentaba allí la innovación e invención de un nuevo ritmo musical donde se conjugaba el paseo vallenato, el merengue y aires musicales del Caribe. Plinio Rico, es un cantante que en ese momento volvía a reverdecer laureles, siempre de la mano del “Turco” Gil. De esa producción musical se recuerdan las canciones: “La respuesta de la celosa”, “La Guaty”, “Ojos de Luna”, “No Soy El Mismo”, “Sueños”, “Nuestras Almas” y “Sabor a Costa”.
Y removiendo esa historia de lejanos recuerdos musicales nos muestran las grabaciones con Gabriel “Chamorro”, un cantante que lo acompañó a más de siete grabaciones y con quien vivió una época de gran producción y reconocimiento a su talento. La caratula de una de las primeras grabaciones muestra a Chamorro y a “El Turco”, metido entre un cultivo de algodón, con vestimentas propias del recolector de la mora blanca y con acordeón y parranda a bordo, como si estuviera imitando al maestro Escalona con su famosa canción; detrás campesinos y maquinarias propias de la recolección del cultivo. El título de ese disco fue “La Canción del Algodón”, de la autoría de Antonio María Peñaloza. Figuran también en esa grabación canciones tales como “Si Te Perdono”, de Antonio Serrano Zuñiga; “Me Gustas”, de Alberto Murgas; “Aun Te Quiero”, de Daniel Celedón y “Me Tienes Sufriendo”, de Andrés Gil. Se señala también en una nota de este disco, de manera poética, que “La vida artística de Andrés Gil”, “El Turco”, no pasará inadvertida, cual lampo de luz que inicia la tempestad”. “Excelencia Vallenata”, otro de los discos grabados con Chamorro que apareció en el año de 1977, se grabó la canción de Cresencio Salcedo, “Varita e Caña”, olvida el pasado, de Beto Murgas y “Las Sabanas del Diluvio”, de Tobías Enrique Pumarejo.
Con el cantante argentino Leo Dan, logró hacer “El Turco”, una gran producción musical. Canciones como “La Campanita” de Daniel Celedón; “La Muchachita” de Alejandro Durán; “Sentimental” de Roberto Calderón; “La Brasilera” de Rafael Escalona; “La Mujer Es Como El Vino” y “Susana”, del mismo Leo Dan. Innovando siempre Andrés Gil puso a sonar el vallenato con acento extranjero. Figuran además en la discografía de Andrés Gil, grabaciones con Alberto “Bebeto” Crespo, “El Chacho” González y Ludys de la Ossa.
Andrés “El Turco” Gil Torres otro grande del folclor nacido en Villanueva y que junto con la inmolada Cacica del vallenato Consuelo Araujo Noguera fundaron el grupo “Los Niños del Vallenato” que ha venido representando a nivel mundial a nuestro género musical y que se constituye en lo más emblemático de nuestra música vernácula y con su escuela ha producido en las últimas dos décadas los reyes del festival vallenato. Villanueva su tierra y el cuna de acordeones está en mora de hacer un reconocimiento más que justo y merecido a este maestro de maestros llamado Andrés Gil Torres.