La Ciénaga de Mallorquín, dentro de la que se cuenta el Lago del Cisne, está ubicada dentro del Distrito de Barranquilla. Considerada de gran valor ambiental, social y paisajístico. El Plan de Ordenamiento Territorial de Barranquilla propone que esta zona sea declarada como reserva ecológica y paisajística por sus múltiples funciones, valores y atributos que la hacen esencial para la población.
En 1998 Colombia cumplió con su obligación de incluir un humedal dentro del listado Ramsar mediante la declaratoria 224 y se seleccionó entonces corno humedal idóneo para ser incluido en la Lista de Humedales de Importancia Internacional el Sistema Delta-Estuarino del Río Magdalena, Ciénaga Grande de Santa Marta.
Aun cuando la Ciénaga de Mallorquín no se consideró formalmente como un humedal de lista Ramsar, el Ministerio de Ambiente incluyó formalmente dentro de sus límites la Ciénaga Atlanticense (como al resto de los humedales de la margen izquierda del delta del río Magdalena) quedando estos cuerpos de agua consignados con esta distinción internacional que conlleva derechos y deberes ante la Convención.
Circunstancia ésta que fue reconocida en el “Plan de Ordenamiento y Manejo de la Cuenca Hidrográfica de la Ciénaga de Mallorquín – POMCA DE LA CIÉNAGA EL MALLORQUÍN” elaborado por la Corporación Autónoma Regional del Atlántico –CRA-, el Departamento Técnico Administrativo del Medio Ambiente de Barranquilla –DAMAB-, Cormagdalena y Conservación Internacional.
Del esplendor y la belleza natural del Lago del cisne, que en realidad es una ciénaga (Ciénaga el Rincón) por depender de los aportes de agua que hagan los arroyos que la alimentan, motivo de orgullo para los barranquilleros poco queda; lamentablemente muerto a manos de las autoridades que debían conservarla:
Historia de la desecación
Durante los últimos 45 años el Lago del Cisne ha venido muriendo a causa de manos criminales que han querido mostrar su muerte como un fenómeno climático cuando en realidad la zona de los manglares, desde la Cienaga de Mallorquin hasta lo que queda hoy del Lago del Cisne, ha venido rellenándose a través de los años.
Los propietarios de un sector del lago, una finca que perteneció a la prestante familia Rimkel de Barranquilla, desde hace muchos años han adelantado movimientos de tierra denunciados en vano por la Asociación Comunal de Puerto Colombia y pescadores de la zona cuyo sustento dependía de estos cuerpos de agua.
Las denuncias alertaron siempre que los Rimkel tenían un Bulldozer con el que venían moviendo los linderos de sus tierras ganándole terrenos a las aguas del Lago mediante rellenos.
Después de esos rellenos la familia Rimckel solicitó unos permisos al Inderena para la construcción de unas piscinas destinadas para la cría de babillas. Piscinas que el Pomca del Mallorquín precisa no resultaron ser piscinas sino excavaciones hechas dentro del lago en los que se construyeron unos diques.
Excavaciones dentro del Lago del Cisne que luego recibieron licencia ambiental mediante Resolución 000267 del 19 de agosto de 1997 y permiso de vertimientos líquidos y concesión de aguas mediante Resolución 00777 del 16 de diciembre de 2005 por la CRA.
Autoridad ambiental que aprovechó las inundaciones de 2010 y 2011 para autorizar el relleno de las excavaciones hechas dentro de las aguas del Lago, presentadas como piscinas para zoocria, que a fuerza de los impunes rellenos de otrora terminaron fuera de ella. Desecación y relleno que terminaron por cerrar la entrada de agua proveniente de los arroyos al Lago del Cisne.
Por su parte, la Alcaldía del municipio de Puerto Colombia ha concedido permisos de forma indiscriminada para que privados rellenaran el lago y construyeran en las márgenes del mismo, entre la zona de la vía al Mar y la esquina contigua a la universidad del atlántico. Hoy no solo se exhiben estaciones de gasolina sino extensos terrenos con letreros que dicen se vende con licencia.
Y ni qué decir de la forma como se han segado arroyos para proteger de posibles inundaciones tierras ubicadas en el sector conocido como el bajo Caney de propiedad, entre otras, de Cementos Argos y urbanizaciones como las Adelita Uno y Dos, construidas por el ex Alcalde Alex Char.
Por estas acciones las comunidades afectadas denuncian, entre otros, al director de la CRA, Alberto Escolar, y al ex secretario de Planeación de Puerto Colombia Edison Massa.
Lucha contra la impunidad
No obstante que son muchas las denuncias y las acciones judiciales radicadas por líderes y ambientalistas del sector y Barranquilla estas acciones tipificadas en el código penal colombiano se mantienen impunes. Así como tampoco se conocen reacciones de las autoridades ambientales nacionales ante la presunta complicidad de las autoridades locales.
Una de esas voces es la de Manuel de la Rosa: (VER VIDEO1: http://youtu.be/XR1DH4pQw6Q) voz a las que se han sumado las de la líder Yenni Martínez y las del Grupo de Litigio de Interés Público de la Universidad del Norte.
Lo único cierto es que así, con total impunidad, en Barranquilla mataron el Lago del Cisne. (VER VIDEO2: http://youtu.be/i5U-KDm4PkE)
Por Alejandro Arias
MIEMBRO DE LA FUNDACIÓN PARA LA PRENSA LIBRE