Diez razones por las cuales en el caso Claudia Morales no va a pasar nada penalmente

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Es un desgaste innecesario del Ente Acusador. Todos esperan el posible show en la Fiscalía por la larga fila de encumbrados periodistas y otros, que fueron jefes de la comunicadora y ahora están en jaque por ella, quienes deberían declarar en la investigación. Pero en el caso no hay un solo elemento probatorio. 

El país se sorprendió con las revelaciones de la reconocida periodista Claudia Morales, en el sentido de que cuando estaba más joven un antiguo jefe la violó, pero que defendía el derecho a guardar silencio. Vea su denuncia AQUÍ.

Morales luego argumentó en los medios que «Quien me violó, ustedes lo ven y lo oyen todos los días».  Lo que aborotó más el avispero. Aclaremos que la comunicadora ha tenido una gran candidad de jefes, muchos de ellos reconocidos periodistas, pero otros no.

Por esas revelaciones salieron a volar los nombres de personalidades ilustres, que son inocentes porque a esta la violó solo uno, pero ahora la reputación de todos quedó en entredicho hasta que no se sepa la verdad. Algunos se descartan por su condición sexual.

El tema sobre quién violó a Morales se convirtió en el tema favorito o viral de las redes sociales y batió récord como tendencia en Twitter.  Y, cómo era lógico, en estas épocas de campañas electorales, hasta se convirtió en un arma de un sector ideológico con mucho poder en Colombia para atacar a sus enemigos políticos o diezmar su imagen, insinuando que el autor fue un famoso personaje, al que más odio le tienen.

Al punto, que la Fiscalía General de la Nación ya hizo lo correcto y abrió una investigación de oficio en la Unidad de Delitos Sexuales para indagar sobre el escándalo.

En La Otra Cara nos solidarizamos con su causa y su valiente denuncia, porque ha sido nuestra compañera y solo tenemos palabras de afectos hacia ella, pero a nuestro lectores les anticipamos que va a pasar con este sonado caso… Absolutamente Nada. Miren nuestros argumentos:

  1) Si Morales no quiere contar quién es su violador, podrá hacerlo porque está amparada en el Derecho constitucional a Guardar Silencio, estipulado en el Código Penal colombiano.
2) Sin un denunciado, la Fiscalía y su policía judicial no tiene nada que hacer, sino cerrar la averiguación, que no llegaría ni siquiera a un proceso formal.
3) Si pasaron más de 25 años de esos dolorosos hechos para Morales, quien ya ronda la edad de los 50,  según su relato, el caso puede haber prescrito. Es decir, se acabó el tiempo límite para iniciar una acción penal, no se puede llevar a cabo un proceso porque la ley así lo establece. No es delito contra un menor de edad, por eso, no es agravado. Tampoco es de lesa humanidad el cual no prescribe.
4) En caso de que Morales revele el nombre de su agresor. La Fiscalía lo único que podrá hacer será llamarlo a interrogatorio, pero si este niega los hechos, Claudia deberá probarlo y será la palabra de la denunciante contra la de su célebre denunciado.
5) Si Claudia Morales no tiene un testigo directo de los hechos, porque fue un acto íntimo o secreto, según ella, en un habitación cerrada entre esta y su agresor. Con eso, no podrá hacer nada legalmente contra el famoso violador.
6) Morales afirma que unas cuatro personas de su más cercana confianza, entre ellos reputados periodistas, conocían sobre su violación, pero estos no pueden aportar gran cosa a la Fiscalía, porque son, a lo sumo, testigo de oídas, sin ningún carácter probatorio para una sentencia. En caso de que alguno de esos testigos amigos conociera el caso y el encumbrado agresor, debieron denunciarlo en su momento, porque de lo contrario habrían vulnerado el principio constituicional de denunciar un delito.
7) Si Morales no tiene una prueba audiovisual (un video, una foto o un audio) para demostrar su agresión, lo cual es poco probable por la falta de tecnología en la época en que ocurrieron los hechos, pues no estaban de moda los smartphone, la Fiscalía no tendría dientes para avanzar en la causa.
8) Morales, al parecer, así como no denunció el hecho en su momento, tampoco se hizo un examen de Medicina Legal, que demostraría científicamente su violación, lo cual significa que no hay una prueba concreta documentada del delito. La policía judicial de la Fiscalía se romperá la cabeza haciendo conjeturas para probar el caso y posiblemente no llegar a una conclusión seria.
9) Morales tiene que demostrar la intencionalidad o el dolo de su agresor, pues los investigadores, según su relato, también pueden tener muchas dudas por la forma como ocurrieron los hechos e incluir en las hipótesis, con todo respeto hacia nuestra colega, un posible consentimiento por parte de ella. En una averiguación nada se descarta.
10) Si decide revelar el nombre, el implicado seguramente se defenderá y se le vendría encima a Morales una monumental denuncia por injuria y calumnia, en la cual debe probar los hechos, con todos los inconvenientes que citamos. Esta situación, sería también una de las causantes por la que la periodista no expone a su agresor.
En definitiva, en el caso no hay un solo elemento probatorio.
Esto significa que no habría justicia en el tema, que quedaría en la impunidad por el propio gusto de Morales. Pero si ella revela el nombre de su agresor, al menos, sí habría una gran condena ética de los colombianos sobre su ilustre violador. Todo el país lo repudiaría y si es un periodista famoso su carrera se vería muy perjudicada.

Todos esperan en las redes sociales un posible show en la Fiscalía por la larga fila de encumbrados periodistas y otros, que fueron jefes de la comunicadora y ahora están en jaque por ella, quienes tendrían que declarar en la investigación.

El caso apunta a convertirse en otro de los grandes enigmas mediáticos de Colombia.

Por Sixto Alfredo Pinto

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Sixto Alfredo Pinto
Sixto Alfredo Pinto

Director de La Otra Cara. Investigador, Periodista y Escritor.


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