El vertimiento de crudo que nunca se detiene

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En el sur del país existe un oleoducto que transporta del departamento del Putumayo al departamento de Nariño el petróleo crudo que se produce en los campos de ECOPETROL del bajo Putumayo.

Los productores de petróleo crudo del bajo Putumayo diferentes a ECOPETROL se dieron cuenta que utilizar este oleoducto genera afectaciones al medio ambiente además de pérdidas económicas.

El principal problema que enfrentaba ECOPETROL para transportar el petróleo crudo desde Orito, en el departamento del Putumayo, hasta Tumaco, en el departamento de Nariño, en el período comprendido entre el 2005 y 2010 eran los atentados terroristas. Y como consecuencia de ello, se vertieron miles de barriles de petróleo crudo al suelo y a los rios de los departamentos de Putumayo y Nariño.

ECOPETROL siempre manifestó el haber realizado la mitigación de estos eventos de acuerdo con lo estipulado en el Decreto 321 de 1999. Sin embargo, lo que las personas y el ambiente requieren, es la limpieza de los suelos y corrientes de agua que abastecen a las comunidades vecinas del oleoducto.

ECOPETROL siempre mantuvo la operación del Oleoducto Transandino para dar continuidad a la operación del campo Orito y de los productores privados de petróleo crudo del departamento de Putumayo.

A partir del año 2010, empezaron a disminuir los atentados terroristas, pero empezó a aumentar el fenómeno de hurto de petróleo crudo de los oleoductos de Putumayo y del oleoducto Transandino en el departamento de Nariño. Tan fuerte fue el incremento de este fenómeno, que hubo necesidad de cerrar dos oleoductos en el departamento de Putumayo.

Sin embargo, desde esa época se ha insistido en utilizar el oleoducto Transandino, en detrimento de las comunidades vecinas, poniendo en riesgo su seguridad alimentaria, poniendo en riego el ambiente y fomentando de manera indirecta el negocio del narcotrafico que se abastece del petróleo crudo que llega a Nariño desde el Putumayo.

Es tan relevante el hurto del petróleo crudo en el departamento de Nariño que los privados productores del Putumayo, optaron por no transportar más su producción a través del oleoducto, sino que prefirieron empezar a transportar su producción mediante carro tanques, con destino al descargadero de Babillas en el oleoducto del Alto Magdalena (OAM), ubicado en el Departamento el Huila, o mediante el descargadero del oleoducto de Crudos Pesados (OCP) en el Ecuador.

A pesar de todo esto, ECOPETROL insiste en llevar su producción del Putumayo a Nariño mediante el oleoducto Transandino, el cual está a cargo de Cenit desde el 2012, año en el cual se creó esta filial del Grupo Empresarial ECOPETROL.

En línea con lo anterior, es importante señalar que existe una opción para evacuar el petróleo crudo que se produce en el bajo Putumayo, y es la utilización del oleoducto San Miguel – Orito (OSO), que conecta la Planta Orito (Estación 1 del oleoducto Transandino) a la Planta Lago Agrio del oleoducto Transecuatoriano (SOTE). Es decir, es posible suspender la operación del oleoducto Transandino (OTA) para dejar de enviar petróleo hacia Tumaco, para empezar a enviar el petróleo crudo hacia Ecuador. Esto finalizaría de manera contundente y definitiva el problema de hurto de petróleo crudo en el departamento de Nariño. Esto claramente demuestra que primero está el beneficio económico particular al de preservar los recursos naturales y de la población.

Actualmente, y desde hace varios años, se pierde en el trayecto del oleoducto Transandino un alto porcentaje del crudo que se despacha desde Orito. Y todo ese producto perdido termina en las fuentes de agua y en el suelo, sin que se haga la limpieza correspondiente porque los derrames son generados por actos de terceros. ¿Qué cantidad de petróleo crudo se habrá derramado como consecuencia del hurto de crudo y de los atentados en Nariño? ¿Qué volumen de ese crudo realmente se recuperó y cuánto crudo continúa en el suelo o en los Rios y quebradas?

Por último, es importante señalar que Cenit está revisando la posibilidad de regresarle el oleoducto Transandino a ECOPETROL por las pérdidas económicas que genera y por el impacto que representa para la comunidad del departamento de Nariño. Comunidad que se ve seriamente afectada por los derrames de petróleo crudo, por los residuos de las “cocinas” que se vierten al ambiente y por el problema social que genera el aprovechamiento del crudo hurtado en el procesamiento de pasta base de coca. Esto sin pensar, que se pueda estar dando un manejo a este petróleo crudo similar al que recientemente se identificó en el oleoducto Caño Limón – Coveñas, en donde aparentemente, se hurtaba el crudo en el Catatumbo, pero volvía a ingresar a los oleoductos del grupo Empresarial de ECOPETROL.

No solo es necesario estar vigilantes al desarrollo del fracking en Colombia porque se ha vuelto de interese nacional y popular, también se debe hacer seguimiento riguroso a la industria de los hidrocarburos que actualmente se encuentran en desarrollo por el bienestar de las comunidades vecinas y de las generaciones venideras.

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La Otra Cara es un portal de periodismo independiente cuyo objetivo es investigar, denunciar e informar de manera equitativa, analítica, con pruebas y en primicia, toda clase de temas ocultos de interés nacional. Dirigida por Sixto Alfredo Pinto.


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