Con un presupuesto inicial estimado de 150 mil euros y el respaldo de SEGIB, AECID y la Cancillería, la iniciativa con el liderazgo de MinIgualdad fortalecerá la permanencia universitaria de jóvenes de ocho países y se comenzará a implementar durante 2026 para promover entornos educativos seguros, antirracistas y culturalmente pertinentes.
En un ambiente de optimismo y trabajo conjunto con países de la región y de organismos regionales especializados como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Ministerio de Igualdad y Equidad, avanzan de forma conjunta en la construcción de un programa de cooperación internacional que promete marcar un antes y un después en la trayectoria educativa de miles de jóvenes afrodescendientes en Iberoamérica.
La iniciativa, denominada ‘Iniciativas para el fortalecimiento de las identidades culturales y la cohesión social afrodescendiente en entornos de educación superior’, busca garantizar la permanencia de estudiantes de ocho países en las universidades de la región.
Para el Ministro Juan Carlos Florián Silva, este esfuerzo llega en un momento crucial. “Cerrar la brecha educativa no es solo un compromiso técnico, es un acto de justicia histórica”, afirmó el jefe de la cartera de Igualdad y Equidad.
Con cifras de la CEPAL, que revelan que apenas el 10.5% de los jóvenes afrocolombianos entre 25 y 29 años culminan la educación superior, el reto es mayúsculo. Sin embargo, el ministro insistió en que el país no está solo “contar con la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Cancillería de Colombia es una muestra de que, cuando se articulan voluntades, los cambios dejan de ser sueños para convertirse en decisiones de política pública”.
En Bogotá, los actores involucrados se reunieron para comenzar a definir la propuesta final del programa que, iniciaría su implementación en el año 2026 con un presupuesto inicial compartido de 150 mil euros. Se tratará del primer Proyecto, Iniciativa y Proyecto Adscrito (PIPA), una categoría de cooperación de la SEGIB dedicada exclusivamente a la población afrodescendiente de países como Uruguay, El Salvador, Brasil, España, Guatemala, Ecuador, México y Colombia.










