Por: Eduardo Padilla Hernández, abogado, presidente Redvigila.
Sixto Alfredo Pinto, periodista, director de La Otra Cara.
Una victoria contundente obtuvo el pueblo ancestral Embera Katío, del alto Sinú, en una batalla jurídica que esa comunidad venía sosteniendo contra la represa o hidroeléctrica de Urrá desde 1998.
Esta conquista se logró gracias al trabajo, esfuerzo y la perseverancia del pueblo Embera, en cabeza de Uldarico Domicó, noko mayor del río Sinú; y Leonido Domicó Cuñapa, noko mayor del río Verde, accionantes del incidente de desacato contra la empresa Urra S.A. ESP, por el incumplimiento de las órdenes dadas por la honorable Corte Constitucional, en cumplimiento de la orden establecida en el numeral segundo de la sentencia de Tutela T 405 del 2019.
Se trata de una indemnización que esa hidroeléctrica le debe a la citada comunidad nativa por una suma que asciende a los 5.400 millones de pesos.
Debido al no pago oportuno de la indemnización, el Consejo Superior de la Judicatura emitió una orden de arresto por cinco días, más una multa de diez salarios mínimos contra el presidente de Urrá, Alfredo Solano Berrío.
La comunidad indígena Embera Katío que habita la zona del Alto Sinú (Córdoba), cerca del embalse, en jurisdicción del municipio de Tierralta, compuesta por cerca de seis mil personas agrupadas en unas 450 familias, procedió jurídicamente contra el Estado y la empresa privada dueña del proyecto, alegando garantías de supervivencia física.
Todo esto fue a raíz de los cambios que en el entorno causó la construcción del embalse en las estribaciones del Nudo Paramillo, en los aspectos culturales, sociales y económicos, los cuales se materializaron y, por ende, dieron lugar a la millonaria indemnización que hoy reclaman los Emberas.
El fallo conminó a Solano a pagar 152 mil pesos mensuales a cada miembro de la etnia indígena residente en los asentamientos que el megaproyecto desplazó.
A este tenor son acreedores a subsidios alimenticios, pues con del desarrollo de la obra y su puesta en funcionamiento se afectó la existencia del bocachico, principal fuente alimenticia de los Emberas.
Según voceros de la comunidad indígena, Urrá S.A. dejó de reconocer el mandamiento de pagos durante seis meses.
Solano indicó que la demora en el pago, por parte de la compañía, se debió a que hubo una rigurosa revisión para evitar que entre los beneficiarios se filtraran avivatos.
No obstante, respondió a los medios que la millonaria deuda ya es atendida por la empresa que él gerencia.
Un aforismo semita dice que “de la abundancia del corazón habla la boca”. Significa que un ángel habla con palabras de ángel y un diablo habla con palabras de diablo.